El Palmito Elevado, también conocido como Palmera China de Abanico (Trachycarpus fortunei), es una especie dióica ornamental originaria de regiones templadas y subtropicales de China, Japón, Birmania e India. Se ha hecho conocida en varias partes del mundo por su preferencia por climas subtropicales y su resistencia al frío intenso, lo que la convierte en una elección popular para áreas más frías, donde otras especies no sobrevivirían al primer invierno.
Esta palma presenta un tronco único, más grueso en la base, que está cubierto por una densa capa de fibras oscuras y por la base de las hojas que ya han caído. Sus hojas tienen forma de abanico, se dividen a la mitad en segmentos largos y a menudo colgantes. Las hojas tienen pecíolos fuertes y están densamente dispuestas, formando una corona compacta de aspecto redondeado. Florece en verano con densas panículas plumosas que contienen numerosas y pequeñas flores amarillas, separadas por sexos. Las plantas hembra, si son polinizadas, producen frutos tipo drupa, oblongos y de color azul oscuro.
De todas las palmas con tronco, el Trachycarpus fortunei es la especie más resistente al frío, lo que permite a los paisajistas de regiones de clima templado llevar un toque tropical a sus jardines. A pesar de su aprecio por el frío, sigue siendo una palma y siempre brinda una sensación de tropicalidad vistosa.
Por lo tanto, en regiones frías y montañosas, como las zonas serranas del sur de Brasil, donde las heladas intensas son comunes, se puede cultivar esta hermosa palma en todo su esplendor. En condiciones óptimas, puede crecer alrededor de un palmo por año. Puede usarla de manera individual, en grupos o filas, en jardines pequeños o extensos, e incluso cerca de edificios o piscinas, ya que sus raíces no son invasivas.
Cuando son jóvenes, las palmas de viento también pueden ser cultivadas en macetas y se pueden mantener como plantas de interior en lugares bien iluminados. Una curiosidad: en China, las fibras del tallo de Trachycarpus fortunei se utilizan para hacer tapetes, esteras, escobas y mantas rústicas.
Debe ser cultivada a pleno sol o en sombra parcial, en un suelo ligeramente ácido y bien drenado, enriquecido con materia orgánica e irrigado regularmente. Las plantas bien establecidas resisten el frío intenso, incluso hasta -20°C, así como las heladas y la nieve. Sin embargo, es importante protegerlas de vientos fuertes, a los que son bastante sensibles.
No toleran suelos excesivamente húmedos que se puedan encharcar, especialmente en invierno, pero son bastante resistentes a períodos secos, con cierta reducción en la tasa de crecimiento. Las plantas cultivadas en climas más cálidos se desarrollan mejor cuando están parcialmente sombreadas y se les proporciona riego adicional. Fertilice con abonos específicos para palmas durante la primavera y el verano. Reduzca el riego en invierno o limítelo al mínimo necesario.
El palmito elevado se propaga mediante semillas, que deben ser despojadas de frutos maduros y plantadas lo antes posible, a temperaturas entre 18°C y 21°C, en un sustrato arenoso con buena capacidad de retención de agua pero sin encharcamiento. Germinan en pocas semanas. Las semillas fértiles se obtienen solo de plantas hembra cultivadas cerca de plantas masculinas durante un tiempo mínimo. Las plántulas estarán listas para ser trasplantadas después de un año de su siembra.