La Palmera Huso (Hyophorbe verschaffeltii) es una hermosa palmera escultural, de estípite único, que como su propio nombre indica, presenta una forma fusiforme (de huso), engrosada en la base, ligeramente estrecha y luego engrosada nuevamente, encontrando un cogollo más estrecho en la parte superior. Es originaria de la Isla Rodrigues, situada en el Archipiélago de Mascareñas, en el Océano Índico. Allí, se encuentra seriamente amenazada de extinción, contabilizándose 50 o menos especímenes vivos en la naturaleza. A pesar de ello, es una palmera cultivada en regiones tropicales de todo el mundo, por sus cualidades como ornamental.
Su tronco es de color grisáceo, anillado, debido a las cicatrices de las hojas caídas, y presenta un diámetro de unos 25 centímetros. Las hojas son pinnadas, ascendentes, erectas a arqueadas y surgen, en número de seis a diez, en el ápice de un cogollo verde grisáceo, largo y aparente. En las plantas jóvenes, y no descortezadas, se forma una bella trama en el tronco, de los pecíolos remanentes. Las inflorescencias emergen en la base del cogollo, y los brotes iniciales se asemejan a cuernos puntiagudos. Son del tipo espiga y contienen pequeñas y numerosas flores, de color amarillo anaranjado, perfumadas. Los frutos son drupas negras y elipsoidales, con pulpa jugosa.
En el paisajismo, la palmera huso aún es poco explorada, siendo más común verla en colecciones botánicas. La palmera huso puede utilizarse aislada, destacando su aspecto escultural como punto focal, o en grupos y filas, a lo largo de caminos. Confere belleza tropical y elegancia a diversos ambientes, cuando se planta en macetas o jardines internos bajo claraboyas o techos transparentes.
Por este motivo es interesante su uso en grandes salones, vestíbulos y centros comerciales. Su crecimiento inicial es bastante lento, lo que permite utilizarla como follaje en interiores bien iluminados en los primeros años. Cada año se vuelve más vigorosa, y su crecimiento se acelera. Es bastante rústica y de bajo mantenimiento.
Debe cultivarse bajo media sombra o sol pleno, en suelo preferentemente drenable, fértil, enriquecido con materia orgánica e irrigado regularmente, especialmente en los primeros años de implantación. La palmera huso es bastante sensible al frío intenso (por debajo de 0°C) o las heladas, pero hay informes de muchas plantas que crecen en climas subtropicales con éxito.
Es conveniente protegerla de las heladas fuertes si es posible, a través de cobertura o trasladándola a ambientes internos si se cultiva en macetas. La palmera huso es ideal para regiones costeras, ya que tiene una excelente tolerancia a la salinidad y al encharcamiento. Se multiplica por semillas frescas, recolectadas maduras, despolpadas, limpias, secas y puestas a germinar en sustrato arenoso, mantenido húmedo. La germinación puede tardar de 40 días a 4 meses en completarse.