Cómo Plantar Pitaya como un Experto: Manual Definitivo

Raquel Patro

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Cómo Plantar Pitaya como un Experto: Manual Definitivo

Si has llegado a este artículo, probablemente ya has sido seducido por las Pitayas y estás ansioso por empezar a plantarlas en tu jardín, o incluso comercialmente, ¿verdad?

Una verdadera gema de la naturaleza, los frutos de la pitahaya son dulces, jugosos, con un sabor suave y colores vibrantes. Son del agrado incluso de los paladares más exigentes.

No es de extrañar que sean la elección de chefs de cocina de renombre, e inspiren productos como helados y otros postres que son un festín para los ojos y hacen agua la boca.

Entonces, si tú también eres un devoto de las pitahayas, ¡mis felicitaciones! Has llegado al lugar correcto. Bienvenido al mundo de la pitahaya, también conocida como fruta del dragón, una verdadera joya de la horticultura moderna. En este artículo aprenderás desde lo básico hasta lo avanzado sobre cómo plantar pitahaya, con consejos y secretos para que tengas éxito en el cultivo, ya sea que solo quieras cultivarla en tu jardín o si deseas incluir la pitahaya en tus huertos comerciales.

Pero, ¿qué hace a la pitahaya una elección tan popular?

Selenicereus - Pitaya - Como plantar pitaya
Foto do Canva

Originaria de América Central y del Sur, pero encontrada en climas tropicales y subtropicales alrededor del mundo, la pitahaya o pitaya se destaca con sus flores nocturnas de asombrosa belleza y sus frutos de colores vivos y forma intrigante. En el paisajismo, esta planta no solo añade un toque de exotismo a los jardines, sino que también sirve como un punto focal impresionante. ¿Y sabías que, además de su impresionante apariencia, la pitahaya es un superalimento?

La pitahaya es baja en calorías, pero rica en vitaminas C y B, minerales como calcio y hierro, y antioxidantes que ayudan a neutralizar los radicales libres. La presencia de fibra en la pitahaya promueve una digestión saludable y puede contribuir a la regulación del azúcar en la sangre. Las semillas, a su vez, son fuentes de ácidos grasos omega-3 y omega-9, grasas saludables que son aliadas del corazón. Con un índice glucémico bajo, esta fruta es una excelente opción para quienes buscan mantener una dieta equilibrada. Además, la hidratación es un bono, dado que la pitahaya está compuesta principalmente de agua. Así, su valor dietético y nutricional la convierte no solo en una elección elegante para embellecer platos, sino también en un componente poderoso para una alimentación saludable.

Es decir, al elegir la pitahaya, estamos transformando nuestros jardines con un paisajismo no solo hermoso, sino también útil y sostenible, utilizando plantas comestibles y, de esta forma, trayendo proyectos de jardín más estimulantes y conectados con nuestras necesidades.

Pero, ¿cómo puedes transformar tu jardín con esta maravilla tropical?

En este artículo, profundizaremos en las técnicas y secretos para plantar pitahaya con éxito. Abordaremos desde la elección del suelo perfecto hasta las prácticas de cosecha que garantizan frutas sabrosas y jugosas. Sigue leyendo y descubre:

Lo que necesitas saber antes de plantar la pitahaya

Comprendiendo la Pitahaya

Antes de empezar a plantar, es esencial entender a la protagonista de nuestro cultivo.
La pitahaya es nativa de las Américas, incluyendo México, América Central y del Sur, pero, gracias a exploradores y comerciantes, hoy se cultiva y se disfruta en muchas regiones tropicales y subtropicales alrededor del mundo. Su distribución geográfica se ha expandido a lo largo de los siglos, marcando presencia en países de Asia, como Vietnam y Tailandia, e incluso en Oriente Medio. La adaptabilidad de la pitahaya a diferentes climas es un testimonio de su rusticidad, pero realmente florece en condiciones de alta luminosidad, calor y humedad moderada.

Desde una perspectiva botánica, la pitahaya pertenece a la familia Cactaceae y al género Selenicereus, conocido por sus largos tallos trepadores. Estos tallos, que algunos podrían confundir con «troncos», son en realidad tallos suculentos que almacenan agua y nutren a la planta. La pitahaya no tiene hojas, como muchas especies de cactus, por lo que los tallos trepadores realizan la fotosíntesis. La pitahaya se caracteriza por sus grandes flores que se abren de noche, exudando un aroma encantador para atraer a sus polinizadores naturales, como murciélagos y mariposas.

Las flores de la pitahaya son espectaculares y se abren por la noche.
Las flores de la pitahaya son espectaculares y se abren por la noche. Foto de Thierry Cailleux

Las flores son un espectáculo en sí mismas, con pétalos que varían del blanco al rosa, y duran solo una noche. Después de la polinización, la planta desarrolla sus frutos: grandes, con una cáscara que varía del amarillo al rosa intenso, llena de protuberancias que recuerdan llamas o escamas, de ahí su nombre popular de fruta del dragón. El interior de la fruta es una pulpa jugosa y firme, salpicada de pequeñas semillas negras, creando un contraste visual y una textura interesante al paladar.

Originalmente recolectada por pueblos indígenas, la pitahaya fue domesticada hace siglos. Las primeras evidencias de su cultivo datan de los Mayas y los pueblos indígenas de América Central. Con el tiempo, su cultivo se difundió, y la fruta ganó popularidad en todo el mundo por su belleza ornamental y su sabor dulce y suave, que recuerda una mezcla de kiwi y pera.

Hoy en día, la pitahaya no solo es un componente de lujo en platos gourmet, sino que también es valorada por sus propiedades nutricionales. El cultivo de la pitahaya se extiende desde pequeñas operaciones familiares hasta grandes plantaciones comerciales, evidenciando su creciente demanda y la importancia de comprender cómo cultivarla con éxito.

