El helecho de metro, de la especie Goniphlebium subauriculatum, es una planta herbácea, pteridófita de la familia Polypodiaceae y de gran interés ornamental debido a sus largas frondas colgantes. Es un helecho de comportamiento epífito o litófito que crece de forma nativa en bosques de valles y montañas, así como en bosques húmedos de esclerófilas, a altitudes que van desde 500 a 1800 metros, en Indonesia, Malasia, Nueva Guinea, Filipinas, Tailandia, Vietnam, Australia e Islas del Pacífico.
Presenta un rizoma rastrero y densamente escamoso, con escamas castañas, delgadas y lanceoladas, que le dan al rizoma un aspecto peludo. Cada fronda (hoja) tiene un estípite de color paja o marrón, similar a un largo pecíolo, que puede alcanzar hasta 63 cm de longitud. La lámina de las frondas es pinada, con un contorno lanceolado y una longitud de 0.1 a 1.2 metros, pudiendo llegar a 2 metros. Son colgantes y están compuestas por 30 a 40 pinnas (folíolos), sésiles, estrechos, de forma ovalada a lineal, con base truncada, sin seguir una disposición opuesta o alterna y con márgenes dentados. También existe una variedad con pinnas de aspecto plumoso, la G. subauriculatum ‘Knightii’, conocida como helecho de faisán. En plantas maduras y en condiciones adecuadas, producen soros orbiculares en doble fila en los folíolos, uno a cada lado de la nervadura central. Los soros se encuentran en la cara abaxial (inferior), ligeramente hundidos, lo que provoca una elevación en la cara adaxial (superior). Así, al pasar la mano sobre las hojas, se siente una sensación de «alto relieve».
El helecho de metro es un clásico en balcones y ambientes interiores bien iluminados, donde son cuidadosamente cultivados por coleccionistas y, más recientemente, por apasionados «urban junglers«. Generalmente se planta en cestas, macetas y jardineras suspendidas con cadenas o en soportes de hierro, destacando su aspecto colgante y largo. También puede ser valorado en grietas de muros, huecos de escaleras y en los modernos jardines verticales. El helecho de metro agrega una inconfundible atmósfera tropical y vintage a la decoración. Es de fácil cultivo y no requiere mucha mantenimiento, que se limita a la poda de las hojas viejas y la fertilización regular.
Debe ser cultivado en luz filtrada o sombra ligera, en un sustrato fibroso enriquecido con materia orgánica y con buena capacidad de retención de humedad, al mismo tiempo que es drenante. Esta especie de helecho aprecia la humedad constante y no debe permitirse que el sustrato se seque entre riegos. No tolera bien el flúor y el cloro del agua del grifo, por lo que se recomienda regarla preferentemente con agua de lluvia. El helecho de metro prefiere una alta humedad relativa del aire, por encima del 70%, y no se adaptará en lugares expuestos a vientos o corrientes de aire. Use humidificadores o rocíe sus hojas con agua con regularidad. Además, no lo coloque en lugares de paso, ya que puede no soportar ser manipulado constantemente. No aprecia el frío, pero en climas subtropicales puede comportarse como caducifolio, perdiendo las hojas en invierno y brotando en primavera. Se multiplica principalmente por división del rizoma enraizado, que se coloca para enraizar en primavera en un invernadero húmedo.