Planta Platillo

Aeonium tabuliforme

Raquel Patro

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Aeonium tabuliforme - planta platillo
La floración de la Planta-plato.
La floración de la Planta-platillo. Foto de Andy Mabbett

Conocida popularmente como Planta Platillo (Aeonium tabuliforme) debido a su forma plana y circular, esta especie se destaca no solo por su aspecto curioso, sino también por su notable rusticidad. Tanto es así, que la planta platillo ha sido agraciada con el prestigioso Award of Garden Merit de la Royal Horticultural Society, un testimonio de su valor como ornamental y rusticidad en diferentes condiciones de cultivo.

Su tolerancia a suelos pobres y la habilidad de prosperar tanto bajo pleno sol como en media sombra, hacen del Aeonium tabuliforme una elección versátil para jardineros de diferentes niveles de habilidad. El origen del nombre Aeonium viene del griego «aiṓnion», que significa «eterno», una referencia a la longevidad de estas plantas perennes. El epíteto específico tabuliforme, derivado del latín, se refiere a su forma aplanada («tabula» significa «tabla» o «placa» y «forme» indica forma), una descripción de su silueta distintiva.

Nativa de las Islas Canarias, más precisamente de los acantilados húmedos orientados hacia el norte y de las grietas rocosas en la isla de Tenerife, la Aeonium tabuliforme ha evolucionado hacia una forma aplanada que maximiza la captación de luz solar en su hábitat vertical, al mismo tiempo que minimiza la exposición al viento fuerte y la evaporación.

El aspecto más notable del Aeonium tabuliforme es su roseta casi plana, compuesta por hojas suculentas, densamente superpuestas, surgiendo en espiral de un tallo corto o casi inexistente, lo que le confiere una apariencia de disco o plato. Esta roseta puede alcanzar hasta 45 cm de diámetro, variando en altura de solo 2 a 5 cm, dependiendo de las condiciones de cultivo y edad de la planta. Esta roseta exhibe una simetría radial impresionante, contribuyendo al aspecto deslumbrante de la planta. La forma peculiar de la roseta no es meramente decorativa; tiene una función evolutiva, permitiendo a la planta maximizar la captación de luz solar en su hábitat natural, mientras minimiza la exposición al viento y reduce la pérdida de agua por evaporación.

Las hojas del Aeonium tabuliforme son de un verde claro, más o menos espatuladas, terminando abruptamente en una punta aguda y corta. A pesar de ser carnosas, son más finas y suaves, si se comparan con otras suculentas. Además, estas hojas, miden de 3 a 10 cm de longitud por 2,5 a 4 cm de ancho y poseen márgenes adornados por cilios delicados. Las raíces del Aeonium tabuliforme son relativamente pequeñas y superficiales, adaptadas para absorber rápidamente la humedad disponible en su ambiente natural, que consiste principalmente en grietas verticales de formaciones rocosas.

El Aeonium tabuliforme en su hábitat, en Tenerife
El Aeonium tabuliforme en su hábitat, en Tenerife, Islas Canarias. Foto de pantalaimon

Después de varios años de crecimiento, la planta produce un fuerte tallo floral erecto que puede alcanzar de 40 a 60 cm de altura, culminando en una inflorescencia densa del tipo racimo con numerosas flores estrelladas, pequeñas y amarillas. Estas flores, que generalmente surgen en primavera, marcan el ciclo de vida monocárpico de la planta, pues después de la floración, la roseta principal entra en declive. No obstante, antes de alcanzar esta etapa terminal, la planta puede generar «cachorros» o brotes laterales en la base del tallo y en el tallo floral, que aseguran su continuidad.

Ocurren aún dos variaciones de la especie, la forma Cristata y la variedad Variegata. El A. tabuliforme f. cristatum es una forma que se desarrolla a través de una mutación cristata. Esta mutación hace que la planta crezca de manera ondulada y retorcida, formando una montaña suave de secciones en forma de abanico que pueden alternar entre el modo cristata y el normal a lo largo de los años. Así cada planta presenta un patrón de crecimiento único, añadiendo una forma inusual a la colección.

