La rúcula (Eruca vesicaria) es una planta herbácea y de ciclo anual, originaria de las regiones mediterráneas de Europa y el este de Asia. De rico sabor picante, se ha popularizado en todo el mundo principalmente a través de la cocina italiana, que la valora en diferentes preparaciones. A veces se confunde con la rúcula de la especie Diplotaxis tenuifolia, de ciclo de vida perenne y flores amarillas, también conocida como oruga brava.
La rúcula presenta hojas verdes oscuras, dispuestas en roseta, pinnadas con 4 a 10 profundos lóbulos laterales y un gran lóbulo terminal. Son tiernas cuando jóvenes, y gradualmente se vuelven más firmes y fibrosas. Las flores surgen en cimas, inflorescencias típicas de la familia Brassicaceae, y son blancas con vetas lilas, tetrámeras. Los frutos que siguen son del tipo silicua, delgadas vainas con semillas comestibles. Las variedades de rúcula más cultivadas son «Antonella», «Coltivata», «Donatella», «Gigante de Hoja Ancha», «Giovanna» y «Roquette».
Nutritiva y sabrosa, la rúcula es indispensable en el huerto doméstico. Su cultivo es sencillo y no requiere cuidados especiales, pudiendo plantarse durante todo el año. Es rica en vitaminas A, C y sales minerales, y puede consumirse cruda o cocida en ensaladas, sándwiches, salsas para pastas, pizzas, sopas, siendo una excelente compañía para platos con tomates, quesos, orégano, aceite de oliva, carnes, pescados, otras verduras y hongos frescos.
Más recientemente se ha popularizado su uso en jugos tipo detox, acompañada de otros ingredientes, como berro, jengibre y limón, que ayudan a mantener la salud. También posee cualidades medicinales, ver cuadro más abajo.
Debe cultivarse a pleno sol, en suelo fértil, drenable, enriquecido con materia orgánica y regado regularmente. Prefiere el clima templado, pudiendo plantarse durante todo el año en las regiones sur y sureste, y evitando los meses más calurosos en el noreste, norte y centro-oeste. Sensible al exceso de humedad y al calor, cuando puede sucumbir fácilmente a ataques de hongos y bacterias. Las plagas que más molestan a las rúculas son las orugas y los nematodos.
La rúcula se multiplica por semillas, sembradas directamente en el lugar definitivo, a una profundidad de 0,5 cm y con una separación entre líneas de 20 cm. Germina en 4 días y el aclareo debe hacerse cuando las plantas alcancen 10 cm, dejando unos 15 cm entre las plantas restantes. Aproveche el aclareo para preparar deliciosas ensaladas «baby leaf» con las hojas pequeñas y tiernas. La cosecha se realiza entre 40 y 65 días, dependiendo de la variedad y de la estación del año. Se puede arrancar la planta entera o cortarla cerca del cuello, incentivando el rebrote. Fructifica en unos 110 días después de la siembra. Después de sembrar, va debilitándose y perdiendo vigor gradualmente.
