Lágrimas de Ángel (Soleirolia soleirolii) es una planta herbácea, perenne, ramificada y rastrera, con follaje ornamental y originaria de Córcega y Cerdeña, Italia. El nombre científico proviene de Joseph François Soleirol (1796-1863), quien recolectó la planta en Córcega a principios del siglo XIX. Presenta ramas postradas, frágiles, ramificadas y pubescentes, que emiten raíces tan pronto como tocan el suelo. Crece indefinidamente de manera horizontal, en lugar de vertical, cubriendo el suelo con un denso tapiz verde.
Sus hojas son diminutas, abundantes, de forma redonda, enteras, brillantes y con pecíolos cortos. Las flores blancas y diminutas aparecen en verano, en las axilas de las hojas, y tienen poca importancia ornamental. El fruto es tipo aquenio. Hay cultivares de la planta con diferentes tonos de verde, destacando la ‘Variegata’, con hojas variegadas de blanco, y la ‘Aurea’, de un tono verde limón.
El uso más común de las lágrimas de ángel es como follaje en macetas, adornando interiores con su forma redonda. En paisajismo, se utiliza ampliamente como cobertura en áreas sombreadas, donde el césped no se desarrolla debido a la falta de luz y al exceso de humedad. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no debe usarse en áreas de paso, ya que no resiste el pisoteo.
Su textura es fina y de gran interés, muchos dicen que se asemeja a cabellos rizados, creando un contraste con el césped u otras coberturas. Es excelente como masa, borde o como telón de fondo para otras especies en parterres, macetas o jardineras, destacando en cestas colgantes donde el follaje cae como una cascada verde.
También se utiliza en el contorno de estanques, llenando los espacios entre las rocas, suavizando y aportando naturalidad al entorno. Al apreciar la sombra y la humedad, también se recomienda para la composición de terrarios cerrados. Se considera comestible, con un sabor picante, y puede sustituir al berro en ensaladas y sándwiches.
Debe cultivarse a la sombra indirecta en suelo fértil, bien drenado, enriquecido con materia orgánica e irrigado regularmente para mantener la humedad sin encharcar. Reduzca el riego en invierno y suplemente en verano con pulverizaciones sobre las hojas. No tolera la luz solar directa, especialmente en las horas más calurosas del día, lo que inevitablemente quemaría sus delicadas hojas. Tampoco es resistente a la sequía o las heladas.
En lugares con clima templado, si no se protege, las lágrimas de ángel pierden sus hojas en el frío invernal, volviéndose caduca, pero puede rebrotar en primavera. Lo ideal en estas condiciones es llevarla a ambientes protegidos, como invernaderos húmedos o dentro de casa, especialmente ante la proximidad de heladas. Se multiplica fácilmente por división de las ramas enraizadas o por esquejes. Debido a sus características rastreras, rápidamente desarrolla raíces en los nodos, facilitando la propagación.