Si llegaste hasta este contenido es porque estás pensando en hacer un cerco vivo bien cerrado en tu jardín. ¿Es cierto o no?
Puedes estar buscando más privacidad en el área de la piscina, disminuir el ruido que viene del vecino o quizás reducir la contaminación que llega de la carretera cercana. Independientemente del motivo, ¡has llegado al lugar correcto! En este artículo, aprenderás todo lo que necesitas saber sobre cómo hacer un cerco vivo bien cerrado y las 40 mejores especies para ello.
Pero, ¿qué son los cercos vivos? Los cercos vivos son barreras vegetales formadas por arbustos o árboles plantados en secuencia, creando una división natural entre espacios. A diferencia de los cercos convencionales, son elementos vivos del paisaje que crecen, florecen y se renuevan con el tiempo, ofreciendo belleza y funcionalidad en un solo elemento. Es decir, además de ser hermosas y de integrarse a tu jardín, son muy funcionales, con muchas ventajas.
Ventajas y Beneficios de los Cercos Vivos:
El uso de cercos vivos brinda numerosos beneficios ambientales que van mucho más allá de la simple delimitación de espacios:
- Biodiversidad: Sirven como hábitat para insectos benéficos, pájaros y pequeños animales, aumentando la biodiversidad local
- Absorción de CO₂ y contaminantes: Las hojas capturan dióxido de carbono y filtran polvo y partículas contaminantes del aire, mejorando la calidad ambiental
- Regulación térmica: Crean un microclima agradable, ayudando a reducir la temperatura en verano y protegiendo contra los vientos fríos en invierno
- Barreira acústica: El follaje denso ayuda a absorber y difundir ondas sonoras, reduciendo la contaminación sonora hasta en un 30%
- Protección contra la erosión: Las raíces ayudan a estabilizar el suelo, evitando la erosión en terrenos inclinados
- Belleza natural: Suavizan el paisaje con formas, texturas y colores que cambian con las estaciones
- Integración paisajística: Se armonizan naturalmente con el jardín y la construcción, creando transiciones suaves entre espacios
- Versatilidad visual: Pueden ser moldeadas mediante podas para crear diferentes efectos ornamentales, desde formas geométricas precisas hasta contornos más naturales
- Valorización inmobiliaria: Jardines bien planeados con cercos vivos tienden a aumentar el valor de la propiedad
- Divisorias naturales: Además de todas estas cualidades, ayudan a formar «áreas» o habitaciones en su jardín, que pueden ser aprovechadas para diferentes funciones y direccionar la mirada de los observadores.
Desdel punto de vista funcional, los cercos vivos ofrecen privacidad con elegancia, sin el aspecto intimidante o institucional que muros altos o cercos metálicos pueden presentar. Además, no son blanco de grafitis o vandalismo como frecuentemente ocurre con las estructuras sólidas.
Durabilidad y mantenimiento a largo plazo
Un cerco vivo bien establecido puede durar décadas o incluso generaciones, mientras que cercos de madera necesitan ser reemplazadas cada 7-15 años y cercos metálicos eventualmente sufren de corrosión o desgaste. Con mantenimiento adecuado, los cercos vivos mejoran con el tiempo, volviéndose más densos y robustos.
La manutenión, aunque regular, no requiere intervenciones complejas ni costosas – podas ocasionales, fertilización periódica e irrigación en períodos secos generalmente son suficientes. A diferencia de los cercos convencionales, no hay necesidad de pinturas, tratamientos contra el óxido o sustitución de componentes deteriorados.
Importancia de la elección correcta de los arbustos
Para crear cercos vivos verdaderamente densos y bien cerrados, la selección de las especies adecuadas es fundamental. Los arbustos ideales deben presentar:
- Crecimiento vigoroso con ramificación desde la base
- Follaje perenne resistente o rápido rebrote en primavera para cobertura a lo largo del año
- Capacidad de tolerar podas frecuentes sin perder vigor
- Adaptabilidad a las condiciones locales de clima y suelo
La elección equivocada de especies puede resultar en cercos con fallas, crecimiento irregular o excesiva mantención. Invertir tiempo en la selección de las plantas correctas ahorra esfuerzos significativos en el futuro, garantizando un cerco vivo bien cerrado, denso y duradero.
1. ¿Pero qué tipo de cerco vivo quieres tener?
La definición del estilo deseado es el primer paso para la creación de un cerco vivo exitoso. Cada tipo tiene sus características distintas y requisitos específicos de mantención y cultivo.
Diferencia entre cercos vivos formales e informales
Los cercos vivos se dividen en dos grandes estilos, cada uno con su propia estética y necesidades de mantención. Los cercos vivos formales se caracterizan por líneas rectas, formas geométricas definidas y un aspecto disciplinado, exigiendo podas regulares y planeadas para mantener su forma. Los cercos vivos informales presentan apariencia más natural y relajada, permitiendo que las plantas expresen su formato natural con intervenciones mínimas.
Cercos vivos formales:
- Geometría definida: Presentan contornos precisos y caras planas, creando líneas arquitectónicas en el paisaje
- Estructura: Funcionan como elementos estructurales en el jardín, delimitando espacios con precisión
- Uniformidad: Mantienen un aspecto consistente a lo largo de todo su largo y altura
- Densidad excepcional: La poda regular estimula brotes laterales, creando una textura extremadamente densa
- Necesitan herramientas adecuadas como tijeras de podar con mangos largos o cortasetos eléctricos
- Requieren intervención inmediata cuando surgen brotes fuera del estándar
Cercos vivos informales:
- Apariencia naturalista: Siguen el formato natural de las plantas, creando contornos suaves y orgánicos
- Floración abundante: Al sufrir menos intervenciones de poda, tienden a producir más flores y frutos
- Variación estacional: Expresan más visiblemente los cambios de las estaciones, con floración, fructificación y eventuales cambios en el follaje
- Biodiversidad: Atraen mayor variedad de polinizadores y pájaros debido a su estructura más natural y mayor oferta de recursos
- Ofrecen mayor tolerancia a períodos sin mantenimiento
- Permiten uso de herramientas más simples para podas ocasionales
2. Cómo elegir el arbusto adecuado para un cerco vivo bien cerrado
La selección de la especie adecuada es el factor más determinante para el éxito de un cerco vivo denso y uniforme. Varios criterios deben ser considerados para garantizar la elección ideal.
- Densidad del Follaje: Busque plantas con ramificación desde la base, entrenudos cortos, hojas perennes y buena capacidad de brotación lateral después de podas, características que garantizan cobertura completa del suelo al tope.
- Tasa de Crecimiento: Prefiera especies de crecimiento moderado (permitiendo cierre en 3-5 años) con altura final compatible con la función deseada (1,8-2,5m para privacidad o 1-1,5m para demarcación ornamental).
- Adaptabilidad Climática: Seleccione arbustos resistentes a los extremos de temperatura de su región, con buena tolerancia al régimen de lluvias local y compatibles con la exposición solar disponible en el lugar de plantación.
- Resistencia Fitossanitaria: Opte por especies con resistencia natural a plagas y enfermedades comunes o considere cercos mixtos con dos o tres especies compatibles para mayor resiliencia ecológica sin comprometer la uniformidad visual.
- Compatibilidad con el Suelo: Escoja plantas adaptadas al pH, drenaje y fertilidad del suelo existente, realizando un test básico de condiciones y considerando aspectos como la salinidad en regiones litorales.
- Necesidades de Mantenimiento: Evalúe honestamente el tiempo disponible para cuidados, considerando la frecuencia de podas necesarias (1-2 veces/año para crecimiento lento, 3-4 veces para especies vigorosas), necesidades de irrigación y requisitos nutricionales.
