Madreselva azul

Lonicera caerulea

Raquel Patro

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Lonicera caerulea

La Madreselva azul (Lonicera caerulea), también conocida como «honeyberry» en inglés, es una planta arbustiva y frutal de gran importancia tanto para la horticultura como para la alimentación humana. Su cultivo ha ganado protagonismo en regiones de clima templado debido a su resistencia al frío extremo y a la producción temprana de frutos ricos en compuestos bioactivos. Además, la Lonicera caerulea es valorada por su adaptabilidad a diferentes tipos de suelo y por ser una alternativa viable al cultivo de otras frutas en áreas de suelos menos ácidos, donde el arándano tradicional presenta dificultades de desarrollo.

Del mismo género que la Madreselva trepadora (Lonicera japonica), la Lonicera caerulea es una especie circumpolar, nativa de las regiones templadas frías del Hemisferio Norte, abarcando áreas de Asia, Europa y América del Norte. Su hábitat natural incluye bosques boreales húmedos, claros forestales y áreas pantanosas con suelos ricos en materia orgánica, frecuentemente encontrados en regiones de turberas pesadas.

En Europa, la Lonicera caerulea era inicialmente valorada como planta ornamental debido a sus flores discretas y frutos decorativos. Solo en las últimas décadas, con el avance de los programas de mejora genética, es que su potencial como frutal comenzó a ser explotado comercialmente. En América del Norte, el interés por la especie creció a partir de los años 2000, impulsado por investigaciones realizadas en Canadá y Estados Unidos, que demostraron su potencial como alternativa al arándano en regiones de suelos menos ácidos.

La Madreselva azul o Honeyberry también se destaca por su resistencia a plagas y enfermedades, siendo una opción viable para cultivos orgánicos y sistemas agroforestales. Su capacidad de fructificar precozmente, incluso en climas fríos, y la riqueza nutricional de sus frutos, ricos en antocianinas y vitamina C, le confieren el estatus de «superfruta» en mercados especializados.

El nombre botánico Lonicera caerulea tiene origen en el género Lonicera, que homenajea al botánico alemán Adam Lonicer (1528–1586), conocido por su contribución a la botánica y a la medicina herbal. El epíteto específico «caerulea» deriva del latín y significa «azul», refiriéndose a la coloración característica de los frutos de esta especie. Además, el nombre común «haskap» es utilizado en Japón para designar la variedad Lonicera caerulea var. emphyllocalyx tiene su origen en el idioma Ainu, hablado por el pueblo indígena de Hokkaido, donde «haskap» significa «fruta de la longevidad» o «fruta azul».

La Lonicera caerulea, perteneciente a la familia Caprifoliaceae, es una especie de arbusto caducifolio, perenne y leñoso, de tamaño medio que varía entre 1,2 y 2 metros de altura, pudiendo alcanzar hasta 2,5 metros en cultivares seleccionados. El sistema radicular es superficial, pero bien ramificado, con raíces finas y fibrosas que se desarrollan lateralmente, adaptadas a suelos húmedos y bien drenados. La planta presenta un tallo principal erecto, lignificado, de color marrón grisáceo y textura rugosa a medida que envejece. Las ramas jóvenes son verdes, flexibles y con textura semi leñosa, volviéndose gradualmente leñosas y quebradizas con el tiempo.

Las delicadas flores de la Lonicera caerulea
Save Las delicadas flores de la Lonicera caerulea

El hábito de crecimiento es erecto a ligeramente arqueado, con tendencia a la formación de múltiples tallos desde la base, proporcionando un aspecto arbustivo denso. La ramificación es simpodial, con entrenudos cortos en las variedades cultivadas y más largos en las formas silvestres. Las ramas laterales presentan un crecimiento vigoroso en primavera y sirven como principales soportes para hojas, flores y frutos.

Las hojas son opuestas, simples, con pecíolos cortos y láminas foliares de forma elíptica a ovada, midiendo entre 3 y 8 cm de longitud. Su margen es entero, el ápice es agudo o ligeramente redondeado, y la base es atenuada. La textura es cartácea a subcoriácea, con superficie glabra o ligeramente pubescente, principalmente en el lado inferior. La coloración es verde oscuro en la página superior y verde-azulada en la inferior, con nervaduras bien visibles. La caída foliar ocurre en otoño, en respuesta a la disminución de la temperatura y el fotoperiodo, con un rebrote posterior al final del invierno o principio de primavera.

