7 Secretos para el Riego de las Suculentas

Raquel Patro

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riego de suculenta

¿Alguna vez te has preguntado por qué tus suculentas, esas encantadoras plantitas regordetas, a veces parecen tan tristes y marchitas, incluso con todos los cuidados?

¡Ah, las suculentas! Con sus formas exóticas, colores vibrantes y una aparente promesa de «cuidado fácil», han invadido nuestros corazones y jardines, prometiendo un toque de verde sin el drama de las plantas más exigentes. Pero, entonces, ¿por qué tantos de nosotros terminamos enfrentándonos a macetas de suculentas que parecen ir de mal en peor? ¿Será que realmente tenemos mala mano?

¿Podría la respuesta estar en la manera en que las regamos? ¿Existe un secreto místico detrás del riego perfecto de estas plantas? O quizás, solo quizás, hemos estado haciéndolo mal todo el tiempo, transformando nuestro toque de Midas en un toque de… bueno, digamos, un toque no tan dorado. n

Niña regando suculentas
El riego de las suculentas tiene sus secretitos.

¿Y cómo podemos convertirnos en maestros en el arte de regar suculentas, asegurando que nuestras plantas no solo sobrevivan, sino que prosperen, florezcan y esparzan alegría por nuestros espacios con el mínimo drama posible?

En este artículo, vamos a revelar los 7 Secretos para el Riego de las Suculentas, esenciales para mantener tus plantas saludables, creciendo y multiplicándose. Prepárate para sumergirte en el fascinante mundo de las suculentas, donde el riego adecuado puede marcar la diferencia entre una planta regordeta y vistosa y una suculenta… caída, sin color y que parece no avanzar. ¡Vamos allá, a transformar esas tristes macetas de suculentas en verdaderas esculturas frondosas y felices!

Antes de adentrarnos en nuestros secretos, vamos a desmitificar algunos mitos sobre el tema. ¡Ah, sí! El mundo de la jardinería está lleno de mitos y medias verdades, especialmente cuando se trata de suculentas. Estas plantas, a pesar de su apariencia robusta y sin complicaciones, están rodeadas de un aura de misterio que puede confundir incluso a los jardineros más dedicados. Vamos a desmentir tres de los mitos más comunes sobre el riego de las suculentas y aclarar qué es lo que realmente hace prosperar a estas bellezas regordetas.

Mito 1: «A las Suculentas no les Gusta el Agua»

¡Este es un clásico! A pesar de estar asociadas con ambientes áridos y una impresionante capacidad para almacenar agua, decir que a las suculentas «no les gusta el agua» es un gran malentendido. De hecho, aprecian una buena regada – pero con una gran salvedad. La clave no está en la cantidad de agua, sino en la frecuencia. Las suculentas disfrutan de un buen baño seguido de un período de secado, simulando el ciclo de lluvias esporádicas de sus hábitats naturales. Por lo tanto, mientras definitivamente necesitan agua para sobrevivir, el exceso continuo es el verdadero villano aquí. No regar tus plantas puede debilitarlas poco a poco, e impedir que alcancen todo su potencial.

Mito 2: «A las Suculentas Prefieren que se Riegue Poco a Poco»

Otro malentendido común es la idea de que, al regar suculentas, debemos usar solo un poquito de agua cada vez. ¡Hay gente que usa hasta goteros o jeringas! Este método puede llevar a un sistema radicular poco desarrollado, ya que las raíces no tienen incentivo para crecer en busca de agua. Lo ideal es regar profundamente, asegurando que el agua llegue hasta el fondo del recipiente, y moje todo el sustrato, y luego permitir que el suelo se seque completamente antes del próximo riego. Esto alienta a las raíces a crecer fuertes y saludables, dando a la planta una mejor base para absorber nutrientes y mantenerse firme. Además, este riego profundo es fundamental para la eliminación del acumulación de sales que ocurre naturalmente en nuestros pequeños recipientes, como veremos más adelante.

regadera pequeña y suculenta
Regar poquito a poquito no es bueno para las suculentas

Mito 3: «En el Calor, Riega más tus Suculentas»

La lógica parece sólida a primera vista: más calor, más evaporación, más sed, ¿cierto? Bueno, no es tan simple cuando se trata de suculentas. Aunque es cierto que el verano puede requerir una frecuencia ligeramente mayor de riego debido a la evaporación, es crucial resistirse a la tentación de regar demasiado. Las suculentas están adaptadas para tolerar el calor y la sequía, almacenando agua en sus hojas para sobrevivir a períodos sin lluvia. Y entre estos mecanismos de adaptación, también está la pausa casi completa de la fotosíntesis y la respiración cuando el calor es muy intenso.