3. Prerrequisitos para un cerco vivo bien cerrado
Además de la elección adecuada de especies con crecimiento vigoroso, follaje perenne, tolerancia a podas y adaptabilidad local, otros factores técnicos son esenciales:
- Calidad de las Plántulas: Seleccione plantas con sistema radicular bien distribuido, estructura multicául desde la base, follaje saludable y altura entre 30-60cm, evitando ejemplares etiolados con crecimiento excesivamente vertical.
- Exposición Solar: Asegure un mínimo de 6 horas diarias de sol para estimular un crecimiento compacto y denso, considerando especies tolerantes o diferentes plantas para áreas con exposición desigual.
- Preparación del Suelo: Trabaje el suelo a 40-60cm de profundidad en una franja continua de 60-100cm de anchura, corrigiendo el pH, incorporando materia orgánica y garantizando buena drenaje.
- Regime de Podas: Inicie con una reducción del 1/3 de la altura tras la plantación y mantenga podas formativas regulares para controlar el crecimiento horizontal y vertical, priorizando la densidad sobre la altura en los primeros años.
- Irrigación y Nutrición: Proporcione agua abundante en los primeros 12-18 meses, preferiblemente con sistema de goteo, y aplique fertilizantes de liberación lenta en la plantación con fertilizaciones periódicas específicas para la especie elegida.
40 Arbustos para Cercos Vivos bien Cerrados
La siguiente selección presenta especies reconocidas por su capacidad de formar barreras densas y bien cerradas. Cada una posee atributos específicos que la hacen adecuada para diferentes condiciones y funciones.
Estas especies fueron seleccionadas por:
- Tener follaje denso desde la base hasta el tope
- Tolerar podas frecuentes sin perder vigor
- Formar barreras efectivas para privacidad, protección contra el viento y ruido
- Poseer adaptabilidad a diferentes condiciones climáticas
- Ser longevas y resistentes a la mayor parte de las plagas y enfermedades
Son especies propias para cercos vivos formales, pero que pueden ser mantenidos en formato informal con podas menos frecuentes, de acuerdo con la preferencia del jardinero.
1. Boj – Buxus sempervirens
El boj es uno de los arbustos más utilizados para cercos vivos formales y topiaria en todo el mundo, debido a su extraordinaria capacidad de rebrotar tras podas intensas y su follaje denso y siempre-verde. Sus hojas pequeñas y textura fina confieren un aspecto refinado y elegante, ideal para bordes y divisiones clásicas. Aunque crece lentamente, es extremadamente longevo y se adapta bien a podas artísticas, incluyendo formas geométricas y escultóricas. Variedades como Buxus microphylla también son populares en regiones más cálidas, ofreciendo resistencia y apariencia similar.
- Espaciamiento: 30 a 40 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 0.5 a 1.5 metros
- Textura: Fina
- Velocidad de crecimiento: Lenta (10 a 15 cm por año)
- Tipo de follaje: Perenne
- Clima: Templado, Subtropical
- Frecuencia de podas: Dos veces por año
2. Pitosporo del Japón – Pittosporum tobira
El Pitosporo del Japón o Azahar de la China es un arbusto perenne de gran valor ornamental, especialmente en proyectos formales o costeros, por su tolerancia a la salinidad. Sus hojas coriáceas, de brillo intenso, varían entre el verde oscuro y el verde grisáceo, con cultivares variegados como ‘Variegata’ añadiendo contraste visual al jardín. Posee un aroma agradable cuando florece, atrayendo polinizadores. Es bastante resistente a la poda, respondiendo bien al corte regular para el mantenimiento de forma y densidad.
- Espaciamiento: 60 a 80 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 1.5 a 2.5 metros
- Textura: Media
- Velocidad de crecimiento: Media (20 a 30 cm por año)
- Tipo de follaje: Perenne
- Clima: Subtropical, Templado cálido
- Frecuencia de podas: Dos a tres veces por año
3. Tejo Chino – Podocarpus macrophyllus
El tejo chino, también conocido como pino budista, combina la apariencia exótica de una conífera tropical con la adaptabilidad a las podas formales. Sus hojas son largas, estrechas y perennes, aportando elegancia y verticalidad al cerco vivo. Es ideal para quienes buscan un arbusto robusto, de crecimiento controlado, con gran potencial de longevidad y bajo mantenimiento. A pesar de no florecer ornamentalmente, su arquitectura limpia y tolerancia a la poda lo convierten en una elección sólida para jardines formales.
- Espaciado: 50 a 70 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 1.5 a 4 metros
- Textura: Fina
- Velocidad de crecimiento: Media-lenta (15 a 25 cm por año)
- Tipo de follaje: Perennifolio
- Clima: Subtropical, Tropical
- Frecuencia de podas: Una a dos veces por año
4. Naranjo Jazmín – Murraya paniculata
El Naranjo Jazmín es ampliamente valorado por su follaje denso y brillante, además de las flores blancas, intensamente fragantes, que aparecen en diversas épocas del año, atrayendo abejas y otros polinizadores. Tolerante a las podas frecuentes, forma cercos vivos densos y elegantes, con rebrote vigoroso y buen control de altura. Las variedades compactas, como Murraya paniculata ‘Min-a-min’, son ideales para borduras más bajas. Evita plantar el naranjo jazmín en regiones productoras de Citrus, donde puede ser hospedadora de la enfermedad conocida como Greening.- Espaciado: 40 a 60 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 1 a 2.5 metros
- Textura: Media
- Velocidad de crecimiento: Media (20 a 30 cm por año)
- Tipo de follaje: Perennifolio
- Clima: Tropical, Subtropical
- Frecuencia de podas: Tres a cuatro veces por año
5. Rosa de China – Hibiscus rosa-sinensis
La Rosa de China es apreciada por su floración exuberante, con flores grandes y vibrantes en diversas colores, que se renuevan casi todo el año en climas tropicales. Atrae colibríes y mariposas, otorgando dinamismo al paisajismo. Aunque presenta un crecimiento rápido, tolera bien las podas, permitiendo moldearlo en setos densos y floridos. Otras especies del género, como Hibiscus syriacus, son más adecuadas para regiones subtropicales y presentan hojas caducas y flores igualmente atractivas.- Espaciado: 60 a 80 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 1.5 a 3 metros
- Textura: Media
- Velocidad de crecimiento: Rápida (30 a 45 cm por año)
- Tipo de follaje: Perenne
- Clima: Tropical, Subtropical
- Frecuencia de podas: Tres a cuatro veces por año
6. Manto del Rey – Thunbergia erecta
El Manto del Rey se destaca por su abundante floración en tonos de azul-violeta profundo, que se extiende durante buena parte del año en climas tropicales. Su porte medio y crecimiento moderado permiten su uso en cercos vivos medianos, con excelente respuesta a la poda de formación. Aunque es menos común en proyectos formales, se adapta muy bien al uso en líneas rectas, siempre que sea podada regularmente. Su presencia en el jardín atrae mariposas y añade contraste cromático en composiciones con follajes verdes.- Espaciado: 50 a 70 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 1.2 a 2 metros
- Textura: Media
- Velocidad de crecimiento: Media-rápida (25 a 35 cm por año)
- Tipo de follaje: Perenne
- Clima: Tropical, Subtropical
- Frecuencia de podas: Tres veces por año
7. Camelia – Camellia japonica
La camelia es una elección clásica para jardines de invierno y cercos vivos floríferos en regiones subtropicales. Su exuberante floración ocurre al final del invierno y comienzo de la primavera, mostrando grandes flores en variados tonos de rosa, rojo y blanco, con gran valor ornamental. Las hojas coriáceas y brillantes confieren elegancia y estructura durante todo el año. Responde bien a la poda, aunque debe realizarse después de la floración para no comprometer los botones del año siguiente. Otras especies, como Camellia sasanqua, ofrecen una floración más precoz y un porte más compacto.- Espaciamiento: 60 a 90 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 1.5 a 3 metros
- Textura: Media
- Velocidad de crecimiento: Lenta (10 a 20 cm por año)
- Tipo de follaje: Perennifolio
- Clima: Subtropical, Templado
- Frecuencia de podas: Una vez por año (después de la floración)
8. Gardenia – Gardenia jasminoides
Con flores blancas de perfume marcante, la gardenia es altamente valorizada en proyectos residenciales y sensoriales. Forma setos de altura media, con follaje perenne, denso y de coloración verde-brillante. Aprecia podas leves y regulares, principalmente después del florecimiento, para mantener la forma y estimular nuevos brotes. A pesar de exigir suelos bien drenados y ligeramente ácidos, recompensa con una floración espectacular y un aroma dulce que perfuma el entorno.
