El Pavoncillo Rojo (Scutellaria costaricana), o Escutelaria Costarricense, es una planta subarbustiva con follaje y floración ornamentales, nativa de Costa Rica y Panamá y aún poco difundida. Presenta un tallo ramificado, de color morado, y hojas verdes oscuras a bronceadas, ovales, opuestas y con nervaduras bien marcadas.
La inflorescencia es un racimo terminal, con numerosas y largas flores tubulares, con el ápice recurvado, que recuerdan un casco o máscara. El color típico es rojo, con dos labios, siendo el inferior amarillo, en la parte interna, pero las flores pueden ser más rosadas o anaranjadas, e incluso amarillas o blancas, dependiendo de la variedad. La floración es muy atractiva para mariposas y colibríes.
Flores que más parecen pequeñas antorchas de fuego y todo el año, con una planta que no requiere sol pleno. Es un deleite para los paisajistas poder utilizar plantas así, especialmente cuando los clientes insisten en tener flores en lugares poco soleados.
El Pavoncillo Rojo puede sonar exótica y realmente es todavía algo raro encontrarla en centros de jardinería y floristerías, a pesar de ello, vale la pena buscarla para utilizar en ambientes internos o en sombra parcial en el jardín. Aunque no requiere sol directo, esta especie aprecia buena luminosidad, que puede ser a través del suave sol de la mañana, o luz filtrada durante todo el día.
Esto se traduce en versatilidad también, permitiendo su uso en macizos y bordes en el jardín, principalmente protegidos, cubriendo pequeños bosques por ejemplo, o delimitando corredores amurallados. Además, decora centros comerciales, oficinas, salas de estar, pudiendo ser plantada en macetas y jardineras.
Debe cultivarse bajo sombra parcial o luz difusa, en suelo fértil, drenable, enriquecido con materia orgánica y permanentemente húmedo. Aprecia el calor y la humedad de los trópicos, floreciendo durante todo el año en regiones cálidas. Evite dejar que la tierra se seque entre riegos.
No tolera heladas o frío intenso en invierno y en áreas sujetas a este tipo de inclemencias, como en el sur de Brasil, conviene cultivarla en macetas y llevarla a interiores bien iluminados durante el invierno. Bajo clima templado, la floración se concentra en primavera y verano. Proteja la planta del aire seco, evitando vientos y aire acondicionado. Se multiplica por esquejes de los tallos herbáceos y por semillas.