Orquídea Coco

Maxillaria tenuifolia

Raquel Patro

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La Orquídea Coco (Maxillaria tenuifolia) es una orquídea epífita, originaria de bosques abiertos en regiones con altitudes entre 1000 y 1500 metros, de México, Nicaragua, Guatemala, Honduras, El Salvador y Costa Rica. Como su propio nombre indica, esta especie de orquídea es conocida por el intenso aroma a coco de sus flores. Es una de las favoritas de los coleccionistas orquideófilos, y además de su embriagador perfume, presenta flores con bordes agudos, colores vivos y manchas que recuerdan a algo «salvaje».

Sus pseudobulbos son globosos a ovalados, ligeramente aplanados y con una única hoja cada uno, lineal y larga, como una hoja de pasto. Frecuentemente permanecen con las vainas cubriendo parte de los bulbos. El rizoma se presenta dinámico, elevándose erecto y colocando los bulbos en diferentes planos. Se organizan de forma cespitosa, formando matas densas y desordenadas.

La floración ocurre en primavera, brotando flores solitarias en tallos cortos que surgen de la base de los pseudobulbos. Las flores de esta especie generalmente son de color naranja o rojo, tendiendo a un tono herrumbroso o teja, incluso vino. El labelo generalmente es amarillo o blanco, con manchas rojas, en un interesante contraste. Como es común en el género Maxillaria, sus pétalos y sépalos no se abren completamente, dando una forma cóncava a la flor.

Una orquídea de cultivo sencillo, para aquellos que ya dominan el cultivo de una falenópsis, por ejemplo. Puede ser colocada bajo una ventana bien iluminada, en cualquier habitación, evitando la cara norte. El conjunto de follaje, incluso sin flores, ya produce un efecto ornamental interesante. Con la floración duradera y perfumada, verás que valió la pena adquirir esta especie. Generalmente se planta en macetas anchas y poco profundas, pero también puede fijarse en árboles, con esfagno y ataduras.

La Orquídea Coco debe cultivarse bajo media sombra, o luz filtrada, con condiciones de luz generalmente más altas que otras orquídeas epífitas, sin embargo, sin estar bajo el sol pleno todo el día, especialmente entre las 11 y las 16 horas. Además, prefiere sustrato y ambiente con alta humedad, por encima del 50%, y buena ventilación. Las mezclas propias para orquídeas, con alto contenido de esfagno, suelen funcionar bien.

Permite que el sustrato esté casi seco entre riegos. Aprecia temperaturas suaves a cálidas durante el día y noches frías. No tolera el frío intenso, desarrollándose bien con temperaturas entre 11° y 30° Celsius. Reduce los riegos en invierno. Fertiliza en primavera y verano con fertilizantes propios para orquídeas. Se multiplica por división de las matas y a gran escala por semillas y cultivo de meristemos.

Acerca de Raquel Patro

Raquel Patro es paisajista y fundadora de Planterista.com. Desde 2006 desarrolla contenidos especializados en plantas y jardines, ya que cree que todo el mundo, ya sean aficionados o profesionales, debería tener acceso a contenidos de calidad. Como geek, le gustan los libros, la ciencia ficción y la tecnología.