En esos momentos, el agua puede más bien estorbar que ayudar. Una planta que no está con su metabolismo activo es un blanco fácil para plagas y enfermedades. Aumentar demasiado la frecuencia o la cantidad de riego durante los meses calurosos puede, paradójicamente, llevar a la pudrición de las raíces y otros problemas relacionados con la humedad excesiva.

Pero ¡atención! Esta regla solo se aplica a aquellas suculentas que entran en un periodo de descanso en el pico del verano, no a todas. Si tu planta está creciendo y floreciendo como nunca, no reduzcas los riegos.

Ahora sí, desmintiendo estos mitos y comprendiendo cómo funcionan las plantas, podemos acercarnos más al ideal en el cuidado de nuestras suculentas, asegurando que reciban exactamente lo que necesitan para no solo sobrevivir, sino también para prosperar. Recuerda, entender las necesidades únicas de tus suculentas es el primer paso para cultivar un jardín interior o exterior lleno de vida, color y, por supuesto, suculencia.

1. Olvídate del Riego por Inmersión:

Muchos entusiastas de las suculentas inicialmente ven el riego por inmersión como un método infalible para asegurar que sus plantas reciban suficiente agua. Sin embargo, esta técnica ampliamente divulgada por youtubers e influencers puede no ser el paraíso que parece. Además de poco práctica, laboriosa y causar mucho desorden, la inmersión puede desestabilizar el delicado equilibrio del sustrato, perturbando la estructura que soporta las raíces de las plantas. Esta perturbación puede dejar tus suculentas más vulnerables a enfermedades y al estrés.

Además, el riego por inmersión abre camino para la diseminación de plagas, como nematodos y cochinillas de raíz, entre tus plantas. Estos parásitos tan comunes entre suculentas, pueden fácilmente viajar a través del agua, infestando otras suculentas que comparten el mismo baño. Por lo tanto, aunque pueda parecer contraintuitivo, evitar el riego por inmersión puede realmente proteger tus suculentas de problemas de salud a largo plazo, manteniendo el entorno alrededor de las raíces más controlado y seguro.

Entiende, el riego por inmersión no es del todo malo. Reserva el riego por inmersión para aquellos momentos en que necesitas salvar una planta que está gravemente deshidratada. Lo que suele ser inusual que suceda con suculentas, pero puede ocurrir en plantas de interior después de un viaje prolongado, por ejemplo.

2. Riega en Profundidad:

La idea de regar en profundidad va más allá de simplemente proporcionar agua a tus plantas. Este método alienta a las raíces a crecer fuertes y profundas, creando una base sólida para la salud general de la planta. Cuando el agua se aplica superficialmente, las raíces tienden a permanecer en la superficie, o incluso escurrir por el borde del recipiente, haciendo las plantas más vulnerables a periodos de sequía y estrés hídrico. Regar profundamente, hasta que el agua drene por el fondo del recipiente, asegura que todas las partes del sustrato sean adecuadamente humedecidas, promoviendo un sistema radicular robusto y bien distribuido.

Este método también ayuda a eliminar el exceso de sales minerales del suelo, que puede acumularse debido a la evaporación del agua superficial y al uso prolongado de fertilizantes. La eliminación de estas sales previene la toxicidad que puede dañar las raíces y afectar el crecimiento de la planta. Por lo tanto, aunque pueda requerir un poco más de paciencia y atención, regar en profundidad es una inversión en la longevidad y el vigor de tus suculentas.

regadera grande y suculenta en la ventana
¡Riega tus suculentas sin miedo! Les gusta el agua como de una lluvia de verano.

3. Paciencia entre Riegos:

La paciencia es una virtud, especialmente cuando se trata de cuidar suculentas. Estas plantas se han adaptado a sobrevivir en condiciones donde el agua es escasa, desarrollando la capacidad de almacenar agua en sus hojas, tallos o raíces. Regarlas antes de que tengan la oportunidad de utilizar esa reserva puede llevar a problemas como la pudrición de las raíces, uno de los mayores peligros para la salud de las suculentas.

Desarrollar un método para verificar la humedad del sustrato es crucial. Y tú puedes elegir tu manera. Esto puede hacerse de varias maneras: sentir el peso del recipiente (un recipiente ligero indica suelo seco), insertar el dedo o un palito en el sustrato para evaluar la humedad debajo de la superficie, o incluso usar un medidor de humedad. Estas técnicas ayudan a asegurar que solo riegues tus suculentas cuando realmente sea necesario.

