La siempreviva azul (Limonium sinuatum) es una planta herbácea y muy florífera, originaria de la región del Mediterráneo, que incluye el sur de Europa, el norte de África y algunos países de Oriente Medio, donde crece espontáneamente en montes arenosos. Aunque en la práctica se trata como una planta anual, en realidad es una planta perenne, de vida corta. Presenta hojas dispuestas en roseta, basales, lanceoladas, pinnadas con grandes lóbulos a cada lado, y recubiertas por una áspera pubescencia.
Las inflorescencias emergen en verano, y son del tipo panículas de espiguillas, terminales, erectas por encima del follaje y sostenidas por tallos alados. Las flores, densamente dispuestas, poseen un cáliz en forma de embudo, de textura papirosa y persistente, con colores vibrantes, y a pesar del nombre común, pueden ser entre amarillo, coral, azul o rosa, según la variedad, y una delicada corola de color claro, que puede ser blanca, rosada o amarilla.
¡Una verdadera sorpresa! La siempreviva azul, mientras crece, es una planta sin muchos atractivos. Algunos dicen que recuerda a la maleza, que tiene aspecto de hierba dañina. Sin embargo, durante la larga floración, ofrece un espectáculo de flores para el jardín. Por esta razón, su uso es indicado para macizos y borduras, mezclada con otras especies, en un estilo más libre e informal, como en los jardines al estilo inglés «cottage».
La siempreviva azul también es muy adecuada para jardines rocosos, de inspiración árida y mediterránea. Pero lo que ha hecho a esta pequeña notable tan famosa en todo el mundo es el hecho de que sus flores persisten hermosas y coloridas, incluso después de secas, ya sea en el jardín o recolectadas para duraderos arreglos florales. Si se deshidratan adecuadamente a la sombra y se mantienen lejos de la luz directa del sol, sus flores difícilmente se desvanecerán. También pueden utilizarse como flores cortadas, incluso frescas.
Debe cultivarse bajo sol pleno, en suelos preferentemente arenosos y bien drenados, enriquecidos con materia orgánica e irrigados regularmente, sin encharcar. Una vez bien establecida, es tolerante a cortos períodos de sequía. Aprecia el clima cálido y soleado del litoral, además de no importarle la salinidad del suelo de estas regiones. No resiste a las heladas. Durante la floración es interesante hacer una fertilización suplementaria, diluida en el agua de riego y rica en fósforo y potasio.
La siempreviva azul presenta una única y larga floración, por lo tanto, no es necesario retirar las flores para que florezca nuevamente. Se multiplica fácilmente por semillas, que deben ser colocadas a germinar, cubiertas, en una mezcla de arena y tierra vegetal, mantenida húmeda. La época ideal para la siembra es en primavera, después de la última helada, o en otoño, si hay disponibilidad de un invernadero. Germina en 7 a 14 días. La oscuridad favorece la germinación. Trasplante cuando las plántulas tengan dos hojas verdaderas. Plante en el jardín solo en primavera, cuando ya esté libre de heladas.