Escogiendo el Tipo de Pitahaya

Pero antes de continuar…

¿Has pensado cuál es tu pitahaya favorita?

Antes de aventurarnos en el cultivo propiamente dicho, es importante conocer las diferentes pitahayas y sus características. Algunas especies pueden ser más adaptables a tu región que otras y esto puede marcar una gran diferencia a la hora de cultivar. Además, las calidades de color y sabor de los frutos varían, y no tiene sentido plantar una pitahaya que no sea de tu agrado. Así que exploremos cada una de estas especies y sus variedades:

Pitahaya Blanca – Selenicereus undatus

Pitaya blanca
Foto de Canva

La Selenicereus undatus (anteriormente Hylocereus undatus) es la especie más común, a menudo aclamada como la ‘pitahaya de pulpa blanca’. Su popularidad no es solo por su dulzura moderada y sabor suave, sino también por su adaptabilidad a una amplia gama de condiciones climáticas. Esta especie es considerada la más rústica y prospera tanto en climas secos como húmedos, resistiendo hasta cierto punto las variaciones climáticas.

Cultivares notables:

  • ‘Alice’: Se destaca por su tamaño grande y sabor dulce.
  • ‘Cosmic Charlie’: Una variedad menos común, con piel de color vibrante y sabor exótico.

Pitahaya Roja – Selenicereus costaricensis

pitaya roja
Foto de Canva

La Selenicereus costaricensis o S. polyrhizus (sinónimo), conocida como ‘pitahaya de pulpa roja’, tiene una vibrante pulpa de color magenta. Menos dulce que la Selenicereus undatus, ofrece un sabor más terroso. Esta especie prefiere climas cálidos y tropicales y puede no ser tan resistente a temperaturas más bajas.

Cultivares notables:

  • ‘Costa Rica Night’: Es elogiada por su crecimiento vigoroso y frutos grandes.
  • ‘Delight’: Esta cultivar es conocida por su producción consistente y sabor equilibrado.

Pitahaya Amarilla – Selenicereus megalanthus

Selenicereus megalanthus
Foto de Canva

Finalmente, tenemos la Selenicereus megalanthus, que se distingue por su cáscara amarilla y pulpa blanca. Con una dulzura que supera a las otras especies, esta pitahaya es también la más exigente, prefiriendo condiciones de cultivo que imiten su hábitat natural de altitudes más elevadas en Sudamérica. La cosecha de esta especie puede ser más laboriosa, ya que sus espinas requieren una cuidadosa eliminación.

Cultivares notables:

  • ‘Yellow Dragon’: Conocida por su intensa dulzura y alto valor en el mercado.
  • ‘Ecuadorian Yellow’: Difiere en robustez, produciendo frutos bajo los cuidados adecuados.

Al seleccionar entre estas diferentes especies, debe considerar no solo el clima y el suelo, sino también el gusto deseado. Si es necesario, visite el mercado y compre una fruta de cada tipo para probar. Después de todo, cada una de estas especies tiene sus propias exigencias de cultivo y características que pueden influir en la decisión de cuál cultivar.

Condiciones Ideales de Crecimiento

Muchos principiantes asumen erróneamente que, al ser un cacto, la pitahaya prefiere un clima árido del desierto. Sin embargo, este no es el caso. La pitahaya se describe mejor como una planta hemiepífita originaria de regiones húmedas de selvas tropicales. Esto significa que prefiere crecer apoyándose en el tronco de los árboles, y aunque valora el calor, también se beneficia de la humedad de este tipo de ambiente y no debe ser relegada a un entorno desértico.

Clima y Condiciones de Luz Ideales

Si desea cultivar pitahaya, es esencial reconocer su preferencia por un clima que combine calor con humedad moderada. Las temperaturas entre 21-29°C son ideales, pero la planta es lo suficientemente resistente para soportar variaciones. Tenga en cuenta que las pitahayas pueden resistir hasta -2ºC o 40ºC, siempre que sea por cortos periodos. Las plantas que sufren con el frío entran en dormancia, así como aquellas que están expuestas a un calor intenso detienen su fotosíntesis para no deshidratarse. Evite la exposición a heladas o frío intenso, ya que pueden causar quemaduras y congelación en las plantas.

En cuanto a la luz, la pitahaya necesita abundante luz solar. Dependiendo de la especie y variedad, de su objetivo de cultivo y del clima de su región, puede ser más interesante cultivarla a pleno sol o en semisombra. Entienda que la mayoría de las plantas comerciales se adaptan a ambas condiciones. De cualquier manera, se requieren al menos 6 horas de luz solar filtrada o directa al día para un desarrollo óptimo. Exploraremos cómo el cultivo de pitahaya se adapta a tres zonas climáticas distintas: subtropical, templada y tropical a ecuatorial.

Pitahaya en el árbol
En la naturaleza, la Pitahaya gusta de trepar por los troncos de los árboles. Foto de Forest and Kim Starr

Clima Subtropical

En climas subtropicales, la pitahaya encuentra un equilibrio ideal entre el calor necesario para su crecimiento y la incidencia de temperaturas más frescas que no son extremas. En este escenario, generalmente no es necesario proporcionar sombra, ya que la planta es capaz de tolerar e incluso beneficiarse de la exposición directa al sol. La luz solar plena impulsa la fotosíntesis y ayuda en el proceso de floración y fructificación. Sin embargo, es crucial monitorear la humedad, ya que períodos de sequía pueden requerir riego suplementario, mientras que períodos lluviosos exigen excelente drenaje para prevenir la podredumbre de las raíces.