La variedad A. tabuliforme ‘variegatum’ se destaca por sus hojas variegadas, donde el verde más oscuro está enmarcado por bordes blancos, creando un hermoso contraste. Esta variegación no solo realza la belleza del patrón natural de las hojas, sino que también añade un nuevo interés a la planta, con un toque de luminosidad, típico de las plantas variegadas. Es importante notar que al igual que otras plantas variegadas, esta variedad presenta un crecimiento más lento, si se compara con la especie tipo.

En el paisajismo, la Aeonium tabuliforme es excepcionalmente versátil, adaptándose bien a jardines rocosos, jardines de suculentas y ambientes con temática mediterránea y árida. Su tolerancia a suelos pobres y su resistencia a períodos de sequía le permiten prosperar en condiciones donde muchas otras plantas podrían no sobrevivir, ofreciendo una opción de bajo mantenimiento para áreas desafiantes del jardín, como en macizos elevados. Además, su resistencia a plagas y enfermedades minimiza la necesidad de aplicaciones de pesticidas.

La interesante disposición en espiral de la Planta-plato.
La interesante disposición en espiral de la Planta-platillo.

La composición con la planta-platillo en mini-jardines y terrarios abiertos es otra forma de valorizar su aspecto único y su tamaño compacto. En arreglos de terrarios abiertos, puede servir como punto focal o complemento para otras suculentas y cactus, creando un paisaje en miniatura intrigante. La habilidad de crecer en sustratos arenosos o pedregosos con excelente drenaje coincide con las necesidades de muchas otras plantas suculentas, facilitando la creación de un jardín armonioso en pequeña escala.

El Aeonium tabuliforme prospera bajo pleno sol a sombra parcial, aunque el color de sus hojas es más vibrante cuando la planta recibe bastante luz. Sin embargo, es esencial evitar la exposición directa al sol durante las horas más calurosas del día, especialmente en climas más cálidos, ya que esto puede causar quemaduras en las hojas. Una luz filtrada o la sombra parcial durante las horas de mayor calor ayuda a mantener el equilibrio ideal. La especie se adapta bien a ambientes internos, donde puede disfrutar de luz solar filtrada y protección contra temperaturas extremas, especialmente en regiones con clima tropical o ecuatorial, donde las condiciones externas pueden ser demasiado severas para su cultivo al aire libre durante todo el año.

La planta-platillo es tolerante a breves períodos de frío, pero es sensible a las heladas. En regiones donde las temperaturas invernales caen a límites congelantes, es aconsejable cultivar la planta en macetas que puedan ser llevadas a ambientes protegidos durante los meses más fríos.

Un suelo bien drenado es crucial para el éxito del cultivo de Aeonium tabuliforme. Un sustrato propio para cactus o suculentas, enriquecido con material orgánico fibroso, puede proporcionar el drenaje y los nutrientes necesarios. La adición de arena o perlita mejora aún más el drenaje y la porosidad, previniendo el acumulo de agua y posibles problemas de pudrición de raíz.

Las macetas de terracota o cerámica son una buena elección debido a su porosidad, que ayuda a evitar el acumulo de humedad, y a su característica refractaria, que impide el calor excesivo. Buenos agujeros de drenaje son esenciales. Dado el sistema radicular relativamente superficial de la planta, una maceta ancha y poco profunda es ideal para acomodar su crecimiento. Tenga en cuenta el crecimiento en forma de plato, y deje espacio suficiente para que la suculenta desarrolle «su plato de hojas». Evite el uso de platillo bajo la maceta.

El Aeonium tabuliforme gusta de enraizar entre grietas rocosas y su follaje se adapta al formato de las piedras.
El Aeonium tabuliforme gusta de enraizar entre grietas rocosas y su follaje se adapta al formato de las piedras. Foto de Gianluca Cosmacini

Durante la estación de crecimiento, en otoño, invierno y primavera, la fertilización mensual con un fertilizante balanceado, diluido a 1/4 puede promover un crecimiento saludable. Mejor aún si se utiliza un abono con micronutrientes propio para cactus y suculentas. Es importante evitar la fertilización durante el período de dormancia en verano, cuando la planta reduce su crecimiento activo.