La inflorescencia de la Lonicera caerulea es del tipo dicásico, generalmente axilar o terminal, compuesta por pares de flores insertadas directamente en los nodos de las ramas nuevas. La especie es considerada funcionalmente monoica y autofértil, aunque la polinización cruzada aumenta significativamente el rendimiento y la calidad de los frutos. La floración ocurre precozmente, generalmente entre finales de invierno y principios de primavera (febrero a abril en el Hemisferio Norte), precediendo el desarrollo pleno del follaje.

Hojas y ramas rojizas de otoño e invierno.
Save Hojas y ramas rojizas.

Las flores son pequeñas, tubulosas y bilabiadas, con simetría zigomorfa, midiendo de 1 a 2 cm de longitud. Presentan una coloración que varía de blanco a amarillo pálido, volviéndose ligeramente crema a medida que envejecen. Cada flor tiene cinco pétalos fusionados, formando un tubo con dos labios desiguales, cinco estambres y un ovario ínfero bicarpelar.

La polinización es entomófila, realizada principalmente por abejas, especialmente de los géneros Bombus (abejorros) y Apis. La atracción de las flores para los polinizadores está vinculada a la liberación de néctar y a la disposición expuesta de las anteras. En regiones frías, la polinización eficiente depende de la presencia de polinizadores activos a bajas temperaturas, característica de especies adaptadas a climas boreales.

El fruto es una baya elipsoide alargada, de coloración azul intensa con superficie recubierta por pruína cerúlea, lo que le confiere un aspecto ligeramente opaco. Mide entre 1 y 4 cm de longitud y madura de manera prematura, generalmente entre finales de primavera y principios de verano. La pulpa es jugosa, con un sabor dulce y ácido, reminiscente a una combinación de arándano con frambuesa, y presenta un alto contenido de antocianinas, compuestos fenólicos y vitamina C. Cada fruto contiene de dos a tres semillas pequeñas, de color marrón claro, incrustadas en la pulpa y con baja viabilidad para la propagación directa.

Los frutos son tradicionalmente consumidos in natura justo después de la cosecha, pero también son ampliamente utilizados en la preparación de jugos, jaleas, conservas, vinos, licores y postres. Debido a su intensa coloración y propiedades antioxidantes, los frutos también se emplean en la elaboración de productos funcionales, como batidos, barras energéticas y suplementos en polvo. Cuando se deshidratan, mantienen buena parte de sus compuestos bioactivos y pueden usarse como bocadillos saludables o ingredientes para panificación.

Además, el extracto de los frutos es cada vez más explotado en la industria nutracéutica y cosmética, expandiendo sus posibilidades de uso más allá de la alimentación convencional.
Las madreselva azul presentan una diversidad notable de variedades y cultivares comerciales, resultado de siglos de selección natural y, más recientemente, de programas de mejoramiento genético llevados a cabo en países como Rusia, Japón, Canadá y Polonia. Esta diversidad busca mejorar características como el sabor, tamaño de los frutos, resistencia al frío y adaptación a diferentes condiciones de clima y suelo.

En Europa, por ejemplo, la variedad Lonicera caerulea var. caerulea se encuentra en bosques húmedos y pantanos de altitud, desde los Pirineos hasta los Alpes y partes de Europa Central, como Austria y Alemania. En América del Norte, la variedad Lonicera caerulea var. villosa se halla en áreas húmedas del este de Canadá y noreste de Estados Unidos. En Asia, la variedad Lonicera caerulea var. kamtschatica es común en el Extremo Oriente ruso, incluyendo la Península de Kamchatka y las Islas Kuriles, mientras que la variedad Lonicera caerulea var. edulis se presenta en regiones de Siberia, Japón y China.

La madreselva azul muestra una variedad significativa de cultivares desarrollados principalmente en regiones de clima templado frío, como Canadá, Rusia, Polonia y Japón. Estos cultivares buscan cumplir con criterios específicos como productividad, resistencia al frío, sabor, firmeza del fruto y capacidad de adaptación a diferentes zonas climáticas y suelos. Las selecciones modernas son el resultado de décadas de mejoramiento genético a partir de poblaciones nativas de las variedades kamtschatica, edulis, villosa y emphyllocalyx.