Clima Templado

El desafío de cultivar pitahaya en clima templado radica en la necesidad de proteger las plantas de las bajas temperaturas. El invernadero emerge como una solución indispensable en este contexto. No solo proporciona refugio contra el frío, sino que también permite controlar el ambiente de crecimiento, manteniendo las temperaturas dentro de un rango ideal para la pitahaya, que generalmente prefiere temperaturas por encima de 10°C. Además, el invernadero puede proteger las plantas de las heladas, que son perjudiciales y pueden dañar o matar la planta. El uso de invernaderos debe ser bien planificado para evitar el sobrecalentamiento y proporcionar ventilación adecuada en los días más calurosos.

Zonas Tropicales a Ecuatoriales

En las regiones tropicales a ecuatoriales, la pitahaya se encuentra en su hábitat más cercano al natural, con calor abundante y alta humedad. Sin embargo, aquí la intensidad de la radiación solar puede ser excesiva, lo que puede llevar a quemaduras en los tejidos vegetales y estrés hídrico. Por lo tanto, aunque la planta tolere el sol directo, en algunos casos, el sombreado parcial puede ser beneficioso, especialmente durante las horas de máxima insolación del día. Recuerde que en su hábitat, generalmente crece protegida por el dosel de los árboles, por lo que estructuras como pantallas de sombra o plantaciones intercaladas con cultivos más altos que proporcionen sombra natural pueden ser estrategias efectivas para mitigar el exceso de luz y calor.

En cada uno de estos climas, la pitahaya exige un manejo diferenciado para asegurar su desarrollo y productividad. En el clima subtropical, la vigilancia sobre la humedad es clave; en el templado, la protección contra el frío es vital; y en las zonas tropicales a ecuatoriales, el control del exceso de luz solar se convierte en esencial. Comprender estas matices climáticas y aplicarlas en el manejo del cultivo de la pitahaya es fundamental para aprovechar al máximo el potencial de esta planta exuberante.

Tipo de Suelo y pH Recomendados

El suelo ideal para la pitahaya es aquel que simula el sustrato encontrado en su hábitat natural: forestal y bien drenado. En algunos aspectos, son como otros cactos. Es decir, suelos pesados y encharcados son enemigos de sus raíces, por lo tanto, asegure un buen drenaje, ya sea a través de camas elevadas o la incorporación de arena, yeso y materia orgánica al suelo. Nunca intente cultivar pitahayas en terrenos inundados sin una preparación previa.

Plantación de Pitahaya
La pitahaya aprecia terrenos bien drenados para crecer saludable. Foto de Canva.

En cuanto al pH, las pitahayas prosperan en condiciones ligeramente ácidas a neutras, con un pH del suelo ideal situado entre 5.5 y 7. Antes de plantar, realice una prueba de pH y ajústelo si es necesario. La corrección del suelo puede hacerse con azufre para aumentar la acidez o con cal para alcalinizar, dependiendo de la necesidad. La corrección del pH permitirá un buen desarrollo de las raíces y la absorción adecuada de los nutrientes de los fertilizantes que seguirán. De cualquier forma, siempre agregue materia orgánica al suelo, que puede venir en forma de estiércol de corral bien curado. Recuerde que está cultivando una planta frutal, y como tal, tiene una necesidad mayor de nutrientes.

Durante la preparación del terreno, elimine las malas hierbas y otras plantas que puedan competir con la pitahaya. Independientemente de si el suelo del terreno necesitará de camas elevadas o no, es importante revolver el suelo hasta una profundidad de 30 a 40 cm para asegurar que esté suelto y aireado. Aproveche este momento para incorporar materia orgánica suplementaria, hacer correcciones de pH y añadir fertilizantes de plantación ricos en fósforo, que favorecen el enraizamiento.

Si piensa plantar pitahaya en macetas, lo cual es perfectamente posible, utilice una buena capa de drenaje en el fondo del macetero y emplee un sustrato especial para cactus, enriquecido con compost orgánico y que permita un drenaje adecuado.

Cómo plantar pitahaya

Las pitahayas son plantas que se propagan fácilmente, ya sea por semillas o esquejes. También son muy adecuadas para el injerto. Si tiene dificultades para cultivar alguna variedad específica en su región, puede utilizar este método. Elija una variedad que se adapte bien como patrón (portainjerto) y la variedad deseada como injerto (variedad injertada). El injerto en pitahaya ofrece excelentes resultados, con altas tasas de éxito, lo que la convierte en un cactus de elección como portainjerto para una infinidad de otros cactus. Sin embargo, el tema del injerto merece un artículo exclusivo y no lo trataremos aquí.

Pero, ¿es mejor plantar por semillas o por esquejes?

Si su interés en el cultivo de pitahaya es doméstico y recreativo, y tiene paciencia para esperar los resultados, la siembra por semillas puede ser muy gratificante. La siembra de semillas también es una alternativa viable si no tiene acceso a esquejes o plántulas de buena calidad, o si su objetivo es el desarrollo de nuevas variedades de la planta.

En la práctica, el cultivo por esquejes debería ser su elección si desea ver sus plantas produciendo pronto, o si quiere cultivar la pitahaya comercialmente, ya sea para producción de frutas o de plántulas.

¿Exploramos ambos métodos de cultivo?

Siembra de Pitahaya por Semillas

Plántula de Pitahaya
Foto de Grahame Bowland

Ventajas:

  • Diversidad genética: Cada semilla puede resultar en una planta con características únicas, lo que puede ser beneficioso para la adaptación a diferentes condiciones climáticas y resistencia a enfermedades.
  • Costo: Si ya dispone de frutas, puede obtener las semillas sin costo adicional.

Desventajas:

  • Crecimiento lento: La pitahaya cultivada a partir de semillas puede tardar varios años, de 5 a 7, para empezar a fructificar.
  • Inconsistencia: Las semillas aportan variabilidad genética, lo que significa que puede haber una gran variación entre las plantas en términos de calidad y cantidad de fruto producido.