Además, entender el ritmo único de tus suculentas y adaptar el riego a sus necesidades específicas, en lugar de seguir un calendario rígido, puede hacer toda la diferencia. Esto significa observar no solo el suelo, sino también las señales que la propia planta da, como el leve marchitamiento de las hojas o la textura de la superficie, indicando que es hora de más agua. Adoptando este enfoque paciente y observador, creas un ambiente donde tus suculentas pueden no solo sobrevivir, sino verdaderamente prosperar.

4. Olvídate del Platillo bajo el Recipiente

Los platillos bajo los recipientes pueden parecer una solución conveniente para proteger superficies de muebles y pisos del agua derramada, pero esta práctica conlleva un riesgo significativo para la salud de tus suculentas. El agua acumulada en los platillos crea un ambiente húmedo constante alrededor de la base del recipiente, lo que puede
ser una invitación abierta a problemas como infecciones bacterianas y fúngicas, que llevan a la temida pudrición de las raíces. Y eso sin mencionar los extremos como el agua estancada y los criaderos para mosquitos del dengue y otros insectos perjudiciales, porque si llega a un punto así, realmente las suculentas no tienen oportunidad.

Para evitar estos problemas, quita los platillos o vacíalos inmediatamente después del riego. Si necesitas proteger tus superficies, considera regar tus plantas en el fregadero o en la pileta y luego moverlas a su lugar habitual. En el jardín o en viveros, usa bases con patas o soportes que elevan el recipiente, como listones, que permitan que el aire circule libremente y que cualquier exceso de agua drene sin retenerse. Esto mantiene la parte inferior del recipiente seca y promueve un ambiente saludable para las raíces.

Los recipientes con drenaje adecuado son fundamentales; por lo tanto, si es posible, elige recipientes que tengan orificios suficientes para permitir que el exceso de agua salga libremente. Los recipientes sin orificios solo deben utilizarse para arreglos temporales, con cuidado extra en el riego para evitar el encharcamiento del suelo y así prolongar la vida útil de los mismos.

Arreglo de Suculentas
No te dejes engañar por arreglos de suculentas en cachepots y recipientes sin orificios. No están hechos para durar.

5. El Secreto está en el Sustrato

De nada sirve el riego perfecto, si el sustrato no es bueno. La elección del sustrato es un factor crucial en el cultivo exitoso de suculentas. Un sustrato inadecuado, que retenga mucha humedad o se compacte fácilmente, puede asfixiar las raíces e impedir que respiren, llevando a problemas de salud graves, como la pudrición de las raíces. El sustrato ideal para suculentas debe ser poroso, aireado y drenar bien, permitiendo que el agua y el aire fluyan libremente.

Para crear un ambiente ideal para tus suculentas, busca mezclas de sustrato específicas para cactus y suculentas o haz tu propia mezcla usando componentes como perlita, arena gruesa, grava fina y turba. La adición de tierra común o material orgánico debe minimizarse, ya que retiene humedad. Además, incorporar elementos como piedra pómez o vermiculita puede mejorar la aireación y facilitar el drenaje. Huye de las recetas listas enseñadas por ahí. Adapta la receta a tu realidad. Si en tu lugar es cálido y el agua se evapora rápido, tal vez sea necesaria más materia orgánica y quizás incluso un poco de tierra de jardín. En lugares donde el agua tarda más en disiparse, las mezclas más drenantes y aireadas son necesarias.

Con el tiempo, todo sustrato, por mejor que sea, acaba compactándose. Entonces es importante incorporar el replanteo periódico en el calendario de tus suculentas. El replanteo también es una oportunidad para verificar la salud de las raíces y reemplazar el sustrato viejo, manteniéndolo fresco, aireado y nutritivo. Esto no solo revitaliza tu planta, sino que también permite ajustar la composición del sustrato conforme observas lo que funciona mejor para tus condiciones específicas de cultivo. Recuerda, un buen sustrato es la base para la salud a largo plazo de tus suculentas, proporcionando el equilibrio perfecto entre retención de agua y drenaje para promover un crecimiento saludable y vigoroso.

Vaso de agua y suculenta fea
No pienses que solo el agua es responsable de hacer felices a tus plantas.

6. Observa Tus Plantas

Una de las mayores alegrías y, al mismo tiempo, desafíos de cuidar suculentas es aprender a «escuchar» lo que están intentando decirnos. Nada de hacer las cosas en piloto automático. Las suculentas, aunque no pueden hablar, comunican sus necesidades y malestares a través de sus colores, formas y texturas. Observar tus plantas detenidamente puede revelar mucho sobre lo que necesitan para prosperar.