Entre los cultivares más importantes, destacan los siguientes:

  • ‘Aurora’: Desarrollada por la University of Saskatchewan, en Canadá, es una de las cultivares más populares debido a su sabor dulce, frutos grandes, y floración compatible con diversos otros cultivares. Presenta excelente productividad y es recomendada como planta polinizadora para otras variedades del mismo grupo.
  • ‘Borealis’: También canadiense, fue una de las primeras cultivares comerciales de madreselva azul. Produce frutos grandes, de pulpa suave y sabor dulce, con floración precoz. Es valorada por su uso doméstico, aunque presenta menor resistencia al manejo en cosechas comerciales.
  • ‘Tundra’: Esta cultivar presenta frutos firmes, resistentes al transporte y de sabor equilibrado, lo que la hace ideal tanto para el mercado fresco como para procesamiento. Tiene buena tolerancia a plagas y enfermedades y está adaptada a regiones con inviernos rigurosos.
  • ‘Indigo Gem’ y ‘Indigo Treat’: Ambas pertenecen a la serie Indigo de la Universidad de Saskatchewan. La ‘Indigo Gem’ es ampliamente cultivada por su sabor dulce-acidulado y excelente productividad. Por su parte, la ‘Indigo Treat’ presenta frutos un poco mayores, de sabor más suave, siendo adecuada para consumo en fresco.
  • ‘Honey Bee’: Cultivar vigorosa y de crecimiento rápido, es frecuentemente utilizada como polinizadora debido a su floración precoz y compatible con otros cultivares. Produce frutos de tamaño medio y sabor neutro.
  • ‘Boreal Blizzard’, ‘Boreal Beauty’ y ‘Boreal Beast’: Esta serie de cultivares canadienses es considerada un avance en el mejoramiento genético de la especie. La ‘Boreal Blizzard’ produce frutos muy grandes, de sabor dulce y excelente firmeza. La ‘Boreal Beauty’ se destaca por el equilibrio entre acidez y dulzura, mientras que la ‘Boreal Beast’ presenta alta productividad y rusticidad.
  • ‘Wojtek’ y ‘Zojka’: Originarias de Polonia, estas cultivares se utilizan tanto para producción comercial como para jardines domésticos. Producen frutos dulces y son compatibles entre ellas para la polinización cruzada. Son bastante resistentes al frío y adaptables a diferentes suelos europeos.
  • ‘Blue Velvet’, ‘Blue Moon’, ‘Blue Forest’ y ‘Blue Hokkaido’: Son cultivares seleccionadas en los Estados Unidos y en Japón. La ‘Blue Velvet’ y la ‘Blue Moon’ son conocidas por su uso ornamental combinado con la producción de frutos comestibles. La ‘Blue Forest’ tiene un porte compacto, ideal para cultivos urbanos o en macetas, y la ‘Blue Hokkaido’ se destaca por su origen japonés y sabor refinado.

La madreselva azul o honeyberry es una excelente opción para aquellos que desean aportar belleza y funcionalidad al jardín de clima templado o frío. Con un porte compacto y forma arbustiva bien definida, ofrece estructura al espacio sin requerir podas constantes. Uno de los mayores atractivos visuales ocurre a principios de primavera, cuando la madreselva azul florece precozmente, incluso antes de que el follaje esté completamente desarrollado. Las pequeñas flores de color crema a amarillo pálido exhalan un perfume suave y agradable, atrayendo a polinizadores, especialmente abejas nativas y mamangavas, que enriquecen el jardín con biodiversidad.

Es una planta que se adapta bien en parterres, como planta aislada destacada, en grupos informales, borduras frutales y setos mixtos de altura media, integrándose fácilmente en diferentes estilos de jardín. El ciclo caducifolio proporciona interés estacional, con la caída de las hojas en otoño, creando un espacio visual y luz para otras especies en invierno, a la vez que ofrece un aspecto más dramático.

El gran atractivo surge en la fructificación: las bayas azuladas, cubiertas por una leve capa de pruina, aparecen entre el final de la primavera y el inicio del verano, creando un efecto visual hermoso y único. Además de ornamentales, los frutos son comestibles y funcionan bien en huertos domésticos o huertos ornamentales. La Lonicera caerulea, o madreselva azul, se integra con jardines de estilo más natural o incluso los más modernos, y tiene la ventaja de ser una planta resistente y de bajo mantenimiento. Se trata de un arbusto de crecimiento consistente y apariencia armoniosa, que contribuye con un aspecto naturalista y estacional, debido a sus hojas caducifolias, además de atraer polinizadores.

Además de su uso como arbusto frutífero y ornamental, la madreselva azul ha captado la atención de investigadores por sus efectos medicinales, principalmente debido a la alta concentración de compuestos antioxidantes, como las antocianinas y vitamina C. Los estudios indican que el consumo de los frutos puede ayudar a combatir el estrés oxidativo, reducir inflamaciones e incluso proteger el corazón. También hay indicios de que los extractos de la planta pueden ayudar en el control del colesterol, la salud hepática, la obesidad e incluso en la prevención de enfermedades neurodegenerativas. Aunque muchas de estas investigaciones todavía están en etapa inicial, los resultados son prometedores y refuerzan el valor funcional de la planta en la alimentación y la salud.

