El mundillo (Viburnum opulus) es un arbusto caducifolio, florido, nativo de Europa y Asia, y cultivado como ornamental en países de clima subtropical a templado. Su ramificación es leñosa, ramificándose desde la base, pero con una textura abierta. Sus hojas son opuestas, trilobuladas, con la base redondeada, bordes dentados y nervaduras bien marcadas, lo que le da a la superficie de la hoja una textura rugosa. En otoño, las hojas adquieren hermosos tonos bronceados antes de caer en invierno.
Florece desde finales de primavera hasta verano, mostrando inflorescencias en forma de corimbo con numerosas flores hermafroditas, de color blanco a ligeramente rosado y con un delicado aroma. Las inflorescencias tienen forma de paraguas con una superficie bastante plana, y las flores en los bordes suelen ser más grandes que las del centro, de manera similar a algunas variedades de hortensias (Hydrangea macrophylla).
Existen otras variedades cultivadas de Viburnum opulus, siendo una de ellas de flores dobles con hermosas inflorescencias llenas y globosas, conocida como ‘Sterile’ y popularmente como «bola de nieve», la más popular. Los frutos que produce son drupas esféricas y rojas, con un sabor ácido. Son comestibles en pequeñas cantidades, ornamentales y muy atractivos para las aves.
En el jardín, el mundillo se puede utilizar de manera individual, en hileras, grupos o junto con otras plantas, siempre respetando su aspecto informal y libre. Esta planta forma un excelente fondo para especies más bajas y flores de colores vivos.
También es interesante utilizarlo como trepador, con soportes y guía. La variación estacional de este arbusto lo hace interesante y diferente en todas las estaciones, especialmente en climas que tienen estaciones bien definidas, desde subtropical hasta templado. También se puede plantar en macetas y es adecuado para la técnica del bonsái.
El mundillo debe ser cultivado a pleno sol o en semisombra, en un suelo fértil, preferiblemente ácido, bien drenado, enriquecido con materia orgánica e irrigado regularmente. Tolera el frío, incluso ligeras heladas. Después de la floración, se recomienda podar los tallos más débiles y viejos desde la base para ventilar la planta y fomentar nuevos brotes. Fertiliza el mundillo con estiércol bien descompuesto durante la primavera y el verano. Se puede propagar mediante esquejes de tallos semileñosos y leñosos, plantados para enraizar en primavera.