- Espaciamiento: 50 a 70 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 1 a 1.8 metros
- Textura: Media
- Velocidad de crecimiento: Lenta a media (15 a 25 cm por año)
- Tipo de follaje: Perennifolio
- Clima: Subtropical, Templado ameno
- Frecuencia de podas: Una vez por año (después de la floración)
9. Clusia – Clusia fluminensis
La clusia es un arbusto de textura gruesa y porte robusto, ideal para cercos vivos que requieren privacidad y bajo mantenimiento. Sus hojas suculentas y cerosas son extremadamente resistentes, lo que le confiere durabilidad incluso en ambientes costeros o con sol intenso. Tolera podas intensas, manteniéndose compacta y densa con el tiempo. La especie se utiliza frecuentemente en proyectos urbanos debido a su resistencia a la contaminación y a su larga vida útil.
- Espaciamiento: 70 a 100 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 1.5 a 3 metros
- Textura: Gruesa
- Velocidad de crecimiento: Media (20 a 30 cm por año)
- Tipo de follaje: Perennifolio
- Clima: Tropical, Subtropical
- Frecuencia de podas: Una a dos veces al año
10. Bambú Sagrado – Nandina domestica
El bambú sagrado ofrece un efecto visual singular con su follaje que cambia de color a lo largo de las estaciones, del verde claro al rojo vibrante, especialmente en climas subtropicales. Sus frutos rojos persistentes durante el invierno atraen pájaros y añaden interés al jardín. Aunque tiene un porte más delicado y crecimiento erguido, responde bien a la poda de formación y puede ser utilizada en cercos vivos más informales o en grupos.
- Espaciamiento: 40 a 60 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 1 a 2 metros
- Textura: Fina
- Velocidad de crecimiento: Lenta a media (15 a 25 cm por año)
- Tipo de follaje: Perennifolio
- Clima: Subtropical, Templado
- Frecuencia de podas: Una vez por año
11. Bambu de Seto – Bambusa multiplex
La Bambusa multiplex, conocida como bambú de jardín, es una excelente alternativa para cercos vivos altos, densos y de crecimiento rápido. Forma una barrera visual y sonora muy eficaz, con follaje fino y abundante, que se mueve elegantemente al viento. Aunque no tolera podas severas como los arbustos convencionales, puede ser conducida con podas laterales y en la parte superior para mantener el alineamiento. Además, sus raíces no son invasivas como en otras especies de bambú, lo que la hace segura para áreas residenciales y comerciales. Otras especies de Bambusa, como la Bambusa textilis también pueden ser utilizadas para cercos vivos.
- Espaciamiento: 80 a 120 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 2 a 5 metros
- Textura: Fina
- Velocidad de crecimiento: Muy rápida (50 a 100 cm por año)
- Tipo de follaje: Perennifolio
- Clima: Tropical, Subtropical
- Frecuencia de podas: Dos a tres veces por año
12. Azalea – Rhododendron simsii
Las azaleas son famosas por su impresionante floración que cubre casi completamente la planta, creando setos coloridos durante el final del invierno y principio de la primavera. Son ideales para cercos vivos floríferos de tamaño mediano, con textura fina y apariencia romántica. Aunque son sensibles a suelos mal drenados, se desarrollan bien en ambientes sombreados o parcialmente soleados. Soportan la poda y pueden ser moldeadas suavemente después de la floración, estimulando nuevos brotes y manteniendo la forma compacta. Además de la Azalea, otras especies de Rododendros pueden ser utilizadas como cercos vivos, como Rhododendron obtusum o Rhododendron ponticum.- Espaciado: 40 a 60 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 0.8 a 1.5 metros
- Textura: Media
- Velocidad de crecimiento: Lenta (10 a 20 cm por año)
- Tipo de follaje: Perennifolio
- Clima: Subtropical, Templado
- Frecuencia de podas: Una vez al año (después de la floración)
13. Viburno Dulce – Viburnum odoratissimum
El viburno dulce es una elección versátil para cercos vivos densos y vigorosos. Su follaje perenne, de color verde-lustroso, forma una pared visual eficiente con un crecimiento acelerado. Las pequeñas flores blancas y aromáticas atraen a los polinizadores, y en algunas variedades los frutos rojos persisten, sirviendo de alimento para aves. El género Viburnum ofrece otras especies interesantes como V. tinus y V. awabuki, que también pueden ser utilizadas en proyectos de cerco vivo. Es altamente tolerante a la poda y muy utilizado en composiciones formales.- Espaciado: 70 a 100 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 2 a 4 metros
- Textura: Media
- Velocidad de crecimiento: Media (20 a 35 cm por año)
- Tipo de follaje: Perennifolio
- Clima: Subtropical, Tropical suave
- Frecuencia de podas: Dos veces al año
14. Crotón – Codiaeum variegatum
Con un follaje extremadamente ornamental, el crotón es una opción vibrante y tropical para setos de realce. Sus hojas presentan combinaciones de verde, amarillo, rojo, naranja y púrpura, convirtiéndose en un elemento de color constante en el jardín. A pesar de su crecimiento moderado, responde excelente a la poda, pudiendo mantenerse compacto o más suelto, según el proyecto. Ideal para áreas soleadas y protegidas de vientos fuertes, puede combinarse con especies de textura neutra para realzar su impacto visual.
- Espaciado: 50 a 70 cm entre plantas
- Altura (del seto): 1 a 2.5 metros
- Textura: Media
- Velocidad de crecimiento: Media (20 a 30 cm por año)
- Tipo de follaje: Perennifolio
- Clima: Tropical, Subtropical cálido
- Frecuencia de poda: Dos a tres veces por año
15. Ciprés común – Cupressus sempervirens
El ciprés común confiere verticalidad y elegancia a los setos formales, especialmente en proyectos inspirados en el paisajismo mediterráneo. Sus hojas aciculares y coloración verde-azulada son permanentes, con excelente tolerancia a la poda en columnas y líneas estrechas. A pesar del crecimiento lento, la longevidad y la apariencia arquitectónica compensan ampliamente. Es resistente a la sequía y requiere pocos cuidados una vez establecido, siendo ideal para alineaciones formales y solemnes.
- Espaciado: 60 a 90 cm entre plantas
- Altura (del seto): 2 a 5 metros
- Textura: Fina
- Velocidad de crecimiento: Media a rápida (30 a 40 cm por año)
- Tipo de follaje: Perennifolio
- Clima: Subtropical, Templado
- Frecuencia de poda: Una a dos veces por año
16. Aligustrina – Ligustrum sinense
La Aligustrina es una de las opciones más tradicionales y efectivas para setos formales debido a su rápida brotación tras las podas y densa ramificación. Sus hojas pequeñas y perennes permiten cortes precisos y formas definidas, ideales para la topiaria y contornos rigurosos. Produce flores blancas pequeñas y fragantes, seguidas de frutos negros que persisten y sirven de alimento para aves. Dentro del género, especies como Ligustrum japonicum y Ligustrum lucidum también se utilizan, ofreciendo tamaño y textura variados.
