La Trompeta del diablo (Datura metel) es una planta arbustiva, herbácea, florífera y ornamental, conocida por ser tan bella como venenosa. Es nativa de Asia, pero se ha naturalizado en varios países, principalmente en climas tropicales. Con ramas erectas y ramificadas, crece de 0.9 a 3 metros de altura, pero tiende a extenderse más horizontalmente que verticalmente. Las hojas son ovaladas, generalmente glabras, simples, enteras o lobuladas, alternas, de color verde oscuro a ligeramente azulado, y emiten un aroma desagradable cuando se aplastan o podan.
Florece desde mediados del verano hasta finales de otoño, presentando flores terminales, solitarias, erectas (a diferencia de la Saia-branca (Brugmansia suaveolens), con flores colgantes). Son grandes, hermafroditas y tienen forma de trompeta, pudiendo ser de corola simple, doble o triple y se presentan en colores blanco, amarillo, rosa, lila o púrpura intenso, perfumadas o no, dependiendo de la cultivar.
Cada flor se abre solo por un día y son atractivas para las mariposas nocturnas, sus principales polinizadoras. Los frutos que siguen son de tipo cápsula, redondos y nodosos, en lugar de espinosos, como en otras especies del mismo género. Son dehiscentes, abriéndose cuando maduran en cuatro válvulas y liberando así numerosas semillas.
Las Daturas Negras, de la variedad D. metel ‘Fastuosa’, son especialmente buscadas para adornar los jardines. Poseen ramaje negro, flores dobles y que en su mayoría son púrpuras por fuera y blancas por dentro, muy atractivas, como en el ejemplar de las fotos que ilustran este artículo.
En el jardín es una especie rústica, de bajo mantenimiento y versátil. Plante la Trompeta del diablo en parterres bien fertilizados, en líneas sencillas, junto a muros, o en composiciones con otras plantas de diferentes texturas y colores, produciendo así un contraste interesante. Si se le ofrece un soporte, como pequeñas enrejados por ejemplo, puede ser conducida como trepadora, con algunos ataduras.
No es necesario remover las flores muertas, y permite ser podada, para que renueve el follaje de un año a otro. Plante también en macetas y jardineras, adornando patios y balcones, lo que es muy útil bajo clima templado, ya que podrá ser trasladada a ambientes internos en el invierno riguroso, y luego retornar en primavera.
Además de sus obvias cualidades como ornamental, la trompeta del diablo es reputada como una planta al mismo tiempo tóxica, medicinal y mágica, lo que es común en las especies del género Datura. Estas plantas contienen alcaloides tropanos, tales como escopolamina, hiosciamina y atropina, agentes anticolinérgicos que pueden provocar delirios, midriasis, taquicardia, hipertermia, amnesia, comportamientos extraños e incluso violentos. En altas dosis, se convierten en un potente veneno.
En diferentes culturas, desde la India, China y las Américas, las trombetas del diablo han sido utilizadas durante siglos por estos efectos, en rituales de iniciación, chamanismo, pero también en medicina, principalmente para tratar el asma y el reumatismo. Todas las partes de la planta contienen estas sustancias, que varían en cantidad, dependiendo del órgano y de la edad de la planta, así como de la variedad, condiciones de cultivo, etc. Por lo tanto, su uso como medicamento es bastante controvertido y restringido, siendo difícil controlar la dosis entre el tratamiento y el veneno mortal.
Debe ser cultivada bajo sol pleno o media sombra, en suelo fértil, drenable, enriquecido con materia orgánica e irrigado regularmente. Bajo clima templado, esta especie se comporta como anual. En este caso, se recomienda plantar las semillas en invernadero, a mediados del invierno, y trasplantar las plántulas al lugar definitivo después de la última helada.
En clima tropical se perenniza, no necesitando replantación anual. A pesar de esto, no es una especie longeva, y de tiempo en tiempo será necesario renovar los parterres. Sensible al frío intenso y a las heladas. Se multiplica fácilmente por semillas y esquejes de los tallos.