Rosa del desierto

Adenium arabicum

Raquel Patro

Actualizado el

El Adenium arabicum se encuentra a lo largo del sur y oeste de la Península Arábiga, abarcando principalmente Yemen y Arabia Saudita. Crece entre rocas graníticas y acantilados, desarrollándose en arbustos caudiciformes en los entornos más áridos, especialmente en áreas frías y de mayor altitud. En lugares más húmedos, puede crecer como pequeños árboles suculentos, alcanzando troncos de hasta 4 metros de altura en la variedad Saudita. Su ramaje es erecto y abierto, pudiendo ser más largo o muy corto, según la variedad. Sus hojas son muy variables, pudiendo ser muy pequeñas o mucho mayores que las de A. obesum. Son coriáceas, ovadas, con la punta redondeada y pueden ser pubescentes o glabras. Sin embargo, es debido al caudex desproporcionadamente ancho y rechoncho por lo que esta especie llama la atención. Suculento y adaptado para almacenar agua y sustancias de reserva, también presenta una corteza fina, de color grisáceo a marrón, o rojiza.

En su hábitat, el A. arabicum presenta una dormancia obligatoria, sin embargo, ha sido cultivado en muchas regiones tropicales del planeta, donde la sequía o el frío invernal no están presentes. Por lo tanto, es común que la planta muestre un comportamiento casi siempre verde, perdiendo solo una parte de las hojas, por un corto período del año, en estos lugares cálidos y húmedos. En contrapartida, es una de las especies de rosa del desierto con mayor tolerancia al frío, pudiendo ser cultivada en regiones subtropicales, y raramente pudriéndose el caudex, siempre que se mantengan riegos mínimos durante el invierno. Es resistente a la pudrición del caudex, pero bastante susceptible al ataque de ácaros, especialmente en plantas con hojas pubescentes.

De cultivo fácil, el A. arabicum crece rápidamente, alcanzando 1,2 metros de altura y un caudex de 30 cm de diámetro, en solo 5 años. Plantas vigorosas pueden llegar a tener un caudex de 90 cm en 10 años. Esta especie presenta una dormancia obligatoria en invierno, deteniendo su crecimiento y perdiendo todas o la mayor parte de sus hojas por estímulo del frío o la sequía. Su floración es abundante y comienza en primavera, cuando finaliza la dormancia. Las flores de la variedad saudita tienen un diámetro de unos 5 cm. Las plantas del sur de Yemen tienden a tener flores un poco más grandes, con el centro bien pubescente. Los pétalos de ambas variedades varían de rosa pálido a vivo, y van desvaneciéndose gradualmente hacia el centro que puede ser blanco o amarillo. Algunas plantas pueden florecer a lo largo de casi todo el año. Los riegos abundantes en el pico de la floración parecen desencadenar la caída de las hojas y el acortamiento de la floración.

El A. arabicum entra en la composición de muchos híbridos comerciales, proporcionando plantas robustas, vigorosas y con un caudex ventajoso, pero generalmente sus características florales no son deseadas, ya que se pref

ieren las plantas con flores más grandes, dobles y de colores variados como en A. obesum.

Debe cultivarse bajo sol pleno, en sustrato propio para rosas del desierto, es decir, con excelente drenaje y aireación. Utilice macetas poco profundas y con buenos agujeros de drenaje. Fertilice durante el período de crecimiento y floración. Riegue las plantas por la mañana, para que tengan tiempo de secar hasta la noche fría. Evite provocar una sequía prolongada en las plantas, lo que puede inducir una dormancia no deseada fuera de temporada. En invierno, reduzca drásticamente los riegos, evitando así la pudrición del caudex. Tolera el frío de hasta -5ºC, sin embargo, si es posible, mantenga la planta con el sustrato seco y protegida de las heladas durante el invierno.

Las plantas provenientes de cultivo bajo luz filtrada (vivero) son susceptibles a quemaduras del caudex, si se exponen bajo el sol abrasador sin la debida aclimatación. Lo mismo puede suceder cuando el cultivo es en regiones ecuatoriales, con exposición solar muy alta, independientemente del origen de la planta. En este caso, proteja el caudex o mantenga el cultivo protegido del sol directo. No cultive en la sombra o en ambiente con menos de 4 horas de sol, ya que la planta se debilita, se etiola y no florece. La poda no forma parte del manejo de la Adenium arabicum, ya que presenta buena ramificación natural y el diseño natural de sus ramas es hermoso. La excepción a esta regla incluye la eliminación de las ramas que pueden surgir cerca de la base de la planta. De igual manera, no se recomienda levantar el caudex de la planta, pues este queda en su mayor parte por encima de la línea del suelo, quedando solo las raíces por debajo. Se multiplica principalmente por semillas que se ponen a germinar a mediados de la primavera o por esquejes. Atención, al igual que otras especies de rosa del desierto, el A. arabicum raramente produce frutos y semillas de forma natural fuera de su hábitat, necesitando de polinización manual.

Acerca de Raquel Patro

Raquel Patro es paisajista y fundadora de Planterista.com. Desde 2006 desarrolla contenidos especializados en plantas y jardines, ya que cree que todo el mundo, ya sean aficionados o profesionales, debería tener acceso a contenidos de calidad. Como geek, le gustan los libros, la ciencia ficción y la tecnología.