Raquel

Nerine sp

Raquel Patro

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Nerine sarniensis

Raquel o Azucena de Guernese es el nombre común para las plantas ornamentales del género Nerine, tales como N. sarniensis y N. bowdenii. El género Nerine consta de alrededor de 30 especies que crecen en zonas rocosas y montañosas en Sudáfrica. Es una planta bulbosa, herbácea y perenne con flores de gran valor ornamental. Los bulbos tienen forma de botella bulbosa y miden entre 12 y 14 centímetros de diámetro.

Sus hojas son de color verde claro, alargadas, canalizadas y estrechas, formando la base de la planta. Las inflorescencias aparecen a finales del verano y el otoño en forma de umbela, creciendo en tallos erectos por encima de las hojas, semejantes a un «paraguas». Sus flores se asemejan a los lirios, con pétalas en forma de cintas y bordes ondulados, con estambres y anteras de color púrpura. A pesar de tener colores distintivos, son muy similares en ambas especies.

En cuanto a las flores de N. bowdenii, son de color rosa brillante y raramente blancas, mientras que en N. sarniensis son de color rojo, con posibles variaciones de color naranja o salmón. Existen numerosos híbridos y cultivares de Nerine que son populares en regiones de clima templado. A pesar de su belleza, también desprenden un delicado aroma. El fruto es del tipo cápsula subglobosa con paredes membranosas y semillas ovales.

Raquel – Nerine
Frontera com Raqueles
Foto de Alwyn Ladell

Esta planta bulbosa se puede cultivar en áreas exteriores o interiores, siempre y cuando los ambientes interiores reciban luz solar intensa. Suele cultivarse en grupos en el jardín, formando macizos, pero también se adapta bien a macetas, jardineras y jardines en miniatura, destacándose entre otras especies debido a su floración ornamental. Es ideal para crear un jardín de rocas o para llenar los bordes de las paredes o la entrada de la casa.

Además, debido a su larga duración como flor cortada, se utiliza con frecuencia en arreglos florales y ramos. Las raqueles también atraen a los polinizadores, lo que hace que el jardín sea más interesante. Es importante destacar que deben plantarse en lugares que no se perturbarán durante mucho tiempo para un crecimiento óptimo. El mantenimiento implica la eliminación de hojas y tallos florales secos, así como la fertilización para promover una buena floración.

Nerine bowdenii
Foto de James Gaither

Debe cultivarse a pleno sol o a media sombra. Es una planta que prefiere un clima templado y crece mejor en suelos fértiles, neutros o ligeramente ácidos, bien drenados y ricos en materia orgánica. Plante los bulbos a fines del verano, en un suelo preparado y a una profundidad de 4 cm. Luego, cúbralos con mantillo, que puede ser hojas secas, paja o corteza de pino.

Aunque es resistente (tolera temperaturas de hasta -15 °C), la raquel no tolera el clima tropical cálido ni la humedad. Del mismo modo, como no le gusta el exceso de agua, el riego debe ser regular pero cuidadoso: es preferible regar cuando el suelo esté casi seco para evitar que el bulbo se encharque y se pudra fácilmente.

En invierno, los bulbos entran en estado de reposo y la planta pierde sus hojas. En ese momento, reduzca el riego. Después de la floración, es aconsejable fertilizar la planta suavemente con un fertilizante líquido rico en nitrógeno para que los bulbos tengan suficientes reservas para la próxima floración. Florece mejor cuando los bulbos se dejan crecer libremente sin ser replantados durante al menos 4 años. Puede propagarse mediante la división de los bulbillos que se forman alrededor de la planta madre, así como por semillas. Cuando se multiplica por semillas, tarda de 4 a 5 años en comenzar a florecer.

Acerca de Raquel Patro

Raquel Patro es paisajista y fundadora de Planterista.com. Desde 2006 desarrolla contenidos especializados en plantas y jardines, ya que cree que todo el mundo, ya sean aficionados o profesionales, debería tener acceso a contenidos de calidad. Como geek, le gustan los libros, la ciencia ficción y la tecnología.