- Espaciamiento: 40 a 60 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 1 a 3 metros
- Textura: Media
- Velocidad de crecimiento: Rápida (30 a 45 cm por año)
- Tipo de follaje: Perennifolio
- Clima: Subtropical, Templado
- Frecuencia de podas: Tres a cuatro veces por año
17. Espino de fuego – Pyracantha coccinea
El Espino de fuego es altamente ornamental debido a la combinación de hojas brillantes, flores blancas a finales de primavera y una profusión de frutos anaranjados o rojos que perduran durante el otoño e invierno, atrayendo pájaros. A pesar de los espinos, que lo hacen efectivo como barrera de seguridad, tolera bien las podas y puede ser moldeado en formas compactas y densas. Su rusticidad y resistencia al frío lo hacen ideal para cercos vivos defensivos y decorativos en regiones subtropicales.
- Espaciamiento: 60 a 80 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 1.5 a 3 metros
- Textura: Media
- Velocidad de crecimiento: Media a rápida (25 a 40 cm por año)
- Tipo de follaje: Perennifolio
- Clima: Subtropical, Templado
- Frecuencia de podas: Dos veces por año
18. Acebo Japonés – Ilex crenata
El acebo japonés es una alternativa de clima más templado al boj, ofreciendo textura similar, con hojas pequeñas, brillantes y perennes. Su crecimiento lento permite un control riguroso de las formas y altura del cerco vivo. Cultivares como ‘Convexa’ o ‘Sky Pencil’ ofrecen variaciones de hábito, siendo ideales tanto para topiarias como para cercos vivos verticales. El género Ilex incluye diversas especies útiles en paisajismo, como Ilex paraguariensis y Ilex aquifolium, algunas con frutos decorativos y usos ecológicos.
- Espaciamiento: 30 a 50 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 0.6 a 1.8 metros
- Textura: Fina
- Velocidad de crecimiento: Lenta (10 a 15 cm por año)
- Tipo de foliación: Perennifolio
- Clima: Subtropical, Templado
- Frecuencia de podas: Una a dos veces por año
19. Bonetero del Japón – Euonymus japonicus
El Bonetero del Japón se destaca por su resistencia, longevidad y variedad de cultivares, especialmente los de hojas variegadas con tonos de crema, amarillo o blanco, que ofrecen contraste y luminosidad al jardín. Forma setos compactos y muy ornamentales, con excelente respuesta a la poda y gran adaptabilidad a diferentes condiciones de suelo y clima. Puede ser utilizado tanto en composiciones formales como en cercos vivos informales, siendo una excelente opción para jardines residenciales y corporativos.
- Espaciamiento: 40 a 60 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 0.8 a 2 metros
- Textura: Media
- Velocidad de crecimiento: Media (15 a 25 cm por año)
- Tipo de foliación: Perennifolio
- Clima: Subtropical, Templado
- Frecuencia de podas: Dos veces por año
20. Abelia – Abelia x grandiflora
La abelia es apreciada por su crecimiento moderado, textura delicada y larga floración, que se extiende del verano al otoño con pequeñas flores campanuladas de coloración blanca a rosada, atrayendo abejas y mariposas. Sus hojas pueden presentar tonos bronceados en las puntas, creando variaciones cromáticas sutiles a lo largo del año. Aunque tiene un porte más suelto, tolera bien podas ligeras de contención y puede ser moldeada en setos graciosos y poco densos, ideales para áreas de transición en el paisajismo.
- Espaciado: 50 a 70 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 1 a 2 metros
- Textura: Fina
- Velocidad de crecimiento: Media (20 a 30 cm por año)
- Tipo de follaje: Perennifolio
- Clima: Subtropical, Templado
- Frecuencia de podas: Dos veces al año
21. Carbonero – Calliandra haematocephala
El carbonero rojo es una excelente opción para quienes desean un cerco vivo que combine densidad con floración exótica y vistosa. Sus inflorescencias globosas y escarlatas son altamente atractivas para los colibríes y polinizadores, y su follaje compuesto otorga una textura ligera y ornamental. A pesar del crecimiento rápido y de la apariencia informal, responde muy bien a la poda, pudiendo ser moldeado con regularidad en setos densos y floridos. Otras especies del género, como Calliandra tweedii, también se utilizan con propósitos similares.
- Espaciado: 60 a 80 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 1.5 a 3 metros
- Textura: Fina
- Velocidad de crecimiento: Media a rápida (25 a 40 cm por año)
- Tipo de follaje: Perennifolio
- Clima: Tropical, Subtropical
- Frecuencia de podas: Dos a tres veces por año
22. Eleagno – Elaeagnus pungens
El eleagno es un arbusto vigoroso y rústico, conocido por su follaje coriáceo de coloración verde-grisácea en el reverso, lo que proporciona efectos visuales interesantes con el movimiento del viento. Sus flores discretas son altamente perfumadas, y los frutos plateados atraen a la fauna. Es ideal para cercos vivos en lugares secos, costeros o con suelos pobres, presentando gran resistencia al viento y a la poda. Otras especies del género, como Elaeagnus ebbingei, también son valoradas por su rusticidad y aspecto variegado.
- Espaciado: 70 a 100 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 1.5 a 3 metros
- Textura: Media
- Velocidad de crecimiento: Media (20 a 30 cm por a\u00f1o)
- Tipo de follaje: Perennifolio
- Clima: Subtropical, Templado
- Frecuencia de podas: Una a dos veces por a\u00f1o
23. Cerezo Enano – Eugenia mattosii
De porte compacto y crecimiento lento, el cerezo enano es excelente para cercos vivos bajos y formales. Su follaje denso y perenne puede ser podado con precisión, formando setos lineales y bien definidos. La planta también ofrece una discreta floración blanca, seguida de pequeños frutos rojizos que son comestibles y atraen aves.
- Espaciado: 40 a 60 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 1 a 2.5 metros
- Textura: Media
- Velocidad de crecimiento: Media (20 a 30 cm por año)
- Tipo de follaje: Perennifolio
- Clima: Tropical, Subtropical
- Frecuencia de podas: Dos a tres veces por año
24. Agracejo Rojo – Berberis thunbergii
Con hojas caducas de coloración vibrante, que varían del verde-limón al púrpura profundo, el Agracejo Rojo añade un acento cromático y valor estacional a los cercos vivos. Sus espinas ofrecen protección natural, mientras que los frutos rojos persistentes durante el otoño y el invierno atraen diversas especies de aves. Aunque tiene un crecimiento moderado, responde bien a podas de contención, siendo especialmente indicado para composiciones que exploran contraste y textura. Cultivares como ‘Atropurpurea’ y ‘Golden Rocket’ amplían las posibilidades decorativas.- Espaciado: 40 a 60 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 0.6 a 1.5 metros
- Textura: Fina
- Velocidad de crecimiento: Media (15 a 25 cm por año)
- Tipo de follaje: Caducifolio o semipersistente
- Clima: Subtropical, Templado
- Frecuencia de podas: Una a dos veces por año
25. Cheflera – Schefflera arboricola
La cheflera-enana es una planta tropical de gran valor ornamental, que se destaca por su follaje palmatilobado, de textura ligera y exuberancia constante. Existen variedades de hojas variegadas que añaden brillo y movimiento a los cercos vivos. Su tamaño medio y crecimiento rápido facilitan la formación de setos densos, y su flexibilidad de manejo la hace adecuada tanto para cortes formales como informales. Prefiere lugares con buena luminosidad y presenta excelente adaptación a ambientes urbanos.- Espaciado: 60 a 80 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 1.5 a 3 metros
- Textura: Media a gruesa
- Velocidad de crecimiento: Media (20 a 30 cm por año)
- Tipo de follaje: Perenne
- Clima: Tropical, Subtropical
- Frecuencia de podas: Dos veces por año
26. Cenizo – Leucophyllum frutescens
El cenizo es un arbusto notable por el color gris plateado de su follaje, que proporciona un contraste visual marcante en jardines secos o minimalistas. Produce flores moradas o lavanda en ciclos que acompañan la humedad del aire, ofreciendo una floración puntual, pero encantadora. Muy tolerante a la sequía y salinidad, es ideal para regiones áridas y costeras. Puede mantenerse compacto con podas ligeras y regulares, formando cercos vivos modernos y poco exigentes en mantenimiento.- Espaciado: 50 a 70 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 1 a 2 metros
- Textura: Fina
- Velocidad de crecimiento: Media (15 a 25 cm por año)
- Tipo de follaje: Perenne
- Clima: Subtropical, Árido
- Frecuencia de podas: Una a dos veces por año
27. Árbol de la Vida – Platycladus orientalis
De forma piramidal y estructura densa, el árbol de la viva es una conífera clásica en el paisajismo formal, ideal para cercos vivos verticales o alineamientos estructurales. Su follaje escamoso, que varía de verde a bronce en invierno, permite podas precisas, siendo muy utilizado para topiarios. Resistente al frío y a la poda, es una excelente elección para jardines de inspiración clásica, también cultivado como punto focal en parterres simétricos.- Espaciado: 50 a 80 cm entre plantas
- Altura (del seto): 1.5 a 4 metros
- Textura: Fina
- Velocidad de crecimiento: Media (20 a 30 cm por año)
- Tipo de follaje: Perennifolio
- Clima: Subtropical, Templado
- Frecuencia de podas: Una a dos veces por año
28. Tuya Occidental – Thuja occidentalis
Similar al árbol de la vida, pero con crecimiento más lento y estructura más compacta, la tuya occidental es una excelente elección para setos estrechos y densos. Su tolerancia a la poda y al modelaje la hacen ideal para delimitar espacios con elegancia y simplicidad. Su textura fina y color verde vibrante se mantienen durante todo el año, lo que garantiza interés visual constante incluso en jardines minimalistas o en climas más suaves.
