La bromelia hoja de sierra (Dyckia brevifolia) es una planta perenne originaria del estado de Santa Catarina, en Brasil, que se distingue por su follaje ornamental. Es una planta reófita, es decir, se encuentra confinada en el lecho de arroyos y ríos de flujo rápido, donde sus raíces se adhieren firmemente a las grietas entre las rocas y están sujetas a inundaciones frecuentes. Crece en rosetas densas de hasta 20 cm de altura, con follaje suculento a coriáceo y cubierto de escamas. Debido a estas características, algunos desprevenidos podrían confundirla con suculentas del género Aloe.
Las hojas tienen espinas en los bordes, son curvadas y de color verde, pudiendo asumir un tono grisáceo según la variedad debido a la presencia de escamas. También existen variedades con el centro más o menos amarillo, como la ‘Moon Glow’, ‘Yellow Glow’ y ‘Golden Glow’, así como variedades con diferentes tonalidades de verde y otras variaciones, como la D. brevifolia subidenses, ‘Ilha da Cotia’ e ‘Izabel’.
La inflorescencia aparece en primavera, con tallos laterales delgados y erectos de hasta 80 cm de altura. Son racemosas, tienen poca importancia ornamental y pueden presentar flores en forma de campana de color naranja o amarillo, lo que las hace atractivas para abejas y colibríes. Después de la floración, la planta entra en un lento declive y emite nuevas plántulas desde la base. Con el tiempo, se forma una densa roseta de plantas agrupadas.
En paisajismo, la hoja de sierra es ideal para cultivar en jardines de rocas o como cobertura del suelo. Su exuberante follaje puede dar un toque rústico, exótico y tropical al jardín. Otra forma de aprovechar su valor decorativo es en macetas y jardineras, donde se puede plantar sola o junto con otras suculentas para resaltar su disposición en roseta y la textura de sus hojas.
La hoja de sierra también se puede utilizar como borde, marcando senderos en entradas de casas o establecimientos. Su aspecto escultural encaja perfectamente en jardines de inspiración desértica con piedras y otras xerófitas. Su mantenimiento es sencillo, implicando el replanteo anual para que las plantas mantengan un buen ritmo de crecimiento y vigor.
Debe ser cultivada a pleno sol o semisombra y aprecia el clima tropical a subtropical. Estas bromelias prefieren suelos arenosos, húmedos, bien drenados y ligeramente ácidos. Son adaptables a grandes variaciones ambientales, con períodos de sequía y lluvia. Sin embargo, como son plantas nativas del lecho de ríos, es importante recordar que aprecian la humedad para crecer a buen ritmo.
En períodos de inactividad, como durante el invierno y períodos de sequía, su follaje grueso puede marchitarse un poco, pero se recupera rápidamente con las primeras lluvias. La fertilización se puede realizar a principios de la primavera, preferiblemente con abonos orgánicos. Se puede propagar la hoja de sierra mediante semillas, pero es más común separar las plántulas formadas alrededor de la planta madre.