Gorro de Burro Chino

Orostachys boehmeri

Raquel Patro

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El Gorro de Burro Chino, de la especie Orostachys boehmeri, es una planta suculenta estolonífera, originaria de Japón, que se caracteriza por sus delicadas rosetas de hojas redondeadas, que recuerdan a pequeñas flores. Sus estolones son de color claro, glabros y crecen en gran número, horizontalmente, con pequeñas rosetas que se forman a intervalos regulares, de más o menos 6 centímetros, dando así el aspecto de una planta abierta, como una alfombra de encaje.

Las hojas son obovadas a espatuladas, firmes y de color gris, con tonos de lila o rojo. Se agrupan en rosetas globosas, más o menos densas, de 2.5 a 5 centímetros de diámetro. A partir del segundo año tras la plantación, el Gorro de Burro Chino florece, generalmente en otoño, en largas inflorescencias, compactas y erguidas, en forma de cono, que surgen del centro de cada roseta con numerosas flores de color crema. Las rosetas que dan origen a las flores mueren después de la floración, pero no sin antes dar lugar a nuevas rosetas.

La exuberante floración de la Orostachys boehmeri. Foto de Manuel Werner

En paisajismo y decoración, la O. boehmeri es una suculenta bastante versátil. Puede ser plantada en macetas y jardineras, que revestidas con ella quedan muy graciosas. Los estolones crecen hacia afuera del tiesto, volviéndose pendientes, con una belleza romántica. Por lo tanto, es interesante cultivarlas también en macetas y cestas colgantes, que puedan ser admiradas desde arriba.

Su pequeña altura y el inusual color gris morado la convierten en una excelente elección para composiciones, utilizada como cobertura y relleno con otras especies, ya sean suculentas, cactus o plantas adecuadas para jardines con poca necesidad de agua. Tales como terrarios, jardines de hadas, cuadros de suculentas y otras mini composiciones que están tan de moda. En el jardín exterior, por las mismas razones, sirve como cobertura, añadiendo una textura delicada y un color contrastante para otras especies.

Excelente para jardines áridos, de inspiración desértica, y entre paredes rocosas y muros de contención. Como no tolera el pisoteo, no es conveniente utilizarla en caminos o áreas de paso. Es de fácil cultivo, adecuada incluso para jardineros principiantes y olvidadizos.

El gorro de burro chino debe ser cultivado en un lugar soleado, ya sea a pleno sol o en semisombra, en suelo bien drenado e irrigado de forma espaciada, de manera que el suelo se seque entre riegos. Es muy sensible al exceso de humedad, quedando susceptible a enfermedades fúngicas y bacterianas. Riegue durante la mañana, evitando mojar las hojas, para que hasta la noche cualquier agua estancada se disipe.

Esta especie es bastante tolerante al frío, pudiendo sobrevivir a temperaturas inferiores a -34° Celsius. Durante el invierno, su crecimiento se detiene, retomándose durante la primavera. En lugares muy secos y calurosos crece mejor en semisombra. En climas templados lo mejor es cultivarla a pleno sol y así obtener rosetas más densas y bonitas. Se multiplica fácilmente mediante esquejes de hojas y separación de las rosetas que se forman en cada segmento de estolón.

Acerca de Raquel Patro

Raquel Patro es paisajista y fundadora de Planterista.com. Desde 2006 desarrolla contenidos especializados en plantas y jardines, ya que cree que todo el mundo, ya sean aficionados o profesionales, debería tener acceso a contenidos de calidad. Como geek, le gustan los libros, la ciencia ficción y la tecnología.