Moringa

Moringa oleifera

Raquel Patro

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La Moringa o Árbol de la Vida (Moringa oleifera), como también es conocida, es un árbol de pequeño a mediano tamaño, caducifolio, floreciente y de muchas utilidades. Es originaria del Himalaya y se ha extendido por diversas regiones tropicales y subtropicales del planeta debido a sus numerosas cualidades, especialmente como planta medicinal y alimentaria. Presenta un tronco único y erecto, con un diámetro de 20 a 45 cm y una corteza gruesa de color gris blanquecino.

Su copa es abierta, con ramas colgantes, peludas y delicadas, lo que le da una apariencia de sombrilla. Sus hojas son tripinnadas, con folíolos elípticos a obovados de color verde claro, lo que le da a las hojas un aspecto plumoso. Florece durante todo el año, produciendo racimos de flores pequeñas, hermafroditas y perfumadas de color blanco-crema. Los frutos que siguen son largas vainas pendulares que se abren en tres valvas cuando maduran, liberando numerosas semillas ligeras, papiráceas y aladas.

Frutos de la Acacia blanca. Foto de Forest & Kim Starr
Frutos de la Acacia blanca. Foto de Forest & Kim Starr

La moringa se cultiva principalmente por su valor alimenticio y medicinal, siendo considerada una planta milagrosa. Es muy rica en nutrientes, desde proteínas hasta vitaminas, y ha contribuido enormemente en la lucha contra la desnutrición en países subdesarrollados. También es una poderosa aliada de los vegetarianos debido a su alto contenido de aminoácidos esenciales. Sus hojas, frutos, semillas, flores y raíces pueden consumirse de diversas formas, ya sea crudos, en jugos, batidos, ensaladas o en preparaciones cocidas como sopas y pasteles.

La harina de las hojas de moringa también se utiliza como suplemento alimentario. El polvo de las semillas tiene un efecto similar a la floculación en el tratamiento del agua, purificándola, aglutinando y eliminando impurezas y microorganismos, que se decantan rápidamente en el fondo del recipiente. Consulta el cuadro a continuación para obtener información sobre sus usos medicinales.

Su uso en paisajismo es discreto pero tiene un gran potencial debido a su tronco engrosado, que a menudo tiene un aspecto abultado, lo que le confiere un cierto exotismo en el jardín. Proporciona una sombra ligera, aproximadamente del 50%, ideal para el cultivo de epífitas y coberturas de media sombra en la base. Además, florece durante todo el año. En algunos países, también se utiliza como planta de interior, con su voluminoso y escultural caudex en evidencia, de manera similar a la Rosa del desierto (Adenium obesum).

Debería ser cultivada preferentemente en un suelo fértil, profundo, bien drenado, ligeramente ácido a neutro, enriquecido con materia orgánica e irrigado regularmente durante el primer año de implantación. Aun así, es capaz de crecer en varios tipos de suelo, evitando los muy secos y los excesivamente pesados y arcillosos que pueden inundarse.

Una vez establecida, la moringa se vuelve tolerante a los períodos de sequía. Resiste heladas ligeras, pero crece mejor en climas tropicales. Responde bien a la fertilización y al riego suplementario, produciendo más hojas y vainas. Se puede multiplicar mediante semillas frescas y estacas de ramas leñosas o semileñosas.

Acerca de Raquel Patro

Raquel Patro es paisajista y fundadora de Planterista.com. Desde 2006 desarrolla contenidos especializados en plantas y jardines, ya que cree que todo el mundo, ya sean aficionados o profesionales, debería tener acceso a contenidos de calidad. Como geek, le gustan los libros, la ciencia ficción y la tecnología.