Paso a paso de la siembra por semillas:

  1. Extracción: Seleccione un fruto maduro, sabroso y sano de la variedad deseada. Extraiga las semillas de la pitahaya y lávelas para quitar la pulpa. Una cucharada sopera es suficiente para obtener una buena cantidad de semillas.
  2. Secado: Extienda las semillas y déjelas secar a la sombra durante 24-48 horas.
  3. Siembra: Plante las semillas en bandejas de siembra con un sustrato ligero y bien drenado, cubriéndolas con una capa fina de tierra. Puede aumentar las tasas de germinación utilizando sustrato estéril.
  4. Ambiente: Riegue el sustrato ligeramente con un pulverizador cada 5 días y mantenga las bandejas en un lugar con luz indirecta hasta la germinación. Las cajas de vegetación transparentes pueden ser útiles para mantener la humedad constante durante todo el proceso de germinación. Proteja las bandejas del sol directo para evitar el calor excesivo.
  5. Germinación: Después de unos 20 días, las semillas emiten su primera raíz y comienzan a desarrollarse.
  6. Trasplante: Cuando las plántulas alcancen unos centímetros de altura, trasplántelas a macetas más grandes e individuales. Mantenga las macetas proporcionales al tamaño de las plantas y cambie gradualmente a macetas más grandes a medida que la planta crezca.
  7. Entutorado: Recuerde que las pitahayas son trepadoras, por lo que proporcione un soporte adecuado tan pronto como las plántulas comiencen a alargarse.
  8. Plantación definitiva: Una vez que sus plántulas alcancen los 30 centímetros, ya pueden ser trasladadas al lugar definitivo. Antes de proceder a la plantación, aclimate la planta al lugar con más luz gradualmente (una hora más por semana) para evitar quemaduras.
Plántula de Pitahaya
Plántulas listas para el plantío en macetas individuales. Foto de Maja Dumat

Siembra de Pitahaya por Esquejes

Ventajas:

  • Crecimiento rápido: Las plantas de esquejes suelen crecer más rápidamente y comienzan a fructificar en un periodo de 1 a 2 años.
  • Uniformidad: Los esquejes son clones de la planta madre, lo que resulta en frutas de calidad y características predecibles.

Desventajas:

  • Necesidad de Plantas Madre: Se requiere tener acceso a plantas adultas y saludables para obtener los esquejes.
  • Menor diversidad genética: Al ser clones, existe una menor variabilidad genética, lo cual puede ser problemático en caso de enfermedades.

Paso a Paso:

  1. Selección: Escoja ramas saludables de plantas adultas y conocidamente productivas. Esquejes tomados de plantas menores a un año tienen dificultades para enraizar. Prefiera ramas de la parte baja o media de la planta. En clima templado o subtropical, la mejor época para plantar esquejes es la primavera. Sin embargo, si cuenta con un invernadero, también puede realizar la plantación en otoño. En climas tropicales, es posible hacer esquejes de pitaya durante todo el año, pero preferentemente después de la fructificación.
  2. Corte: Utilice una tijera de podar y corte esquejes de 20 a 30 cm de longitud, escogiendo preferentemente los entrenudos. Los tallos tienen espinas, por lo que debe protegerse con guantes gruesos. Marque la posición del esqueje en la planta, con un marcador o cinta, para identificar fácilmente la parte que estará más próxima a las raíces y evitar plantarla al revés.
  3. Curación: Deje los esquejes curarse por una semana aproximadamente en un lugar seco y sombreado para que formen una cicatriz en el extremo cortado. Plantar inmediatamente puede resultar en una mayor pérdida de esquejes, que se vuelven susceptibles a infecciones por hongos y podredumbre.
  4. Plantación: Plante los esquejes en recipientes con sustrato preparado especialmente para cactáceas, enriquecido preferentemente con materia orgánica. Para un enraizamiento rápido, utilice polvo enraizador (como Ácido Indolbutírico), o productos específicos para enraizamiento, con extractos de algas, como Forth Raíz o Seacrop. Entierre el esqueje unos 5 cm en el suelo.
  5. Estabilización: Use una estaca de apoyo si es necesario para mantener el esqueje vertical mientras se establece.
  6. Ubicación: Mantenga los esquejes plantados en un lugar con luz abundante, pero protegidos del sol directo. Al no tener raíces, pueden deshidratarse rápidamente bajo condiciones de pleno sol.
  7. Riego: Mantenga el suelo ligeramente húmedo, pero nunca encharcado, hasta que la planta comience a brotar, lo que indica que el esqueje ya ha desarrollado raíces fuertes.
Esqueje de Pitaya
Esqueje de Pitaya cortado correctamente en los entrenudos. Foto de Maja Dumat

Plantación en el lugar definitivo

Una vez que las plántulas estén bien formadas, debemos proceder a la aclimatación. Dado que en sus etapas iniciales crecieron en condiciones protegidas, perdieron su capacidad para tolerar la exposición solar directa. De no realizar una aclimatación gradual, podrían sufrir quemaduras y estrés oxidativo. Entonces, antes de plantar en el lugar definitivo, es conveniente hacer un cambio progresivo de la media sombra al sol a lo largo de unas semanas. Comience exponiendo las plántulas al sol matutino y aumente una hora por semana hasta que reciban 6 horas diarias de sol. En esta fase, la utilización de fertilizantes a base de aminoácidos ayuda a las plantas a superar la fase de estrés sin comprometer su desarrollo.

