Palo de Hierro

Libidibia ferrea var leiostachya

Raquel Patro

Actualizado el

Jucá - Libidibia ferrea var leiostachya

El palo de hierro, recientemente reclasificado de Caesalpinia leiostachya a Libidibia ferrea var leiostachya, es un árbol perennifolio a semi-deciduo, de imponente belleza, utilizado en proyectos de paisajismo, en Brasil y en el mundo. Es nativo del bosque atlántico, presente desde el sureste hasta el noreste de Brasil, en los bosques pluviales de la costa atlántica (bosque ombrófilo denso). Notable por su calidad, la madera del palo de hierro es considerada una de las más densas y pesadas encontradas en el continente americano.

Su copa es redondeada y amplia, con un diámetro de aproximadamente 6 a 12 metros. Su porte es majestuoso, alcanzando de 20 a 30 metros de altura. Su tronco tiene un diámetro de 50 a 80 cm. Es claro, marmolizado, liso y descamativo, revelando manchas que van del gris al verde, lo que le confiere un efecto bastante ornamental. Las hojas son compuestas bipinnadas, con numerosos foliolos elípticos y opuestos, de color verde oscuro.

Pau-ferro – Caesalpinia leiostachya
Foto de Tatters

La floración del palo de hierro ocurre en verano y otoño, cuando aparecen inflorescencias del tipo panícula, axilares o terminales. Las flores son amarillas, pequeñas, graciosas, pero de importancia ornamental secundaria. Los frutos que siguen después de la polinización son vainas duras que maduran en invierno y contienen de una a cuatro semillas. Parte de los frutos cae, mientras que una buena parte aún permanece en la planta, formando de cierta manera un banco de semillas aéreo, importante para la preservación de la especie. Las semillas son de color marrón, oblongas.

El palo de hierro es muy apreciado en paisajismo por sus características ornamentales y de sombreado. Su tronco marmolizado le confiere un atractivo aparte y, por este motivo, se convierte en el favorito de muchos paisajistas. A pesar de su gran tamaño, no posee raíces agresivas, lo cual es un factor importante para la arborización urbana. Sin embargo, se debe evitar su plantación en aceras, bajo cableado eléctrico, y en lugares de tránsito intenso de personas y vehículos, ya que si las ramas se rompen y caen durante tormentas, pueden resultar peligrosas.

Pau-ferro – Libidibia ferrea var leiostachya
Detalle del fruto y semillas de palo fierro. Foto de Jon Richfield

El palo de hierro también es una opción apropiada para áreas que requieren sombreado natural, gracias a la densidad de su follaje. Es una opción interesante para lugares amplios, que soporten su tamaño, como parques, plazas y jardines de gran tamaño, donde puede ser aprovechado aisladamente, como punto focal, o en filas y grupos. En la recuperación de áreas degradadas, el palo de hierro también es una excelente elección, por crecer bien en áreas abiertas, además de atraer y albergar la avifauna nativa, contribuyendo así a la regeneración del delicado ecosistema del Bosque Atlántico.

Como su nombre lo indica, el palo de hierro posee madera dura, extremadamente densa, duradera y resistente, de excelente calidad para la fabricación de partes nobles de guitarras, violines, bastones, palos de golf, de billar, así como para la construcción civil, en la construcción de vigas, postes, cabrios, aberturas, pisos, etc. Por sus cualidades es conocido como el «ébano brasileño». Se cree que el nombre del árbol deriva del sonido metálico y de las chispas que ocurren cuando los hachas intentan cortar su tronco. La densidad de su madera es tan alta, que es más golpeada por rayos que otros árboles. Los nativos brasileños históricamente solían hacer poderosos mazos de su madera.

Una acera ornada com una fila de palos de hierro.
Foto de Domínio Público.

El palo de hierro debe ser cultivado bajo sol pleno, en suelo fértil, drenable, enriquecido con materia orgánica e irrigado regularmente en el primer año después del trasplante de los vástagos. Una vez bien establecidas, ellas crean raíces profundas y son capaces de resistir a cortos períodos de sequía. Su crecimiento es considerado rápido, aunque generalmente árboles de madera de alta densidad tienen la tendencia a crecer de forma más lenta.

Se multiplica por semillas, las cuales deben ser escarificadas antes de la siembra, para romper la dormancia. Las semilleras o tubetes deben estar bajo media sombra e irrigados por la mañana y por la tarde. Emergen en 20 a 30 días después de la siembra. Las plántulas deben ser trasplantadas a bolsas más grandes o al lugar definitivo cuando alcancen seis centímetros de altura.

Madera de Palo de Hierro
Foto de Sondich

Acerca de Raquel Patro

Raquel Patro es paisajista y fundadora de Planterista.com. Desde 2006 desarrolla contenidos especializados en plantas y jardines, ya que cree que todo el mundo, ya sean aficionados o profesionales, debería tener acceso a contenidos de calidad. Como geek, le gustan los libros, la ciencia ficción y la tecnología.