Sumare de la playa

Cyrtopodium flavum

Raquel Patro

Actualizado el

El Sumare de la playa (Cyrtopodium flavum) es una orquídea natural, simpodial, terrestre y psamófita (que prefiere lugares arenosos y secos). Es popularmente conocida como Sumare de la playa, y habita áreas de restinga desde Río Grande do Sul hasta Pará. El nombre del género proviene del griego Kyrtós (curvado), añadido de Pódion (diminutivo de Podós = pie), es decir, significa «piecito curvado», en alusión a la base de la columna, que está curvada hacia arriba. El nombre de la especie deriva del latín Flavus (amarillo), debido al color de las flores.

Su nomenclatura es objeto de mucha controversia, muchos botánicos y orquidiófilos la consideran como Cyrtopodium polyphyllum, ya que alegan haber sido descrita por Velloso como Epidendrum polyphyllum en 1827, así que, al ser transferida al género Cyrtopodium, debería mantener este epíteto. Pero en los registros de la Royal Horticultural Society (RHS), organismo internacional responsable del registro de orquídeas, la nomenclatura de Velloso está fechada en 1831, un año después de ser considerada oficial. Para complicar más, muchos orquidiófilos antiguos aún la llaman por otro sinónimo: Cyrtopodium paranaense. Pero aquí optamos por seguir a la RHS.

Foto de Julio Cesar Zanatta

El C. flavum presenta pseudobulbos erectos y cilíndricos, que se estrechan gradualmente hacia la cima. Los pseudobulbos más viejos pueden perder las hojas. Florece desde la primavera hasta principios del verano, en varas florales por encima del follaje, conteniendo alrededor de 150 flores, de 2,5 a 4,0 cm de diámetro cada una, perfumadas y que duran cerca de 30 días. Esta orquídea no ofrece recompensas a sus polinizadores. Imita las flores amarillas de las plantas cercanas, como Stigmaphyllon arenicola (aceite) y Crotalaria vitellina (néctar).

Se encuentra en elevaciones que varían desde el nivel del mar hasta 1.100 metros. Prefiere un clima suave a cálido, creciendo en suelos arenosos o rocosos. Debe cultivarse en macetas de plástico grandes con las siguientes sugerencias de sustrato. Una mezcla de una parte de turba abonada, dos partes de arena gruesa lavada, una parte de tierra vegetal y una parte de humus de lombriz con una base de drenaje o, sustrato preparado con tres partes de arena, una parte de carbón vegetal, una de corteza de pino y una de piedra triturada. También puede cultivarse en parterres directamente en el jardín, en lechos preparados con buen drenaje y utilizando uno de los sustratos anteriores.

El Sumare de la playa debe cultivarse a pleno sol, con riegos frecuentes en primavera y verano, pero sin encharcamientos. Durante el invierno, el C. flavum entra en dormancia, ocasión en la que debemos disminuir los riegos. Mucho cuidado con los brotes nuevos que tienden a pudrirse con el exceso de agua. La fertilización mensual puede realizarse con abono orgánico del tipo AOSP o similar esparcido sobre el sustrato. Un NPK equilibrado, de larga duración del tipo cote también es recomendado, con dosificación según orientación del fabricante.

La gama de temperaturas para su crecimiento es amplia, variando entre 11 y 32ºC. Aunque es una planta de pleno sol, en un orquidario puede sombrearse al 30%, siendo lo ideal que la luminosidad sea superior a 52.000 lux. Prefiere una humedad relativa del aire del 60 al 70%, con buena ventilación. Se multiplica por división de los macollas, dejando cada nueva planta con al menos cuatro pseudobulbos adultos e interconectados por el rizoma, bien enraizados y con un brote guía.

Acerca de Raquel Patro

Raquel Patro es paisajista y fundadora de Planterista.com. Desde 2006 desarrolla contenidos especializados en plantas y jardines, ya que cree que todo el mundo, ya sean aficionados o profesionales, debería tener acceso a contenidos de calidad. Como geek, le gustan los libros, la ciencia ficción y la tecnología.