  1. Preparación: El suelo debe ser preparado preferentemente con 3 meses de anticipación. Revuelva y corrija el pH – recuerde que la pitaya prefiere un suelo ligeramente ácido, con un pH entre 5,5 a 7. Añada materia orgánica y fertilizante adecuado para la plantación, con altos contenidos de fósforo.
  2. Cuna: Prepare la cuna de plantación, haciendo hoyos de 20 a 30 cm de profundidad y ancho. Pero tenga en cuenta el tamaño de los recipientes de las plántulas. La cuna de plantación debe ser un poco mayor.
  3. Plantación: Retire la maceta o bolsa de plantación con cuidado para no dañar las raíces de la planta. Si la plántula ha estado esperando mucho tiempo para la plantación y presenta raíces enredadas, es importante podar las raíces para estimular un crecimiento normal.
  4. Cobertura: Cubra la base de la plántula con una capa delgada de suelo y agregue una capa de mulch alrededor de la planta. Puede usar corteza de pino o incluso tela agrícola. Es importante que esta capa no toque el tallo de la planta.
  5. Riego: Riegue inmediatamente y cada vez que note que el suelo está muy seco. Si opta por plantar durante un período de lluvias, no será necesario preocuparse por el riego.
  6. Espaciamiento: Dependiendo del método de cultivo y soportes elegidos, el espaciamiento puede variar. Tome como principio un espaciamiento de 3 metros entre plantas y 2 metros entre filas. Además de reducir la competencia, este espaciamiento facilitará el manejo, como la cosecha.
Pitaya regada
El riego es importante en el cultivo de la Pitaya. Foto de Vmenkov

Soporte y Tutoría de la Pitahaya

Uno de los aspectos más importantes a considerar desde el momento de la siembra es el soporte. La pitahaya es un cactus trepador y, como tal, necesita de un soporte para fijarse y crecer adecuadamente. Sin soporte, crece desorientada en el suelo, como una planta rastrera. En el jardín, podemos plantarla cerca de un árbol que pueda escalar o preparar un tutor, como un poste, para ella. En cultivos comerciales, debes pensar seriamente en la elección del soporte, ya que esto puede interferir en el manejo futuro e incluso en la integridad de tu huerto de pitahayas.
No has leído mal…

Descuidar la tutoría puede poner en riesgo la integridad de tu producción.

Pitahaya sin soporte
Sin tutoría, la pitahaya crece torcida y caída sobre el suelo. Foto de David J. Stang

Muchos productores utilizan adaptaciones de viñedos y espalderas, técnicas que se aplican en otras frutas trepadoras, como la uva, el kiwi o la maracuyá. Pero lo que algunos no consideran es que las plantas de pitahaya pesan mucho más que estas. Además de su propia vegetación suculenta, cuando están en plena fructificación, son cientos de kilos sobre las estructuras de soporte. Por lo tanto, necesitas pensar en un soporte que sea robusto, fuerte y delicado con estas plantas al mismo tiempo.

Los postes, sean individuales para cada planta o utilizados para sostener la estructura, deben ser preferentemente de hormigón armado o madera de buena calidad. Si utilizas alambres para sostener las plantas, elige los dobles y de acero, y ten en cuenta que necesitarás protegerlos con mangueras o neumáticos, ya que los alambres y varillas pueden herir los tallos suculentos de las pitahayas.

Sistema de producción con postes individualizados.
Sistema de producción con postes individualizados. Foto de Canva

Las pitahayas se fijan a través de raíces aéreas a sus soportes y no se adhieren a superficies metálicas, prefiriendo la porosidad de la madera o el concreto. Por lo tanto, debes ofrecer soportes de estos materiales, o utilizar cuerdas para guiarlas hasta el enrejado horizontal, para que puedan apoyarse y derramar sus ramas. No pienses que podrás cambiar el soporte por uno mejor con el tiempo. Lo ideal es que las plantas ya reciban los soportes definitivos en esta fase. El intento de remover o cambiar el soporte causará heridas en las plantas ya bien adheridas.

Conociendo estos detalles, podrás pensar en cómo hacer un viñedo o espaldera modificada, reforzada y adecuada para plantas de pitahaya. Una alternativa muy interesante es la utilización de muros, ya que la pitahaya puede coronarlos majestuosamente. Productores de hortalizas, que utilizan muros para proteger sus cultivos de los vientos fuertes, han aprovechado estos lugares para el cultivo de pitahaya con éxito.

Al tutorar tus pitahayas, ten en cuenta que debes utilizar dos plantas por poste, donde crecerán solo uno o dos ramas verticales por planta. Las estructuras horizontales, donde las plantas podrán ramificar y derramar sus ramas, deben estar elevadas entre 1,5 y 1,8 metros de altura, facilitando el manejo. Durante el crecimiento en altura, no confíes en que las pitahayas encontrarán el soporte y se fijarán solas; ayúdalas atándolas con lazos a los soportes.

Crecimiento de la pitahaya en espaldera
Crecimiento de la pitahaya en espaldera con bambúes. Foto de Vmenkov

Cuidados Post-Siembra

Tras hacer realidad el sueño de cultivar pitahaya, es hora de entrar en la fase crítica que dicta el éxito de tu cultivo: los cuidados post-siembra. Esta etapa es crucial y requiere especial atención a la irrigación y nutrición, así como a las técnicas de poda y sostén.

Irrigación y Nutrición

La pitahaya, a pesar de ser un cactus resistente, tiene sus requerimientos específicos en cuanto a agua y nutrientes. Recuerda que, a diferencia de la mayoría de los otros cactus, la pitahaya crece rápidamente y es muy fructífera, por lo que tiene mayores demandas.

