Lespedeza

Lespedeza thunbergii

Raquel Patro

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La Lespedeza (Lespedeza thunbergii) es un arbusto florífero con ramas arqueadas y textura semi-lignificada, nativo de China y Japón. Puede ser caducifolio o perenne, dependiendo del clima en el que se cultive. En áreas de clima templado, donde el invierno es frío, pierde sus hojas en la temporada y vuelve a brotar desde las raíces en primavera. En algunos casos, la planta puede morir, y será necesario replantar.

En cambio, en climas subtropicales, es perenne y solo reduce su crecimiento vegetativo en invierno. De crecimiento rápido, alcanza aproximadamente 2 metros de altura con un diámetro de 3 metros. Sus ramas son largas y arqueadas, dando al conjunto un aspecto de cascada. Las hojas son trifoliadas y alternas, dispuestas de forma espiralada sobre las ramas, con folíolos de color verde-azulado, elípticos a lanceolados.

Florece a finales del verano y principios del otoño, cubriendo las ramas con numerosas flores de color rosa oscuro. Las inflorescencias son panículas de racimos, con flores similares a las de las ervilhas. Entre las variedades se encuentran la ‘Edo Shibori‘, con flores bicolores, la ‘VA-70‘ y ‘Amquail‘, seleccionadas por su resistencia y como refugio y alimento para la vida silvestre, la ‘White Fountain‘, de flores blancas, y ‘Gibraltar‘, de flores rosadas. Las flores producen abundante néctar y son muy atractivas para abejas y mariposas. El fruto es tipo legumbre, con semillas negras.

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Aspecto general del arbusto. Foto de Wolfgang Meinhart

En el jardín, la lespedeza es ideal para ser utilizada de forma aislada o en hileras, de modo que se destaque su forma de cascada. Así, se convierte en un gran atractivo en solitario en céspedes bien cuidados, coronando muros o pérgolas, o en combinación con otras especies, especialmente en jardines de estilo inglés o cottage.

La textura fina de las hojas, la forma inusual y las abundantes flores, que aparecen después de que la mayoría de las especies ya han florecido, hacen que esta especie sea muy interesante en el diseño paisajístico. También es adecuada para coronar muros y taludes, así como para embellecer parterres centrales de avenidas. Debido a su tamaño, es apropiada para espacios amplios. Requiere poca mantenimiento, que se limita a podas drásticas a finales del invierno y fertilización durante el período de crecimiento y floración.

Debe cultivarse a pleno sol o en semisombra, en suelos fértiles, bien drenados, enriquecidos con materia orgánica e irrigados regularmente durante el primer año de implantación. Una vez bien establecida, se vuelve resistente a cortos períodos de sequía. Tolera el frío y las heladas ligeras. Es resistente a plagas y enfermedades. Se multiplica por semillas, esquejes, acodo y separación de las plántulas formadas naturalmente alrededor de la planta madre, debido a las ramas que tocan el suelo y enraízan.

Acerca de Raquel Patro

Raquel Patro es paisajista y fundadora de Planterista.com. Desde 2006 desarrolla contenidos especializados en plantas y jardines, ya que cree que todo el mundo, ya sean aficionados o profesionales, debería tener acceso a contenidos de calidad. Como geek, le gustan los libros, la ciencia ficción y la tecnología.