El riego debe ser adaptado a las estaciones del año, siendo más frecuente durante los meses de crecimiento (otoño a primavera) y reducido en verano. La tierra debe secarse completamente entre riegos para evitar el encharcamiento. Durante el período de dormancia, en verano, el riego debe ser minimizado a solo lo suficiente para prevenir el secado de la planta.

Aeonium tabuliforme es generalmente resistente a plagas y enfermedades, pero puede ser susceptible a ácaros, pulgones y cochinillas en condiciones de estrés hídrico o de calor excesivo. Fungicidas apropiados pueden ser usados para tratar enfermedades fúngicas, como el oidio, aunque la prevención a través de prácticas culturales adecuadas es preferible.

La propagación del Aeonium tabuliforme puede ser realizada por semillas, enraizamiento de hojas mientras aún conectadas a la planta madre, separación de brotes en el tallo de la flor y decapitación. La propagación por semillas es la más común para esta especie, pues aunque lenta, produce el mayor número de plántulas. Sin embargo, la propagación por semillas no es indicada para multiplicación de plantas cristatas o variegadas, pues las semillas tienden a no reproducir las características de la planta madre.

Al inicio de la primavera, esparza las semillas sobre un sustrato ligero y bien drenado, idealmente una mezcla de arena y turba. Cubra ligeramente las semillas con una capa fina del sustrato. Mantenga el sustrato ligeramente húmedo, pero no encharcado, y en un área con luz indirecta brillante. La temperatura ideal para germinación está entre 19-24°C. Tras la germinación y cuando las plántulas hayan crecido lo suficiente para ser manejadas, transplántelas cuidadosamente a sus macetas individualizadas.

La propagación por el enraizamiento de hojas mantenidas en la planta madre es una técnica peculiar al Aeonium tabuliforme, dada su estructura única. Sus hojas no tienen mucha reserva y por eso la simple estaca de las hojas suele no tener mucho éxito. Elija una hoja sana e intacta en el tallo floral de la planta. Rasque ligeramente la parte inferior de la hoja o haga un pequeño corte para estimular la formación de raíces. Mantenga las condiciones normales de cultivo. La hoja comenzará a desarrollar raíces mientras aún está conectada a la planta madre. Una vez que la hoja haya desarrollado raíces robustas, puede ser cuidadosamente removida y plantada en su propia maceta.

Tras la floración, el Aeonium tabuliforme puede producir brotes a lo largo del tallo de la inflorescencia. Espere hasta que los brotes crezcan lo suficiente para ser removidos con seguridad, generalmente cuando tienen algunas hojas propias. Corte los brotes del tallo de la flor con un cuchillo limpio y afilado. Deje los brotes curar (secar) por algunos días para formar una callosidad sobre el corte. Plante los brotes curados en un sustrato bien drenado, manteniendo ligeramente húmedo hasta que establezcan nuevas raíces.

Tras la floración la roseta comienza a perecer.
Tras la floración la roseta comienza a perecer. Foto de Opuntia.

La decapitación se utiliza para rejuvenecer una planta o estimular la producción de brotes laterales. Usando una herramienta de corte esterilizada, decapite la roseta de la planta, dejando algunos centímetros del tallo en la base. Deje la roseta y el tallo restante secar por algunos días bajo sombra hasta que el corte forme una callosidad. Plante la roseta en una nueva maceta con sustrato bien drenado. El tallo restante en la base generalmente producirá nuevos brotes. Gradualmente, acostumbre las pequeñas plantas a condiciones más soleadas a medida que crecen.

Acerca de Raquel Patro

Raquel Patro es paisajista y fundadora de Planterista.com. Desde 2006 desarrolla contenidos especializados en plantas y jardines, ya que cree que todo el mundo, ya sean aficionados o profesionales, debería tener acceso a contenidos de calidad. Como geek, le gustan los libros, la ciencia ficción y la tecnología.