Frecuencia y cantidad de riego:

  • Establecimiento de las plantas: Después de la plantación, el riego debe ser más frecuente para asegurar el establecimiento de las plantas. Riegue cada 2-3 días, permitiendo que el suelo se seque ligeramente entre riegos.
  • Plantas establecidas: Cuando las plantas estén establecidas, la frecuencia puede reducirse. La pitahaya tolera la sequía, pero un riego regular promueve el crecimiento y la fructificación. Durante el período vegetativo, riegue semanalmente.
  • Fructificación: La formación de frutos jugosos requiere una mayor cantidad de agua, pero sin excederse. La sobreirrigación en este período provocará frutos agrietados.
  • Monitoreo del suelo: Utilice un medidor de humedad o verifique el suelo hasta aproximadamente 15 cm de profundidad. Si está seco, es hora de regar.

Recomendaciones de fertilización y nutrientes esenciales:

  • Fertilización inicial: Después de la plantación, use un fertilizante rico en fósforo para estimular el desarrollo de las raíces.
  • Mantenimiento: Durante el crecimiento, utilice un fertilizante balanceado (como NPK 10-10-10) cada dos meses.
  • Fertilización durante la fructificación: Aumente el potasio para promover frutas de mejor calidad.
  • Nutrición foliar: Las pulverizaciones foliares con microelementos (como boro y zinc) pueden corregir deficiencias específicas y mejorar la salud general de la planta.

Cómo Podar la Pitahaya

La poda es un elemento vital en el cultivo de pitahayas, esencial tanto para el desarrollo saludable de la planta como para la obtención de frutos de calidad. Existen tres tipos principales de poda: formación, mantenimiento y rejuvenecimiento. Cada una tiene un objetivo específico y un momento ideal para realizarse.

Poda de Formación

Esta es la primera poda y es crucial para el establecimiento de la estructura de la planta.

  • Cuándo: Realícela en el primer y segundo año después de la plantación, cuando la planta alcance cerca de 30 cm de altura.
  • Objetivo: Dirigir el crecimiento vertical y estimular el desarrollo de un tallo principal fuerte.
  • Procedimiento: Seleccione de 2 a 4 ramas principales y corte las demás. Estas ramas seleccionadas serán las que se fijarán al soporte y proporcionarán estructura para que la planta crezca de forma equilibrada y robusta.
Campo de pitahaya
La poda debe realizarse después de la fructificación, para despejar la planta y eliminar el exceso de peso, estimulando nuevos brotes. Foto de Canva.

Poda de Mantenimiento

Esta poda se realiza regularmente para mantener la planta saludable y productiva.

  • Cuándo: Anualmente, después del final de la cosecha, generalmente a finales de otoño o principios de invierno.
  • Objetivo: Remover ramas excesivas, dañadas o que ya produjeron frutos para mejorar la aireación y la exposición a la luz. El centro de la planta debe ser visible desde todos los ángulos después de la poda.
  • Procedimiento: Identifique las ramas que ya fructificaron, ya que estas raramente producirán de nuevo. Córtelas en la base. También corte cualquier rama seca, dañada o enferma para prevenir que se conviertan en vectores de enfermedades.

Poda de Rejuvenecimiento

Es una poda más intensa que busca renovar plantas más viejas.

  • Cuándo: Cada 3-4 años, dependiendo de la vitalidad y la producción de la planta.
  • Objetivo: Revitalizar plantas antiguas y estimular el surgimiento de nuevos ramas productivas.
  • Procedimiento: Realice cortes más drásticos, reduciendo la planta en aproximadamente un tercio o la mitad de su tamaño. Elimine ramas internas para incentivar el crecimiento de nuevas ramas fructíferas y mejorar la ventilación y penetración de la luz solar.

En todos los tipos de poda, es fundamental usar herramientas debidamente esterilizadas para evitar la transmisión de enfermedades. Cortes limpios y precisos también ayudan en la rápida recuperación de la planta. En ramas jóvenes y tiernas, la tijera de poda será suficiente. En ramas antiguas, tal vez sea necesario una sierra. Después de la poda, es recomendable aplicar un fungicida natural, como pasta a base de cobre, para proteger las heridas de posibles infecciones fúngicas, a las cuales los cactos son muy susceptibles.
La poda no es solo una cuestión de estética o conveniencia; es una práctica agronómica que estimula el vigor de la planta y la producción de frutos. Al adoptar un enfoque cuidadoso y metódico para la poda de sus pitahayas, estará invirtiendo en el futuro de su producción y en la salud general de sus plantas.

Polinización de la Pitahaya

La pitahaya depende significativamente del proceso de polinización para fructificar bien. Frutos numerosos, grandes y con buen peso solo se obtienen cuando están bien polinizados. En su hábitat, la polinización es mayormente un espectáculo nocturno. La flor de la pitahaya, también conocida como «reina de la noche», florece al atardecer y durante la noche, atrayendo polinizadores específicos de estos horarios, como murciélagos y, en algunas regiones, grandes mariposas. Estos polinizadores son atraídos por el intenso aroma y el néctar que ofrecen las flores, y en su búsqueda de alimento, terminan transportando el polen de una flor a otra, promoviendo la polinización cruzada.

Variedades y Necesidades de Polinización

La polinización asegura una gran producción de frutos.
La polinización asegura una gran producción de frutos. Foto de Canva

Es crucial comprender que hay variaciones entre las especies de pitahaya que afectan sus necesidades de polinización. Algunas variedades pueden autopolinizarse, lo que significa que pueden fertilizarse con su propio polen, mientras que otras requieren polinización cruzada para producir frutos. La pitahaya autopolinizante generalmente tiene una tasa de fructificación más alta en condiciones aisladas, lo cual es una ventaja para los productores que no tienen una gran diversidad de plantas. Por otro lado, las variedades que requieren polinización cruzada dependen de la presencia de otra pitahaya de una línea genética diferente para que la transferencia de polen ocurra y la fertilización sea exitosa.