- Espaciado: 60 a 90 cm entre plantas
- Altura (del seto): 2 a 5 metros
- Textura: Fina
- Velocidad de crecimiento: Media (20 a 30 cm por año)
- Tipo de follaje: Perennifolio
- Clima: Templado, Subtropical frío
- Frecuencia de podas: Una a dos veces por año
29. Ciruelo de Natal – Carissa macrocarpa
El Ciruelo de Natal es un arbusto denso y espinoso, muy usado en cercos vivos defensivos, con hojas brillantes y flores blancas perfumadas que recuerdan al jazmín. Sus frutos rojos son comestibles y bastante decorativos, además de atraer aves. Se adapta bien a podas regulares, manteniéndose compacta y uniforme, con crecimiento lento a moderado. Su rusticidad y baja exigencia hídrica la hacen ideal para regiones de clima cálido y suelos bien drenados.
- Espaciamiento: 60 a 80 cm entre plantas
- Altura (del seto vivo): 1 a 2.5 metros
- Textura: Media
- Velocidad de crecimiento: Media (15 a 25 cm por año)
- Tipo de follaje: Perenne
- Clima: Subtropical, Tropical
- Frecuencia de podas: Dos veces por año
30. Celestina – Plumbago auriculata
La celestina es una opción agraciada y florífera para setos vivos informales o con apariencia suavemente moldeada. Sus flores azul-celeste son continuas a lo largo del año en regiones tropicales, atrayendo mariposas y otros insectos polinizadores. Aunque tiene un porte semi-erecto y ramas flexibles, puede ser conducida con podas frecuentes para mantener un contorno definido. Su textura media y efecto cromático la hacen ideal para intercalar con follajes neutros en composiciones paisajísticas.- Espaciamiento: 50 a 70 cm entre plantas
- Altura (del seto vivo): 1 a 1.8 metros
- Textura: Fina
- Velocidad de crecimiento: Media a rápida (25 a 40 cm por año)
- Tipo de follaje: Perenne
- Clima: Subtropical, Tropical
- Frecuencia de podas: Tres veces por año
31. Corona de Cristo – Euphorbia milii
La corona de cristo es un arbusto espinoso de pequeño porte que combina rusticidad con una floración constante a lo largo del año. Sus brácteas coloridas – rojas, rosadas, amarillas o blancas – se destacan sobre la follaje verde-clara, creando un efecto decorativo continuo. Es ideal para setos vivos defensivos en áreas secas y soleadas, tolerando bien podas moderadas. A pesar de que su savia es tóxica, su durabilidad y baja manutención la hacen una elección práctica para lugares de difícil irrigación.- Espaciamiento: 40 a 60 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 0.6 a 1.2 metros
- Textura: Media
- Velocidad de crecimiento: Lenta a media (15 a 25 cm por año)
- Tipo de follaje: Perennifolio
- Clima: Tropical, Subtropical
- Frecuencia de podas: Dos veces al año
32. Mirto del Cabo – Myrsine africana
El mirto del cabo es un arbusto compacto, de crecimiento lento y follaje perenne, altamente valorado en cercos vivos bajos y formales. Sus hojas pequeñas, coriáceas y de coloración verde-oscura responden muy bien a cortes regulares, permitiendo formas geométricas precisas. Además de su excelente respuesta a la poda, es una planta extremadamente duradera y poco exigente en mantenimiento, siendo indicada para bordillos de inspiración clásica. Su textura refinada recuerda al boj, pero con mayor resistencia al calor.- Espaciamiento: 40 a 60 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 0.8 a 1.5 metros
- Textura: Fina
- Velocidad de crecimiento: Lenta (10 a 20 cm por año)
- Tipo de follaje: Perennifolio
- Clima: Subtropical, Templado
- Frecuencia de podas: Una a dos veces al año
33. Loropétalo – Loropetalum chinense
El loropétalo es una opción moderna para cercos vivos con un atractivo ornamental distintivo. Sus hojas de color púrpura y las flores delicadas en tonos rosados o fucsia aportan un aspecto dramático y contemporáneo. Ideal para setos medianos, puede moldearse con podas después de la floración, manteniendo una estructura elegante. Existen cultivares enanos, como ‘Purple Pixie’, que amplían las posibilidades de uso en jardines residenciales y corporativos. Es bastante tolerante al calor y a la poda, con un crecimiento relativamente rápido.
- Espaciamiento: 50 a 70 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 1 a 2.5 metros
- Textura: Media
- Velocidad de crecimiento: Media (20 a 30 cm por año)
- Tipo de follaje: Perennifolio
- Clima: Subtropical, Tropical templado
- Frecuencia de podas: Dos veces al año
34. Tejo – Taxus baccata
El tejo es un clásico europeo de los cercos vivos y la topiaria, con su follaje verde oscuro y textura fina, que permiten cortes muy precisos. Su longevidad es legendaria – ejemplares centenarios son comunes – y su tolerancia a la sombra lo hace ideal para lugares parcialmente sombreados. Crece lentamente, pero de forma densa y uniforme. Aunque tóxico, es ampliamente valorado en jardines formales, cementerios históricos y parques botánicos, siendo moldeado en columnas, esferas y setos macizos.
- Espaciamiento: 60 a 90 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 1.5 a 4 metros
- Textura: Fina
- Velocidad de crecimiento: Muy lenta (5 a 15 cm por año)
- Tipo de follaje: Perenne
- Clima: Templado, Subtropical frío
- Frecuencia de podas: Una vez por año
35. Laurel-cerezo – Prunus laurocerasus
El laurel-cerezo es un arbusto vigoroso y perenne, con hojas anchas, brillantes y de coloración verde intensa, ideal para cercos vivos altos y densos. Sus flores blancas aparecen en primavera, seguidas de frutos negros atractivos para la fauna. Tolera podas intensas y puede ser mantenido con apariencia formal. Dentro del género Prunus, otras especies como el Prunus lusitanica (laurel-portugués) ofrecen variaciones de porte y rusticidad, siendo igualmente eficaces en composiciones formales.
