El Velo de Novia (Clerodendrum wallichii) es un arbusto trepador o arbolito de textura semi-leñosa, nativo de regiones tropicales del sureste asiático y cultivado por su follaje y floración ornamentales. Presenta ramas arqueadas, con tallos largos y no muy ramificados. Las hojas son verde oscuras, brillantes, lanceoladas, enteras, opuestas, con nervaduras bien marcadas y márgenes irregularmente dentados.
Las inflorescencias aparecen en otoño y son del tipo panícula, terminales, largas, sueltas y pendulares. Las flores son delicadamente perfumadas, hermafroditas, blancas, pentámeras, con estambres largos y curvados hacia arriba y cáliz ligeramente verdoso. Los frutos que siguen son drupas globosas, negras-azuladas cuando maduras, y protegidas por el cáliz persistente, que se torna rojizo.
Con delicados ramos en cascada, el Velo de Novia tiene un periodo de floración relativamente corto, pero no decepciona. De crecimiento lento y bajo mantenimiento, puede ser guiado mediante podas y ataduras para convertirse en un pequeño árbol o incluso en una enredadera trepadora. Una de las mayores ventajas de esta especie es que florece satisfactoriamente en condiciones de sombra, lo que es bastante inusual para arbustos.
De esta manera, es una planta de elección para adornar ambientes internos bien iluminados, así como pasillos y otras áreas algo oscuras del jardín. Convenientemente puede ser cultivada en macetas y jardineras. Como si fuera poco, también atrae una infinidad de mariposas y abejas durante la floración. A diferencia de muchas especies del género Clerodendrum, el Velo de Novia no emite muchas brotaciones a partir de las raíces, por lo que tiene bajo potencial invasivo.
Debe ser cultivado bajo sol pleno, media sombra o sombra parcial, en suelo fértil, drenable, con pH neutro a ligeramente ácido, enriquecido con materia orgánica e irrigado regularmente. El Velo de Novia aprecia el calor y la humedad tropicales, sin embargo, resiste a heladas leves y bajo frío intenso, pierde su follaje, rebrotando en la primavera siguiente. Se multiplica por semillas y esquejes de los tallos puestos a enraizar en sustrato mantenido húmedo.