Polinización Manual: Paso a Paso

En el cultivo comercial o en jardines donde los polinizadores naturales no están presentes en número suficiente, la polinización manual se convierte en una herramienta valiosa para asegurar la producción de frutos. Aquí está cómo realizar este proceso:

  1. Identificación de la Floración: El primer paso es identificar las flores que están listas para ser polinizadas. Esto se hace observando las flores de pitahaya que se abren por la noche y permanecen abiertas hasta las primeras horas de la mañana.
  2. Recolección del Polen: Con un pincel suave o un hisopo, recolecte cuidadosamente el polen de las anteras de una flor. Si está trabajando con variedades que necesitan polinización cruzada, asegúrese de recolectar el polen de una planta genéticamente distinta.
  3. Transferencia del Polen: Con delicadeza, transfiera el polen recolectado al estigma de la misma flor o de otra flor, dependiendo de si se requiere autopolinización o polinización cruzada. El estigma es la parte superior pegajosa del pistilo, ubicada en el centro de la flor.
  4. Repetición del Proceso: Repita el procedimiento en varias flores para aumentar las posibilidades de una fertilización exitosa.
  5. Registros y Observaciones: Se recomienda mantener un registro de las flores polinizadas manualmente para monitorear la tasa de éxito y ajustar las técnicas según sea necesario.

La polinización manual es una técnica precisa que requiere delicadeza y atención al detalle, pero cuando se realiza correctamente, puede aumentar significativamente la productividad de la pitahaya. La polinización puede ser cruzada con variedades compatibles o autopolinización, dependiendo de la variedad. Esta fase es crítica, ya que determinará la calidad y cantidad de la cosecha. La flor de pitahaya es efímera, abriendo solo una vez por la noche y cerrando por la mañana, y la polinización debe ocurrir en este breve intervalo.
Secreto de cultivo: Cuando la flor se abre y, en consecuencia, es fecundada (justo después de la apertura de la flor), podemos colocar una cinta de color diferente cada día. A partir de esto, podemos contar 4 semanas (o otro período según la variedad – es importante observar y hacer pruebas) para esa fruta, para ser cosechada.

¿Cuándo debe cosecharse el fruto de la pitahaya?

Pitahaya Roja
¿Cómo saber cuándo es el mejor momento para cosechar estas maravillas? Foto de Canva.

La pitahaya alcanza la maduración entre 30 y 50 días después de la floración. A diferencia de otras frutas como papayas o bananas, la pitahaya no madura después de ser cosechada, por lo que debe ser recolectada en el punto justo de maduración. Los indicativos de que la fruta está lista para la cosecha incluyen:

  • Cambio de color: La piel de la fruta cambia de un verde vibrante a un rosa intenso o amarillo, dependiendo de la variedad. Espere a que la base y la punta de la fruta se coloreen antes de cosechar. Las puntas de las brácteas de la cáscara de la fruta pueden marchitarse ligeramente.
  • Textura: La pitahaya madura tiende a ceder ligeramente al tacto, sin estar demasiado blanda.
  • Aroma: Un aroma dulce y sutil es frecuentemente emitido por la fruta madura.
  • Sutura de la fruta: Si comienza a abrirse ligeramente en la sutura, es una señal de que la pitahaya está en el punto óptimo de maduración.

Técnicas de cosecha para preservar la calidad de la fruta:

  • Utilice unas tijeras de podar o un cuchillo afilado y esterilizado para cortar el pedúnculo a unos 0,5 a 1 cm de la fruta.
  • Evite tirar de la fruta, ya que esto puede dañar la planta madre y la propia pitahaya.
  • Coseche en las horas más frescas del día para minimizar el estrés de la fruta.
  • Maneje con cuidado para evitar contusiones en la cáscara que pueden llevar a un deterioro precoz.

Consejos para el almacenamiento y prolongación de la frescura:

  • Enfríe las frutas después de la cosecha para reducir la respiración y aumentar su durabilidad.
  • Mantenga las pitahayas a una temperatura de 7 a 10°C con una humedad relativa del 90-95% para maximizar su vida útil.
  • Evite almacenar junto a frutas que emiten etileno, como manzanas y plátanos, ya que esto puede acelerar su deterioro.
chips de pitahaya
Hoy en día existen muchos productos industrializados para preservar el sabor y las características nutricionales de la Pitahaya, como los chips de la fruta. Foto de Marco Werch

Consideraciones para la comercialización de la pitahaya:

  • Empaque las frutas en materiales que minimicen daños mecánicos y protejan contra golpes durante el transporte.
  • Utilice empaques que favorezcan la ventilación y eviten la acumulación de humedad.
  • Tenga en cuenta la apariencia externa de la pitahaya para la venta, ya que es el primer criterio de selección de los consumidores.
  • Cree una narrativa de marca que resalte las cualidades nutricionales, el método de cultivo sostenible y el origen de las pitahayas.
  • Explore canales de comercialización que valoren productos exóticos y de nicho, como tiendas gourmet, ferias de productos orgánicos y plataformas de comercio electrónico.

Siguiendo estos consejos, se puede maximizar la calidad y el valor de mercado de la pitahaya, asegurando que la fruta no solo deleite el paladar, sino que también contribuya a la viabilidad económica del cultivo.

