La Yerba Mate (Ilex paraguariensis) es un árbol dioico, perennifolio, de pequeño tamaño y conocido principalmente por ser la fuente de la yerba mate, el mate y el tereré, bebidas populares en el sur de América Latina y que están ganando adeptos en diferentes países como Siria, Japón y Estados Unidos, entre otros. Es característica del bioma «Mata de Araucaria», en altitudes superiores a los 400 metros.
Crece en el sotobosque y se beneficia del sombreado de otros árboles, desarrollándose en estas condiciones hasta alcanzar los 15 metros de altura, mientras que en condiciones de cultivo y a pleno sol raramente supera los siete metros. Presenta un tronco erecto, con un diámetro final de 20 a 50 cm y una corteza pardo grisácea, rugosa y con muchas lenticelas. Sus hojas tienen disposición alterna, son simples, glabras, pecioladas, coriáceas, obovadas, de color verde oscuro y con márgenes dentados.
La yerba mate florece en primavera e inicios del verano, desarrollando inflorescencias en racimos corimboides y axilares, con flores pequeñas, simples y blancas, que son polinizadas por insectos. Los frutos que siguen son bayas globulares, pequeñas y rojas cuando maduran, conteniendo cuatro semillas. Son avidamente consumidos por pájaros, especialmente los sabiás, sus principales dispersores.
En el paisajismo, la yerba mate aún no está muy explorada, pero se presta muy bien para la formación de setos informales, especialmente en áreas semi sombreadas donde otros arbustos no prosperan. También se pueden utilizar en bosques junto con otras especies de árboles, en parques y jardines más grandes. A pesar de que le gusta la compañía de otros árboles, no hay impedimento para su plantación aislada e incluso en macetas. Su uso en áreas de reforestación también es muy útil por atraer avifauna. Presenta un crecimiento lento a moderado.
Debe ser cultivada a pleno sol o media sombra, en un suelo fértil, profundo, permeable, enriquecido con materia orgánica e irrigado durante el primer año de implantación. Las plántulas jóvenes de yerba mate siempre deben protegerse de la luz solar intensa. Por lo tanto, proporcione una sombra inicial y retírela gradualmente, según el crecimiento de la planta. En los cultivos comerciales, se recomienda podar la planta para mantenerla siempre por debajo de los 3 metros de altura, facilitando así la cosecha de las hojas.
La yerba mate no es una especie adecuada para monocultivos, donde las plagas y enfermedades se instalan rápidamente. Es la cultura perfecta para el uso sostenible, mezclada con especies nativas, madereras o frutales, como el pino y la araucaria, por ejemplo. Para su uso como seto vivo, se requieren podas de formación que estimulan el engrosamiento de la planta. Fertilice semestralmente con abonos orgánicos y fertilizantes de liberación lenta. Se multiplica con dificultad por esquejes y semillas, que deben cosecharse de frutos maduros y estratificarse durante 5 a 6 meses en arena húmeda antes de la siembra.