La Polígala (Polygala myrtifolia) es una planta florífera y ornamental, de textura leñosa, originaria del Cabo Oriental, en Sudáfrica. Su ramaje es erecto y ramificado, y puede alcanzar hasta 1,8 metros de altura si se deja crecer libremente. Presenta un aspecto redondeado, con ramas con hojas desde la base de la planta. Las hojas son alternas, coriáceas, oblongas, de color verde claro, verde oscuro o gris azulado, recordando las hojas de la murta.
En clima subtropical a templado, inicia su floración en primavera, repitiéndose en otoño. En clima cálido, su floración puede durar todo el año. Las inflorescencias son el gran atractivo de este arbusto. Son terminales, en pequeños racimos con flores de tres pétalos, siendo dos laterales y una central con una cresta, lo que le da al conjunto la forma de una mariposa. Pueden ser rosadas, moradas o blancas, según el cultivar. La floración es muy atractiva para insectos polinizadores. El fruto que sigue es una cápsula marrón y ovoide, alada y con una única semilla.
En el jardín, la Polígala añade una textura delicada, con un contraste interesante entre el follaje y las flores. Además, su floración es bastante larga, lo que la convierte en un arbusto preferido para varias situaciones. Debe considerarse como un arbusto informal, suelto, y puede utilizarse en cercas vivas, bordes, grupos, conjuntos con otras especies e incluso de forma aislada.
Versátil, se adapta bien a diferentes estilos de jardín, principalmente los de inspiración mediterránea o rocosos. También puede plantarse en macetas y jardineras para decorar patios, balcones, terrazas y terrazas.
La Polígala debe cultivarse bajo sol pleno o media sombra, en suelo fértil, bien drenado, enriquecido con materia orgánica e irrigado durante los primeros meses de implantación. Es una planta muy rústica y de bajos requerimientos, tolerando sequías no muy prolongadas y el frío subtropical, sujeto a heladas ligeras. También es adecuada para regiones costeras, ya que se adapta bien a la brisa marina y la salinidad en el suelo.
Aunque crece bajo media sombra, la especie es más densa, frondosa y florífera bajo sol pleno. Evite especialmente lugares sujetos a inundaciones, que pueden provocar la pudrición del sistema radicular de la Polígala. Acepta podas ligeras, que deben realizarse después de la floración y tienen como objetivo mantener la forma y favorecer la iluminación en el centro de la planta. Se multiplica fácilmente por semillas y esquejes de punta, que se deben enraizar en otoño (en invernaderos), o en primavera.