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Golondrina

Chamaesyce hypericifolia

Raquel Patro

Actualizado el

Chamaesyce hypericifolia

La Hierba de la Golondrina (Chamaesyce hypericifolia), también conocida como Euforbia o Chupona, representa uno de los descubrimientos más versátiles del paisajismo contemporáneo. Esta planta florífera ha conquistado a jardineros de todo el mundo no solo por su extraordinaria adaptabilidad, sino por ofrecer una solución elegante para proyectos que requieren bajo mantenimiento.

La Golondrina es una planta herbácea reconocida por su valor ornamental en jardines tropicales y subtropicales, utilizada tanto como cobertura como en composiciones de arriates y borduras. Sus delicadas inflorescencias, agrupadas en pequeñas esferas blancas o rosadas, aportan ligereza y textura a los proyectos paisajísticos, semejando una sutil niebla blanca que flota sobre los canteros. Además del uso decorativo, la especie posee aplicaciones tradicionales dentro de la medicina popular en diversas regiones de América.

El nombre botánico Chamaesyce hypericifolia destaca algunas características interesantes de la especie. El género Chamaesyce proviene del griego chamai (al ras del suelo, rastrero) y sykon (higo), en referencia al porte bajo de muchas plantas del grupo y a los pequeños frutos que recuerdan a mini higos. El epíteto específico hypericifolia significa «con hojas parecidas a las del género Hypericum«, conocido como hierba de San Juan. Aunque Chamaesyce hypericifolia es el nombre aceptado en las clasificaciones botánicas más recientes, el nombre Euphorbia hypericifolia todavía es el más utilizado en libros, artículos de jardinería y en el comercio.

Euphorbia Hip Hop - Euphorbia hypericifolia
Save Cultivar Diamond Frost. Foto de

Nativa de regiones tropicales y subtropicales de América, Chamaesyce hypericifolia se distribuye desde el sur de los Estados Unidos hasta Chile, abarcando México, América Central, las Antillas y gran parte de América del Sur. La especie se desarrolla de manera espontánea en los bordes de caminos, márgenes de ríos pedregosos, áreas de matorrales y cultivos, además de integrarse en ecosistemas de bosques tropicales subperennifolios y perennifolios. Es frecuente encontrar la Euforbia en ambientes alterados o perturbados por la acción humana. Su presencia es común en altitudes que varían desde el nivel del mar hasta aproximadamente 600 metros. La planta también fue introducida en otros continentes tropicales debido a su adaptabilidad.

Chamaesyce hypericifolia es una hierba anual o perenne, de porte erecto o ascendente, con una altura media de hasta 60 cm y una anchura proporcionalmente menor. El sistema radicular es pivotante, típico de las dicotiledóneas, lo que permite una buena fijación en suelos variados. Los tallos son delgados, glabros, de color verde a rojizo, con diámetro fino y superficie lisa. La ramificación es abundante y tiende a ser ascendente o ligeramente arqueada, lo que otorga un aspecto ligero y ramificado a la Euforbia. El crecimiento es relativamente rápido en ambientes favorables, sobre todo en áreas abiertas y perturbadas.

Las hojas de Chamaesyce hypericifolia son simples, oblongas a elípticas, dispuestas de forma alterna a lo largo de las ramas. Presentan un color verde intenso, ápice redondeado u obtuso y base oblicua a cordada; los márgenes son finamente aserrados. El tamaño varía entre 6 y 35 mm de largo por 4 a 12 mm de ancho. Las hojas son glabras, con textura fina y superficie lisa sin brillo evidente; los pecíolos son cortos y discretos. Se trata de una especie con hojas persistentes durante el ciclo vegetativo.

Especie tipo evidenciando flores silvestres y frutos.
Save Especie tipo evidenciando flores silvestres y frutos. Foto de ritirene

Chamaesyce hypericifolia es una planta monoica, que presenta flores masculinas y femeninas en la misma inflorescencia. La floración ocurre principalmente en las estaciones más cálidas del año, como la primavera y el verano. Las inflorescencias son del tipo ciatio, pequeñas y agrupadas en glomérulos densos que se localizan en los extremos de las ramas o en las axilas de las hojas; predominan tonos blanquecinos a rosados en los apéndices de las glándulas nectaríferas. Las flores son diminutas, sin pétalos verdaderos, con simetría radial y sin fragancia perceptible; cada ciatio contiene flores masculinas reducidas rodeando una sola flor femenina central.

La polinización ocurre principalmente por pequeños insectos atraídos por el néctar producido en las glándulas de las inflorescencias tipo ciatio. Cuando se produce la fructificación, los frutos son cápsulas subglobosas muy pequeñas, de aproximadamente 1 a 1,5 mm, glabras y de color marrón al madurar; no tienen valor ornamental ni son comestibles.
Las semillas son ovoides y ligeramente tetragonales, midiendo alrededor de 0,8 mm, con superficie rugosa y color marrón oscuro; su dispersión ocurre mediante la dehiscencia explosiva de las cápsulas. En las variedades ornamentales modernas, como Diamond Frost® y el grupo Breathless™, la producción de semillas es mínima o prácticamente inexistente, lo que contribuye a una floración continua y prolongada.