- Espaciamiento: 70 a 100 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 2 a 4 metros
- Textura: Media a gruesa
- Velocidad de crecimiento: Media a rápida (25 a 40 cm por año)
- Tipo de follaje: Perennifolio
- Clima: Subtropical, Templado
- Frecuencia de podas: Dos veces por año
36. Rafiolepis – Rhaphiolepis indica
El Rafiolepis es un arbusto compacto, con floración abundante en tonos de blanco a rosa, altamente ornamental durante el final del invierno y la primavera. Sus hojas coriáceas y perennes forman setos densos y elegantes, de textura media. Tolerante a la poda y al salitre, es ideal para cercos vivos en regiones costeras o en proyectos que buscan baja mantenimiento con alto valor paisajístico. Hay todavía la opción de cultivares de porte enano o con follajes bronceados, que enriquecen aún más su uso ornamental.
- Espaciamiento: 50 a 70 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 1 a 2 metros
- Textura: Media
- Velocidad de crecimiento: Lenta a media (15 a 25 cm por año)
- Tipo de follaje: Perennifolio
- Clima: Subtropical, Tropical suave
- Frecuencia de podas: Una a dos veces por año
37. Laurel de Portugal – Prunus lusitanica
El laurel de Portugal es similar al louro cerezo, pero con hojas más estrechas y coloración verde-oscura más opaca. Forma cercos vivos densos y muy elegantes, con buena respuesta a la poda y excelente adaptación a suelos diversos. Floresce discretamente en la primavera y sus frutos negros atraen a la avifauna. Su forma naturalmente compacta y erecta facilita el manejo en proyectos formales, especialmente en regiones subtropicales de altitud o templadas.
- Espaciado: 70 a 100 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 2 a 4 metros
- Textura: Media
- Velocidad de crecimiento: Media (20 a 30 cm por a \u00f1o)
- Tipo de follaje: Perenne
- Clima: Subtropical, Templado
- Frecuencia de podas: Una a dos veces por a \u00f1o
38. Rosa de Siria – Hibiscus syriacus
La Rosa de Siria es una excelente alternativa caducifolia para cercos vivos floríferos en regiones subtropicales y de clima suave. Produce flores grandes, generalmente en colores blanco, rosa, lavanda o azul, durante el verano, incluso bajo podas regulares. Su crecimiento moderado y arquitectura erguida lo hacen adecuado para molduras simples y setos de altura media. Es una de las pocas especies que combina floración abundante con resistencia al frío y poda frecuente.
- Espaciado: 60 a 80 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 1.5 a 3 metros
- Textura: Media
- Velocidad de crecimiento: Media (20 a 30 cm por año)
- Tipo de follaje: Caducifolio
- Clima: Subtropical, Templado
- Frecuencia de podas: Una vez por año (final del invierno)
39. Árbol de Hierro – Metrosideros excelsa
El Árbol de Hierro es un árbol de origen neozelandés frecuentemente conducido como arbusto en cercos vivos altos y densos, especialmente en regiones litorales. Su follaje verde-grisáceo y flores rojas-escarlatas atraen polinizadores y confieren aspecto exótico. Soporta podas intensas, viento salino y sol pleno, siendo ideal para proyectos costeros o jardines tropicales modernos. Es duradero y de mantenimiento simple, con gran atractivo ornamental.
- Espaciado: 80 a 120 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 2 a 5 metros
- Textura: Media
- Velocidad de crecimiento: Media (20 a 30 cm por año)
- Tipo de follaje: Perenne
- Clima: Subtropical, Tropical suave
- Frecuencia de podas: Una a dos veces por año
40. Mangle botoncillo – Conocarpus erectus
El Mangle botoncillo es una especie rústica y altamente adaptable, ampliamente utilizada en cercos vivos de protección en áreas urbanas, industriales o costeras. Su follaje denso, perenne y de tono verde oscuro permite cortes frecuentes y la formación de barreras compactas. Además de su resistencia a la sal y a la contaminación, se destaca por su longevidad y por el valor ecológico en proyectos de recuperación de áreas degradadas. Es ideal para cercos vivos altas, tanto formales como informales, con bajas exigencias hídricas.
- Espaciamiento: 70 a 100 cm entre plantas
- Altura (del cerco vivo): 2 a 4 metros
- Textura: Media
- Velocidad de crecimiento: Rápida (30 a 45 cm por año)
- Tipo de follaje: Perennifolio
- Clima: Tropical, Subtropical
- Frecuencia de podas: Dos a tres veces al año
4. Cómo planificar su cerco vivo
Ahora que ya conocemos excelentes especies para cercos vivos cerrados, podemos pasar al planeamiento. Un planeamiento cuidadoso antes de la instalación ahorra recursos y evita frustraciones futuras.
Consideraciones sobre espacio, altura deseada y densidad
El análisis detallado de las necesidades y condiciones disponibles orienta todas las decisiones subsiguientes:
- Anchura disponible: Considere el espacio que el cerco ocupará cuando esté madura – los cercos formales pueden ser mantenidas con 40-60cm de anchura, mientras que los cercos informales pueden requerir 100-150cm
- Altura funcional: Determine la altura necesaria para cumplir la función deseada (privacidad, barrera visual, protección contra el viento)
- Crecimiento lateral: Recuerde que el cerco crecerá en anchura, evitando plantar demasiado cerca de estructuras o límites
La elección de la especie debe considerar su comportamiento natural. Algunas desarrollan mayor densidad cuando se mantienen en dimensiones específicas, mientras que otras pierden densidad cuando se podan en exceso. Combina estos factores con las necesidades funcionales y estéticas del espacio.
Para cercos mixtos (con más de una especie), planifique cuidadosamente la compatibilidad de crecimiento y necesidades de mantenimiento. Idealmente, las especies deben presentar tasas de crecimiento y requisitos de poda similares.
Evaluación de condiciones de suelo y exposición solar
El mapeo preciso de las condiciones existentes informa la selección apropiada de especies:
- Análisis solar: Observe cuántas horas de sol directo recibe el lugar durante diferentes estaciones
- Evaluación del suelo: Verifique textura, pH y drenaje natural
- Microclimas: Identifique variaciones localizadas como áreas más expuestas a vientos o sombreadas por construcciones
Para cercos vivos extensos, diferentes tramos pueden presentar condiciones significativamente distintas. En estos casos, considere utilizar especies diferentes en cada sector, manteniendo altura y densidad similares para un efecto visual uniforme. La observación a lo largo de todas las estaciones, cuando sea posible, proporciona información valiosa sobre variaciones estacionales que pueden afectar el desarrollo de las plantas.
Planificación de irrigación y drenaje
El soporte hídrico adecuado es crucial, especialmente en los primeros años:
- Sistema de goteo: Ideal para cercos vivos, proporcionando agua directamente en la zona radicular sin mojar el follaje
- Temporizadores: Garantizan regularidad en la irrigación, esencial durante el establecimiento
- Mulching: Cobertura muerta a lo largo de la línea de plantación reduce evaporación y mantiene humedad consistente
- Drenaje suplementario: En áreas propensas a embalsamientos, considere la instalación de drenajes o plantación en canteros elevados
El diseño del sistema de irrigación debe considerar el crecimiento futuro de las plantas. Las mangueras de goteo instaladas muy cerca al tallo pueden ser engullidas por el crecimiento de la base, volviéndose ineficientes o dañando la planta.
5. Cómo plantar un cerco vivo bien cerrado
El éxito de un cerco vivo denso comienza con técnicas de plantación apropiadas. Un preparo adecuado y cuidados iniciales establecen la base para el desarrollo saludable de las plantas.
