El Tulípero de Virginia (Liriodendron tulipifera) es un árbol caducifolio, florido, de gran tamaño, con una hermosa variación estacional y bastante interesante para el paisajismo en regiones subtropicales y templadas de todo el mundo. Pertenece a la misma familia que las magnolias y es originario del este de los Estados Unidos, siendo el único representante occidental del género Liriodendron, que comprende solo dos especies.
Su copa es cónica a columnar y puede alcanzar los 50 metros de altura, aunque generalmente se encuentra en el rango de 20 a 30 metros. Su tronco es robusto y a menudo alcanza los 2 metros de diámetro. Las hojas son anchas, tetralobuladas, simétricas, alternas, de color verde claro en verano y adquieren gradualmente un hermoso tono amarillo en otoño antes de caer.
Las flores se asemejan a tulipanes, son terminales, solitarias y en forma de copa. Los pétalos son de color amarillo verdoso, con rayos de color naranja y estambres largos y gruesos. Florecen a finales de primavera, pero más frecuentemente en verano y producen abundante néctar que atrae a numerosos polinizadores. Los frutos que siguen son curiosos conos, tipo sámara, escamosos, de color marrón e indehiscentes. Hay muchas variedades de esta especie, entre las que se destaca la «Fastigiatum«, de menor tamaño, y la «Aureomarginatum«, con hojas de márgenes amarillos.
En el paisajismo, es adecuado para áreas con estaciones bien marcadas (clima templado, subtropical y mediterráneo), donde la variación de las hojas se puede apreciar plenamente. Sin embargo, en regiones menos frías, puede desarrollarse bien, convirtiéndose a menudo en perennifolio y con floraciones menos abundantes. A pesar de sus hermosas flores, estas pasan desapercibidas entre el vistoso follaje.
Debido a su majestuoso tamaño, el tulípero de virginia es adecuado para áreas grandes, como amplios jardines residenciales, fincas y parques públicos, entre otros. Nunca debe plantarse a la sombra de otros árboles; por el contrario, es una elección ideal para proporcionar sombra abundante en verano. Puede plantarse de forma individual, en grupos o en filas, y también puede bordear bosques.
Además de ser un árbol ornamental, el tulípero de virginia es también un excelente productor de madera de buena calidad, flexible, de color claro y grano fino. A pesar de su rápido crecimiento, su madera tiene buenas propiedades de resistencia y es fácil de trabajar. En los Estados Unidos, se utiliza para la fabricación de paneles para acabados en viviendas y automóviles, así como para muebles e instrumentos musicales, como órganos.
Debe cultivarse a pleno sol en suelos profundos, bien drenados, fértiles y ligeramente ácidos, con una buena capa superior de humus, y regarse regularmente durante el primer año de implantación. En general, no tolera largos períodos de suelo encharcado; sin embargo, las variedades originarias de Carolina y Florida son más resistentes a los períodos de lluvias.
El tulípero de virginia es algo sensible al calor intenso, a las variaciones bruscas de temperatura y a la contaminación, por lo que no es muy recomendable para arborizar calles en grandes metrópolis. Sin embargo, tolera el frío intenso. Se debe evitar la poda, ya que el corte lo vuelve sensible a las plagas y enfermedades debido a la difícil cicatrización. Se multiplica fácilmente por semillas y también por esquejes de ramas.