Plagas y enfermedades de la Pitahaya

La pitahaya, o fruta del dragón, es un cultivo relativamente rústico pero aún susceptible a ciertas plagas y enfermedades. La prevención y el manejo adecuados son cruciales para asegurar un crecimiento saludable y una producción abundante de la fruta. Conozcamos las plagas y enfermedades más comunes:

  • Coquillas: Estos insectos chupadores se encuentran frecuentemente en las pitahayas, pudiendo causar amarillamiento de los tallos. Para su control, el uso de aceite de neem o jabón insecticida puede ser efectivo. En casos graves, pueden ser necesarios insecticidas específicos, siguiendo las recomendaciones agronómicas.
  • Ácaros: Los ácaros pueden atacar los tallos, causando manchas y eventualmente la caída prematura de los mismos. El control se puede realizar con acaricidas y aumentando la humedad relativa del aire, ya que los ácaros no proliferan bien en ambientes húmedos.
  • Barrenador de los cactos: Esta plaga perfora el tallo de la pitahaya, comprometiendo la planta entera. El control se lleva a cabo mediante la eliminación y destrucción de las partes infestadas y la aplicación de insecticidas registrados para tal fin.
  • Pájaros, roedores y otros animales: Esté atento a las picaduras de pájaros y ataques de roedores que pueden alimentarse tanto de los frutos como de los tallos.
  • Podredumbre radical: Causada por hongos como el Phytophthora, la podredumbre radical se puede prevenir con una buena drenaje del suelo y evitando el exceso de humedad. Los tratamientos fungicidas pueden aplicarse en casos de infección establecida.
  • Antracnosis: Esta enfermedad fúngica se manifiesta por manchas oscuras en las frutas y tallos. La prevención incluye la eliminación de frutas y tallos afectados y la aplicación de fungicidas adecuados. También es importante evitar lesiones en las plantas, por donde generalmente entra el hongo.
  • Mancha bacteriana: Las bacterias pueden causar manchas acuosas en los tallos y frutos, evolucionando a áreas necróticas. La mejor forma de prevención es el uso de prácticas culturales adecuadas, como la rotación de cultivos y control de riego. Los tratamientos incluyen bactericidas específicos y prácticas de higiene para evitar la propagación.
Fruto de pitahaya
Fruto picoteado por pájaros. Foto de Canva.

Manejo Integrado de Plagas y Enfermedades

El control efectivo de plagas y enfermedades en pitahayas implica una combinación de prácticas preventivas, monitoreo constante e intervenciones puntuales cuando sea necesario. Es crucial que las medidas tomadas se basen en conocimiento técnico y consideren la salud general de la planta, el medio ambiente y la seguridad alimentaria. Por lo tanto, recomendamos:

  • Monitoreo regular de las plantas para la detección temprana de problemas.
  • Uso de prácticas culturales que promuevan la salud de la planta y prevengan el establecimiento de plagas y enfermedades.
  • Implementación de control biológico, utilizando depredadores naturales cuando sea posible.
  • Aplicación de tratamientos químicos solo como último recurso y siguiendo las recomendaciones técnicas para minimizar impactos ambientales y en la salud humana.

La Pitahaya en el Paisajismo: Un Toque Exótico y Funcional

La pitahaya se destaca en el paisajismo por su estética escultórica, frutos coloridos y flores nocturnas espectaculares, ofreciendo una combinación de belleza y funcionalidad. Integradas en estructuras como enrejados y pérgolas, o coronando muros, sus tallos suculentos crean patrones visuales atractivos, transformándose en verdaderas esculturas vivas que valorizan cualquier espacio. Además, estas estructuras facilitan la ventilación y exposición solar adecuadas, esenciales para el cultivo productivo de la planta.

Pitahaya coronando muros
Foto de Forest and Kim Starr

En entornos urbanos, donde el espacio es un lujo, las pitayas cultivadas en macetas se convierten en piezas centrales en balcones, patios y terrazas, aportando un toque tropical y versatilidad al diseño. Estos contenedores pueden moverse para optimizar las condiciones de cultivo o reorganizar espacios, satisfaciendo necesidades estéticas y prácticas.

Incorporar la pitaya en el diseño de jardines no es solo una elección de estilo, sino una estrategia inteligente para crear entornos dinámicos y funcionales. Ya sea formando un paseo a lo largo de senderos o sirviendo como una pantalla verde para ocultar elementos no deseados, la pitaya es una adición valiosa que aporta color, vida y textura al paisajismo contemporáneo.

Pérgola con pitaya
¿Te imaginas una pérgola con pitayas? Representación artística de un proyecto, desarrollada con I.A.

Al concluir nuestro viaje detallado sobre cómo plantar pitaya, reflexionamos sobre los pasos esenciales que hemos cubierto. Desde la cuidadosa elección del lugar, la meticulosa preparación del suelo, la selección de las mejores variedades y técnicas de plantación, hasta el manejo de plagas y enfermedades, cada paso es un eslabón crucial en la cadena que conduce al éxito en el cultivo de esta exótica y deliciosa fruta.

Aunque la pitaya puede parecer intimidante para algunos cultivadores, hemos visto que, con las estrategias adecuadas y una atención dedicada, es posible no solo cultivarla, sino también hacerla prosperar, ya sea como un elemento deslumbrante en el paisajismo o como una adición a su huerto casero o comercial.

Espero que apliques los conocimientos adquiridos aquí y experimentes con tus propios cultivos de pitaya. Recuerda que la naturaleza es un laboratorio vivo y cada planta que cultivas contribuye a tu experiencia y pericia.

Y no dejes que tu viaje por la jardinería termine aquí. Siempre hay más para aprender, más para cultivar y más experiencias para compartir. Te invitamos a leer nuestros otros artículos y explorar el sitio. Juntos, continuaremos cultivando no solo pitayas, sino también una comunidad de entusiastas de la jardinería que se apoyan, aprenden y crecen juntos.

Acerca de Raquel Patro

Raquel Patro es paisajista y fundadora de Planterista.com. Desde 2006 desarrolla contenidos especializados en plantas y jardines, ya que cree que todo el mundo, ya sean aficionados o profesionales, debería tener acceso a contenidos de calidad. Como geek, le gustan los libros, la ciencia ficción y la tecnología.