El Laurel Manchado (Aucuba japonica) es una planta dióica, arbustiva, leñosa, con follaje y fructificación ornamentales, conocida por adaptarse a condiciones adversas de contaminación, sombra, sequía y frío. Condiciones que, combinadas, raramente permiten el cultivo de plantas ornamentales. Tiene una forma redondeada y es perenne. Sus hojas son opuestas, ovales a lanceoladas, coriáceas, brillantes y verdes en la especie típica. Sin embargo, las formas de hojas variegadas y manchadas son más comunes en el cultivo debido a su follaje distintivo.
Entre ellas, podemos mencionar la ‘Crotonifolia’ y la ‘Golden King’, con hojas moteadas, la ‘Gold Dust’ y la ‘Variegada’, con manchas amarillas, la ‘Goldieana’, con hojas predominantemente amarillas, la ‘Nana’, de tamaño bajo, y la ‘Rozannie’, con flores de ambos sexos. Florece a principios de la primavera, mostrando pequeñas flores con pétalas marrón púrpura en cimas en los ejemplares masculinos y en racimos axilares en las hembras. Si son polinizadas, las plantas femeninas producen hermosos racimos de bayas brillantes y rojas, duraderas y tóxicas, que son evitadas por los pájaros. Cada fruto contiene una sola semilla.
En el paisajismo, el Laurel Manchado se utiliza para llenar espacios en lugares sombreados, formando filas informales, como cobertura alta debajo de árboles de copa densa o en composiciones con otras plantas en pasillos mal iluminados, a menudo como fondo.
Es un excelente sustituto para los crótons y dracenas coloridas en lugares fríos y oscuros, con el vibrante follaje de las variedades variegadas, doradas y moteadas. Permanece denso incluso en condiciones de baja luminosidad, a diferencia de muchos arbustos considerados tolerantes a la sombra. Es muy longevo y permite podas de rejuvenecimiento en ejemplares más antiguos.
También es interesante su cultivo en macetas, donde se puede utilizar en la decoración de interiores, como salas de estar, oficinas, etc. Las plantas femeninas, si se plantan cerca de al menos un ejemplar masculino, producen racimos con frutos rojos y persistentes, que también son muy atractivos.
Debe cultivarse a la sombra parcial o sombra clara, en un suelo perfectamente drenable, enriquecido con materia orgánica e irrigado solo durante el primer año de implantación y en períodos de sequía prolongada. A pesar de tolerar tantas inclemencias, el Laurel Manchado no soporta el calor y la humedad constantes, especialmente en el suelo, lo que puede provocar rápidamente enfermedades fúngicas.
De esta manera, es apropiado para lugares con un clima subtropical a templado. En climas tropicales, el Laurel Manchado prescinde de lugares sombreados y frescos, y sus hojas pueden quemarse bajo la luz solar directa. También es tolerante a la salinidad de los vientos marítimos. Se multiplica fácilmente por semillas y esquejes de ramas leñosas o semileñosas en cualquier época del año.