Preparación del suelo
La preparación minuciosa del suelo es una inversión que determina el desarrollo futuro del seto:
- Limpieza del área: Elimine completamente las malas hierbas, escombros y raíces de plantas anteriores de la franja de plantación
- Dimensionamiento adecuado: Prepare una franja continua de 60-80 cm de ancho y 40-60 cm de profundidad
- Descompactación: Utilice herramientas adecuadas para aflojar el suelo en profundidad, facilitando la penetración de las raíces
- Agregado de materia orgánica: Incorpore un 30-40% de compost bien madurado o humus de lombriz al suelo existente
- Corrección de acidez: Ajuste el pH según la necesidad de la especie elegida (generalmente entre 5,5 y 6,5)
Para suelos muy arcillosos, añada arena gruesa para mejorar el drenaje. En suelos arenosos, aumente la proporción de materia orgánica para mejorar la retención de agua y nutrientes. Una preparación uniforme a lo largo de toda la extensión garantiza un desarrollo homogéneo.
Espaciamiento ideal entre plantas
El espaciamiento adecuado entre plantas determina la velocidad de cierre y la densidad final del seto:
- Para efecto inmediato: 30-40 cm entre plantas (cierre en 1-2 años)
- Para equilibrio entre costo y cierre: 40-60 cm entre plantas (cierre en 2-3 años)
- Para arbustos de gran porte: 60-80 cm entre plantas (cierre en 3-4 años)
Algunas especies de crecimiento más vigoroso pueden ser plantadas con un espaciamiento mayor, mientras que variedades de crecimiento lento o compacto se benefician de un plantío más denso. Para setos en áreas muy expuestas al viento o con función de barrera visual inmediata, considere el plantío en fila doble en formato escalonado (zigzag).
Técnicas de plantación para diferentes tipos de arbustos
La forma correcta de plantar varía según el tipo de planta y especie:
- Plantas en cepellón (raíz desnuda): Sumerja las raíces en agua de 1-2 horas antes de la plantación, corte raíces dañadas y esparza las sanas en el hoyo
- Plantas en maceta: Retire cuidadosamente del recipiente, deshaga suavemente el enredo de raíces y sitúe al nivel original del suelo
- Plantas en bolsa de plástico: Corte el fondo de la bolsa antes de posicionar en el hoyo, luego retire lateralmente el resto sin perturbar el cepellón. ¡Nunca plante con la bolsa de plástico!
Para todas las técnicas, es fundamental posicionar el cuello de la planta (transición entre raíz y tallo) al mismo nivel del suelo o ligeramente por encima, nunca enterrado.
Después de posicionar el plantón, rellene con tierra alrededor y compacte suavemente para eliminar bolsas de aire sin compactar en exceso.
Para arbustos de follaje persistente, el período ideal de plantación es a inicios de la primavera o otoño, evitando los extremos del verano e invierno. Las especies caducifolias pueden plantarse durante el período de dormancia, beneficiándose del invierno para establecer raíces antes de la brotación primaveral.
Cuidados iniciales y establecimiento
El período de adaptación después de la plantación requiere atención especial para asegurar el establecimiento exitoso:
- Riego de enraizamiento: Proporcione agua abundante inmediatamente después de la plantación y mantenga el suelo consistentemente húmedo (nunca encharcado) durante los primeros 3-6 meses
- Mulching protector: Aplique una capa de 5-8cm de cobertura orgánica (cáscaras, hojas secas o paja) alrededor de las plantas, manteniendo 5cm de distancia de los tallos
- Poda de establecimiento: Reduzca la altura de los plantones en 1/3 después de la plantación para estimular la brotación lateral y la creación de una estructura densa
- Protección contra extremos climáticos: En regiones con veranos muy calurosos o inviernos rigurosos, considere protección temporal en los primeros meses
La fertilización inicial debe ser moderada, priorizando nutrientes que estimulan el desarrollo radicular. Tras 6-8 semanas de la plantación, aplique fertilizante orgánico de liberación lenta o compuesto de alta calidad esparcido en la zona de la raíz y levemente incorporado.
Durante el primer año, monitoree atentamente:
- Signos de estrés hídrico (hojas marchitas o amarillentas)
- Aparición de plagas o enfermedades
- Estabilidad de los plantones (reajustando tutores si necesario)
- Desarrollo de hierbas dañinas competidoras
Con cuidados apropiados de establecimiento, el cerco vivo comenzará a mostrar crecimiento vigoroso al inicio de la segunda estación de crecimiento, iniciando el proceso de cierre de los espacios entre plantas.
6. Mantenimiento de cercos vivos
Un mantenimiento adecuado es esencial para mantener la densidad y salud del cerco vivo a lo largo de los años. Prácticas regulares garantizan que su barrera vegetal permanezca no solo funcional, sino también estéticamente agradable.
Técnicas correctas de poda
La ejecución técnica adecuada de las podas preserva la salud y apariencia del cerco vivo:
- Herramientas apropiadas: Use tijeras de poda manual para ramas finas, tijeras de dos manos para ramas más gruesas y podadoras eléctricas o a gasolina para superficies planas de cercos formales
- Ángulo de corte: Para cercos formales, mantenga la base ligeramente más ancha que la parte superior (forma trapezoidal), permitiendo que la luz solar alcance todas las partes de la planta. Considere que las partes superiores crecen más rápido, ya que están más expuestas a la luz.
- Precisión de los cortes: Corte siempre justo encima de un nudo o yema, evitando tocones que pueden secar y facilitar la entrada de enfermedades
- Mantenimiento de las herramientas: Mantenga las hojas afiladas y desinfectadas para cortes limpios y prevención de contaminación cruzada
La técnica de poda «en pirámide» o «en trapecio», con base más ancha que la parte superior, es especialmente beneficiosa para cercos vivos cerrados, pues permite mejor exposición solar de todas las partes de la planta, previniendo el desgaste de la base que frecuentemente ocurre en cercos podados con lados paralelos.
Para cercos recién plantados, muchos expertos recomiendan la poda inicial de la parte superior tan pronto como las plantas comiencen a mostrar signos de enraizamiento (generalmente 2-4 semanas después de la plantación). Esta intervención temprana estimula la ramificación lateral desdel inicio, estableciendo la estructura para un cerco verdaderamente denso.
Riego y fertilización
El soporte nutricional e hídrico adecuado mantiene el vigor y la salud del seto:
- Riego establecido: Después del primer año, reduce la frecuencia del riego, pero aumenta el volumen por aplicación para estimular el enraizamiento profundo
- Riego estacional: Intensifica durante períodos secos y reduce durante las estaciones lluviosas
- Fertilización regular: Aplica fertilizante específico para setos 2-3 veces al año (inicio de la primavera, mediados del verano y fin del otoño)
- Compostaje anual: Añade una capa de compost orgánico en la base del seto anualmente para la mejora gradual del suelo
El sistema de riego ideal para setos establecidos es el goteo, que proporciona agua directamente en la zona radicular sin mojar el follaje. Esto reduce la incidencia de enfermedades fúngicas y minimiza el desperdicio por evaporación. Para la fertilización, prefiera formulaciones balanceadas (como NPK 10-10-10) en la primavera para estimular el crecimiento general, y formulaciones más ricas en potasio (como NPK 5-5-15) al final del verano para preparar las plantas para el invierno. Los fertilizantes orgánicos de liberación lenta son ideales para el desarrollo sostenible del seto.
Renovación y sustitución de plantas
A lo largo de los años, pueden ser necesarias intervenciones específicas para mantener la integridad del seto:
- Relleno de huecos: Sustituye de manera pronta las plantas que han muerto o presentan un desarrollo insatisfactorio. No siempre es posible, pero es importante buscar entender la razón de esto. Un problema de sombreado excesivo no se resolverá con la sustitución de las plantas.
- Rejuvenecimiento: En setos antiguos que han perdido densidad, considere una poda drástica (30-50 cm del suelo) al final del invierno para estimular un rebrote vigoroso
- Sustitución gradual: En setos muy antiguos, reemplace por secciones a lo largo de varios años, permitiendo que las nuevas plantas se establezcan mientras las antiguas siguen ofreciendo privacidad
Para la plantación de sustitución en setos establecidos, excave hoyos más grandes de lo normal y reemplace completamente el suelo, añadiendo compost orgánico de alta calidad para dar a las nuevas plántulas la mejor oportunidad de competir con las raíces de las plantas vecinas ya establecidas. Al rejuvenecer setos antiguos mediante poda drástica, tenga en cuenta que algunas especies responden mejor que otras a este tratamiento.