La Madreselva azul (Lonicera caerulea) es una especie arbustiva de clima templado frío, adaptada a una amplia gama de condiciones ambientales, lo que la hace una opción versátil para el cultivo en jardines y sistemas agroforestales. Prospera en regiones con inviernos rigurosos y veranos suaves, siendo ideal para zonas de rusticidad USDA de 2 a 7. En Sudamérica, su cultivo es más viable en zonas de alta montaña o regiones subtropicales con inviernos fríos, como el sur del continente o en la cordillera de los Andes.

Los frutos de la madreselva azul tienen un sabor similar a los arándanos y con ellos se pueden hacer deliciosas mermeladas.
Save Los frutos de la madreselva azul tienen un sabor similar a los arándanos y con ellos se pueden hacer deliciosas mermeladas.

La Madreselva azul se desarrolla mejor bajo sol pleno, aunque tolera sombra parcial. La producción de frutos es maximizada cuando la planta recibe luz solar directa por al menos 6 horas diarias. En cuanto al suelo, la especie es poco exigente, adaptándose a una variedad de texturas, desde arenosas hasta arcillosas, prefiriendo suelos bien drenados y ricos en materia orgánica. El pH ideal varía de 5,5 a 7,5, pero la planta tolera suelos ligeramente ácidos o alcalinos. En macetas, se recomienda el uso de sustratos ligeros y bien aireados, compuestos por una mezcla de tierra vegetal, compost orgánico y arena gruesa, garantizando buena drenaje y retención de humedad.

La plantación de la madreselva azul debe realizarse preferentemente en otoño o inicio de la primavera, permitiendo que las raíces se establezcan antes de las temperaturas extremas. Las plántulas deben ser espaciadas entre 1,2 a 1,5 metros, facilitando la circulación de aire y el acceso para mantenimiento. La irrigación debe ser regular, manteniendo el suelo úmedo, especialmente durante los primeros años de establecimiento y en los períodos de sequía. La fertilización puede hacerse anualmente, al inicio de la primavera, utilizando fertilizantes orgánicos o formulaciones equilibradas (como NPK 10-10-10), promoviendo un crecimiento vigoroso y producción de frutos.

El tutoramiento es recomendado en los primeros años para orientar el crecimiento vertical y evitar daños causados por vientos fuertes. Las podas deben ser realizadas después de la cosecha, removiendo ramas muertas, enfermas o entrelazadas, estimulando la formación de nuevos brotes fructíferos. La manutención incluye la remoción de plantas malas hierbas alrededor de la base y la aplicación de cobertura muerta para conservar la humedad del suelo. La cosecha ocurre generalmente al final de la primavera o inicio del verano, cuando los frutos adquieren coloración azul-oscura y sabor dulce-ácido.

La Lonicera caerulea es notable por su resistencia a condiciones adversas. Soporta temperaturas extremadamente bajas, con registros de supervivencia a -47°C, y sus flores son tolerantes a heladas tardías. La planta también demuestra resistencia a la sequía moderada, aunque la irrigación adecuada mejora la producción de frutos. Es tolerante a vientos fuertes y puede ser cultivada en regiones costeras, siempre que esté protegida de la salinidad excesiva.

La madreselva azul es relativamente resistente a plagas y enfermedades. Sin embargo, puede ser afectada por oídio (Erysiphales), especialmente en condiciones de alta humedad y ventilación inadecuada. La prevención incluye un adecuado espaciado entre las plantas y la poda para mejorar la circulación del aire. El uso de fungicidas puede ser considerado en casos severos. Además, aves como los tordos y estorninos pueden consumir los frutos maduros, siendo recomendada la protección con redes durante el período de fructificación.

La propagación de la madreselva azul puede ser realizada por semillas, aunque métodos vegetativos como esquejes o acodo son más recomendados para preservar las características de la planta madre. La siembra debe hacerse con semillas frescas, que germinan mejor después de estratificación en frío durante 60 a 90 días. Los esquejes de madera blanda pueden ser recolectados en verano, mientras que los de madera dura se obtienen al final del otoño o invierno, ambos enraizando bien en sustratos húmedos y bien drenados. El acodo es eficaz, especialmente en ramas bajas y flexibles. La primera fructificación ocurre generalmente entre el segundo y tercer año después de la plantación, con la producción aumentando gradualmente hasta alcanzar el pico entre el quinto y séptimo año.

Acerca de Raquel Patro

Raquel Patro es paisajista y fundadora de Planterista.com. Desde 2006 desarrolla contenidos especializados en plantas y jardines, ya que cree que todo el mundo, ya sean aficionados o profesionales, debería tener acceso a contenidos de calidad. Como geek, le gustan los libros, la ciencia ficción y la tecnología.