Kumquat

Fortunella margarita

Raquel Patro

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El Kumquat (Fortunella margarita) es un arbusto o pequeño árbol perenne, frutal y ornamental, muy similar a las plantas del género Citrus, a los cuales pertenecen los naranjos, limones y mandarinas. Se diferencian principalmente por sus frutos más pequeños, con pocos gajos, y una piel fina y comestible. El tronco es bastante ramificado, pudiendo tener ramas muy espinosas o lisas, y el crecimiento es lento, alcanzando hasta 5 metros de altura.

Las hojas son lanceoladas, alternas, coriáceas, glabras, con el haz superior de color verde oscuro y el envés, verde claro. Las flores aparecen en primavera, en las axilas de las hojas, y son blancas, muy perfumadas, en racimos de uno a cuatro. Los frutos maduran en otoño, y pueden ser redondos, elipsoides o piriformes, según la variedad.

En general, los kumquats presentan una piel fina, delicada, dulce y comestible, con la pulpa algo ácida. Las cuatro principales variedades de kumquat son la «Marumi», de frutos redondos, la «Nagami», de frutos elipsoides a ovales, la «Fukushu», de frutos redondos a piriformes, y la «Variegada», de frutos variegados con rayas amarillas.

Este naranjo de características especiales es ideal para cultivar en macetas, o en jardines pequeños. Al apreciar la semisombra, puede ubicarse cerca de una ventana bien soleada incluso en ambiente interno. Si se cultiva adecuadamente, forma una copa densa y hermosa. Si se observa una copa con pocas hojas y sin fructificar, probablemente está recibiendo una exposición solar insuficiente. Es muy productivo, ya que una planta puede producir de cientos a miles de frutos por año.

Como realiza la autopolinización, no es necesario tener más de un árbol para obtener frutas. En Japón, los frutos se consumen comúnmente enteros, in natura, pero hay quienes no gustan de la pulpa, ingiriendo solo la piel. También se usa para hacer dulces, compotas, mermeladas, salsas, licores, conservas, etc. Es una fruta muy rica en vitamina C y de bajo valor calórico. El kumquat también tiene su lugar asegurado en el arte del bonsái, siendo preferido por muchos aficionados.

El kumquat debe cultivarse bajo sol pleno o semisombra (al menos 4 horas de sol directo), en suelo fértil, profundo y bien drenado, prefiriendo los ligeramente ácidos. Aprecia riegos regulares, especialmente en los primeros años tras la plantación. Es una de las frutas cítricas que más resiste al frío intenso, entrando en dormancia durante el invierno riguroso y rebrotando en primavera. Sin embargo, si ocurre una helada a principios de primavera, puede dañarse seriamente.

También es resistente a la salinidad de los ambientes costeros, siendo adecuado para la casa de playa. Para obtener un árbol siempre productivo y libre de plagas y enfermedades, realice podas anuales en el kumquat para limpieza y aireación de la copa. Fertilice durante la primavera, verano y otoño, con fertilizantes adecuados para árboles frutales. Se multiplica por semillas, esquejes, pero principalmente por injerto sobre limón ácido, naranja amarga o pomelo.

Acerca de Raquel Patro

Raquel Patro es paisajista y fundadora de Planterista.com. Desde 2006 desarrolla contenidos especializados en plantas y jardines, ya que cree que todo el mundo, ya sean aficionados o profesionales, debería tener acceso a contenidos de calidad. Como geek, le gustan los libros, la ciencia ficción y la tecnología.