Las coníferas, por ejemplo, rara vez rebrotan bien cuando se podan hasta la madera vieja, mientras que muchas especies de frondosas como Ligustrum y Buxus muestran una excelente capacidad de recuperación.
7. Solución de problemas comunes
Aun con planificación y mantenimiento adecuados, los cercos vivos pueden presentar problemas específicos que requieren intervención.
Fallas en el crecimiento y cómo remediarlas
Varios factores pueden causar un desarrollo insatisfactorio de las plantas:
- Crecimiento desigual: Algunas secciones del cerco crecen más rápido que otras, creando una apariencia irregular
- Solución: Verifique la exposición solar, la drenaje y la competencia radicular en estas áreas; puede ser necesario una poda diferenciada para equilibrar el crecimiento
- Amarelecimiento foliar: Hojas que pierden su coloración verde vibrante, indicando posibles problemas nutricionales
- Solución: Analice el pH del suelo y corríjalo si es necesario; aplique fertilizante balanceado con micronutrientes; verifique la drenaje para evitar encharcamiento
- Estancamiento del crecimiento: Plantas que dejan de crecer después del establecimiento inicial
- Solución: Verifique la compactación del suelo; aplique fertilización estimulante rica en nitrógeno en primavera; asegúrese de que no hay competencia excesiva por raíces de árboles cercanos
- Base desbastada: Pérdida de densidad en la parte inferior del cerco, común en plantas más antiguas
- Solución: Aumente la exposición solar en la base con poda trapezoidal; estimule la brotación basal con una poda más severa en la parte superior; en casos extremos, considere el plantío de especies tolerantes a la sombra en la base
Para todas las fallas de crecimiento, evalúe siempre las condiciones del suelo como primer paso. Muchos problemas derivan de pH inadecuado, compactación o desequilibrios nutricionales que, una vez corregidos, permiten la recuperación natural del cerco.
Relleno de espacios vacíos
Los espacios entre plantas pueden persistir incluso después de años de desarrollo:
- Para pequeñas fallas (hasta 30cm): Dirija las ramas de las plantas adyacentes para llenar el espacio mediante ataduras temporales y podas estratégicas
- Para fallas medianas (30-60cm): Plante plántulas más pequeñas de la misma especie, posicionándolas ligeramente hacia adelante o hacia atrás de la línea principal para encontrar espacio suficiente para el desarrollo
- Para grandes fallas (más de 60cm): Reemplace con plántulas más grandes (60-90cm de altura) de la misma especie, preparando el suelo extensivamente para promover un establecimiento acelerado
La técnica de arqueamiento, donde las ramas laterales de las plantas adyacentes se doblan suavemente y se fijan horizontalmente a través de la falla, puede acelerar el cierre de espacios menores. A medida que nuevos brotes verticales surgen a lo largo de estas ramas horizontales, el espacio se llena gradualmente. Para fallas recurrentes en un mismo punto, investigue causas subterráneas como fugas de aguas residuales, cimientos antiguos, suelos compactados o zonas con drenaje deficiente. Corregir estos problemas fundamentales es esencial antes de intentar nuevos plantíos.
8. Preguntas frecuentes
¿Cuál es la mejor época para plantar un cerco vivo?
La mejor época para plantar un cerco vivo depende del clima de su región. En general, el otoño y el inicio de la primavera son períodos ideales, ya que ofrecen condiciones moderadas de temperatura y humedad que favorecen el enraizamiento. En climas tropicales, el inicio de la estación lluviosa es una excelente oportunidad para la plantación, garantizando agua abundante durante el establecimiento inicial de las plantas. En regiones templadas, la plantación en otoño permite que las raíces se desarrollen durante el invierno, preparando la planta para un crecimiento vigoroso en la primavera siguiente.
¿Puedo plantar un cerco vivo en la sombra?
Sí, es posible plantar cercos vivos en áreas sombreadas, siempre que se elijan especies adaptadas a estas condiciones. Es importante observar que incluso las especies tolerantes a la sombra pueden mostrar un crecimiento más lento y menos denso en comparación con las mismas plantas cultivadas bajo luz solar adecuada. Por lo tanto, puede ser necesario un poco más de paciencia para que su cerco vivo alcance la densidad deseada en lugares sombreados.
¿Cuánto tiempo toma para que un cerco vivo se cierre completamente?
Los cercos vivos rápidos se cierran en 2 a 3 años, como el hibisco. Los de crecimiento medio tardan de 3 a 5 años, y los más lentos, como el buxo, pueden tardar hasta 7 años. El cierre depende de la especie, el espaciamiento y los cuidados.
¿Puedo mezclar diferentes especies en la misma cerco vivo?
Sí, los cercos vivos mixtos son estéticamente ricas y más resistentes a plagas y enfermedades. Elija especies con necesidades y crecimiento similares para mantener la armonía. La alternancia de grupos similares ayuda en la cohesión visual.
¿Cómo evitar que mi cerco vivo moleste a los vecinos?
Respete las leyes locales de altura y distanciamiento y converse con los vecinos antes de la plantación. Mantenga las plantas podadas para evitar invasiones de ramas. Evite especies con frutos sucios, raíces agresivas o alto potencial alergénico.
¿Cómo mantener la base del cerco vivo denso?
Realice podas formativas en los primeros años, promoviendo la ramificación desde la base. Evite que la parte superior sombree la base, manteniendo el formato trapezoidal. Plantas con entrenudos cortos y buena respuesta a la poda ayudan a mantener el cierre total.
¿Mi cerco vivo puede dañar fundaciones o pavimentos?
Sí, algunas especies tienen raíces agresivas, como Ficus benjamina y Cheflera, que pueden comprometer estructuras y tuberías subterráneas. Para evitar daños, elija arbustos con raíces menos invasivas y mantenga una distancia segura de fundaciones y aceras. También es posible instalar barreras antirraíces y controlar el crecimiento con podas regulares.
Transforma tu Jardín con un Cerco Vivo
Invertir en un cerco vivo bien planificado es mucho más que una decisión estética – es una elección sustentable y funcional que beneficia su entorno, el medio ambiente y su calidad de vida. Al contrario de muros y cercos convencionales, los cercos vivos son estructuras vivas que evolucionan, embellecen con el paso de las estaciones y añaden valor a su jardín.
La diversidad de especies presentadas en este guía comprueba que existe una opción ideal para cada necesidad, clima y gusto personal. Desde barreras altas e impenetrables para máxima privacidad hasta composiciones floridas y aromáticas para deleite sensorial, los cercos vivos ofrecen una versatilidad incomparable.
Al implementar su cerco vivo, recuerde que la paciencia y la planificación son esenciales. El tiempo invertido en la selección de las especies apropiadas y en el preparo adecuado del suelo será recompensado por décadas de belleza creciente y funcionalidad. Un cerco vivo bien establecido requiere mantenimiento considerablemente menor que las alternativas artificiales, además de ofrecer beneficios únicos como purificación del aire, hábitat para la biodiversidad y regulación térmica natural.
Dé el primer paso hoy mismo: evalúe su espacio, identifique sus necesidades específicas y seleccione las especies que mejor se adecuen a su realidad. Consulte viveristas especializados, intercambie experiencias con otros jardineros y paisajistas y, principalmente, no dude en experimentar combinaciones que reflejen su personalidad.
Un cerco vivo bien diseñado y mantenido no solo delimita espacios – crea ambientes, protege intimidades y conecta usted con los ciclos naturales, transformando simples límites en verdaderos oasis para vivir. Comience ahora su viaje hacia un paisajismo más sostenible, funcional e inspirador con un cerco vivo personalizado (¡y bien cerrado!) para su espacio.