Por ejemplo, las hojas marchitas o arrugadas a menudo indican deshidratación, sugiriendo que quizás sea hora de regar. Por otro lado, hojas blandas o translúcidas pueden ser un signo de riego excesivo. El color de las hojas también ofrece pistas: hojas que se vuelven pálidas o amarillentas pueden estar recibiendo demasiado o muy poco sol, mientras que colores vibrantes y ricos generalmente indican una planta saludable.

Además, las suculentas entran en períodos de dormancia, durante los cuales su crecimiento se desacelera o detiene completamente. Estos períodos pueden variar dependiendo de la especie y del clima. Algunas entran en dormancia en invierno, mientras otras en verano. Durante la dormancia, las suculentas requieren menos agua. Ajustar tu rutina de riego para acomodar estos cambios estacionales es crucial para evitar problemas comunes como la pudrición de las raíces.

7. Descubre las Particularidades de las Especies

Imagina llegar al hotel donde hiciste una reserva y ser recibido por tu nombre, con tus preferencias personales atendidas y recordadas. Te sentirías mimado y feliz con ese cuidado en el servicio, ¿verdad? Con las suculentas sucede lo mismo.

Tratar a todas las suculentas de la misma manera es un error común entre los jardineros principiantes. Cada especie de suculenta tiene sus propias necesidades y preferencias específicas, que pueden variar significativamente. Por ejemplo, mientras algunas suculentas prosperan bajo luz solar directa, otras prefieren sombra parcial. Además, mientras la mayoría de las suculentas prefieren un período de sequía entre riegos, algunas especies, especialmente aquellas que son epífitas, pueden necesitar un poco más de humedad.

Conocer el nombre y el hábitat natural de tu suculenta puede proporcionar pistas valiosas sobre cómo cuidarla. Por ejemplo, suculentas nativas de áreas desérticas de México generalmente prefieren sol pleno y suelo bien drenado, mientras aquellas que provienen de bosques tropicales o climas montañosos de la cordillera de los Andes pueden tolerar condiciones más húmedas y menos luz solar.

Además, algunos tipos de suculentas tienen necesidades nutricionales específicas. Saber sobre la preferencia de pH del suelo, si la planta gusta de un suelo más ácido, o si es una de las raras suculentas que aprecia suelos calcáreos, o si tiene una demanda mayor por ciertos nutrientes como el magnesio, puede ayudar a personalizar el cuidado para cada planta. También vale la pena notar las preferencias de agua – algunas suculentas pueden preferir agua de lluvia, que es naturalmente suave y ligeramente ácida, mientras otras se adaptan mejor al agua dura de pozos, rica en minerales.

Suculentas al sol
Dale a tus suculentas lo que necesitan.

Al dedicar tiempo para entender las particularidades de las suculentas que tienes en casa, no solo aumentas tus posibilidades de éxito en el cultivo, sino que también desarrollas una conexión más profunda y gratificante con tus plantas. Este conocimiento detallado te permite proporcionar exactamente los cuidados que tus suculentas necesitan, asegurando que no solo sobrevivan, sino que florezcan bajo tu cuidado.

Concluir nuestro viaje por los secretos del riego de las suculentas nos recuerda una verdad innegable: incluso las plantas más resilientes y sin complicaciones como las suculentas necesitan un poco de amor, atención y, por supuesto, agua en la medida justa. Pero, ¿quién diría que para mantener estas hermosas criaturas verdes felices, tendríamos que aprender el arte de la paciencia, la observación y el equilibrio? Después de todo, no todos los días se descubre que un simple riego puede ser tan complejo y, al mismo tiempo, tan fascinante.

Cuidar suculentas no tiene por qué ser una tarea árida y sin vida. Con los secretos revelados arriba, estás más que preparado para sumergirte en el mundo suculento con confianza, sabiendo que la supervivencia de tus plantitas está en buenas manos (o quizás, en buenos riegos).

Ahora es el momento de poner las manos en la tierra (o en el sustrato apropiado) y descubrir. Te invito a convertirte en el maestro del riego de tus suculentas. Experimenta, observa, ajusta y, sobre todo, diviértete. Comparte tus descubrimientos, éxitos y hasta los deslices acuáticos, porque, al fin y al cabo, cada gota cuenta en tu viaje y hasta los jardineros más experimentados cometen errores.

Entonces, ¿qué tal si tomas esa regadera, das una sonrisa, y muestras a tus suculentas cuánto amor y agua realmente merecen?

Acerca de Raquel Patro

Raquel Patro es paisajista y fundadora de Planterista.com. Desde 2006 desarrolla contenidos especializados en plantas y jardines, ya que cree que todo el mundo, ya sean aficionados o profesionales, debería tener acceso a contenidos de calidad. Como geek, le gustan los libros, la ciencia ficción y la tecnología.