El cultivar ‘Inneuphdia’ (también conocido como ‘Inneuphe’), comercializado originalmente bajo la marca Diamond Frost® por Proven Winners, fue descubierto en Alemania en 2004 y patentado en Estados Unidos en 2007 (USPP 17,567). Este cultivar se diferencia de la especie tradicional por su crecimiento más uniforme, abundante ramificación, numerosas brácteas florales pequeñas y la característica autolimpiante (no requiere eliminación manual de flores marchitas), lo que permite una floración densa y continua desde la primavera hasta las primeras heladas. Posteriormente, se introdujeron otros cultivares, tales como la serie Breathless™, ‘Hip Hop’, además de ‘White Manaus’, ‘Silver Fog’ y Diamond Delight®. Así, entre los principales cultivares de Golondrina, podemos citar:

  • Diamond Frost® (‘Inneuphdia’ o ‘Inneuphe’): Primero cultivar y marca registrada de Proven Winners. Follaje verde claro, porte medio, hábito erguido y altamente ramificado. Produce una densa bruma de brácteas blancas muy pequeñas y delicadas. Floración continua y abundante, con característica autolimpiante (sin necesidad de retirar manualmente las flores secas). Alta tolerancia al calor, sequía y exposición solar intensa.
  • Breathless™ White: Variante de la serie Breathless™ con flores blancas puras. Hábito más compacto y denso que Diamond Frost®, menos aireado. Adecuada para bordes o macetas donde se busca mayor uniformidad.
  • Breathless™ Blush (también conocida como ‘Balbreblus’): Variedad con hojas ligeramente burdeos y flores blancas con sutil tono rosado. Porte compacto y aspecto más «cerrado», ideal para macetas y pequeños parterres. Mantiene el efecto ornamental incluso fuera de la floración intensa debido al color del follaje.
  • Hip Hop: Similar a Diamond Frost® en apariencia general, con hojas verdes y flores blancas. Crecimiento vigoroso y muy ramificado. Popular en el mercado europeo y americano como alternativa a Diamond Frost®.
  • White Manaus: Porte más grande y vigoroso. Follaje verde más brillante y denso. Considerada un de los cultivares más robustos, con floración intensa.
  • Silver Fog: Hábito compacto con hojas de color plateado. Flores blancas, similares a los demás cultivares, pero con un mayor contraste debido al follaje. Brinda un efecto ornamental diferenciado para combinar colores en macizos y macetas.
  • Diamond Delight™: Cultivar distinto de los demás por presentar flores dobles. Porte bajo, forma redondeada y aspecto más denso. No presenta el efecto etéreo y «aéreo» de Diamond Frost®, por lo que se recomienda para borduras compactas o macetas pequeñas.
Cultivar Breathless Bluish
Save Cultivar Breathless Bluish, con flores rosadas y hojas púrpuras. Foto de

Diversas culturas indígenas y comunidades rurales utilizan partes de la planta para tratar problemas gastrointestinales, inflamaciones cutáneas e incluso como antiséptico para heridas. En México y en parte de Brasil, el látex se aplica directamente sobre lesiones en la piel o se utiliza en la preparación de baños de vapor para aliviar dolores y cefaleas.

Además de su valor medicinal, la planta es reconocida por su presencia espontánea en áreas perturbadas, como bordes de carreteras y campos agrícolas, desempeñando un papel importante en la sucesión vegetal. Históricamente, registros del siglo XVI ya mencionaban su uso para tratar fracturas óseas y eliminar parásitos intestinales. Su savia contiene compuestos químicos potentes, incluyendo ésteres de forbol y alcaloides, que explican tanto su eficacia terapéutica como los riesgos relacionados con la toxicidad en caso de contacto directo con mucosas o ingestión inadecuada.

La Golondrina y sus cultivares han conquistado el corazón de paisajistas y jardineros por su versatilidad única y belleza delicada. Estas plantas desarrollan un porte redondeado y elegante, alcanzando entre 20 y 50 centímetros de altura, con hojas estrechas que varían del verde grisáceo al verde brillante, coronadas por una nube de pequeñas flores blancas o ligeramente rosadas que recuerdan al Velo de novia (Gypsophila paniculata). Su textura ultrafina y su apariencia casi etérea transforman cualquier parterre, creando un contraste magnífico cuando se planta al lado de especies con follajes más llamativos. En el paisajismo tropical, funciona maravillosamente como acompañante para begonias, coleos e impatiens, creando composiciones que juegan con distintas texturas y volúmenes.

En combinación con Heliotropium arborescens
Save En combinación con Heliotropium arborescens. Foto de Quartl

La Golondrina destaca prácticamente en cualquier proyecto paisajístico, desde borduras románticas en jardines estilo cottage hasta composiciones modernas en macetas y jardineras colgantes. Una de sus características más valoradas es el sistema radicular superficial y nada agresivo, que permite plantarla fácilmente entre rosales, lavandas y otras perennes sin generar competencia. En jardines de inspiración mediterránea, se combina perfectamente con romero, salvia y santolina, mientras que en proyectos tropicales contemporáneos genera contrastes interesantes con suculentas como echeveria y sedum. Para quienes buscan efectos dramáticos, la combinación con follajes oscuros como coleo ‘Black Pearl’ o Caladium púrpura resulta en composiciones realmente impactantes.

Lo que hace de la Golondrina una favorita indiscutible es su naturaleza prácticamente de «plante y olvide»: florece de manera ininterrumpida desde la primavera hasta el invierno sin necesidad de eliminar flores marchitas, es resistente al calor intenso del verano y soporta periodos de sequía con gran elegancia. Además, los ciervos y los conejos no se interesan por ella, lo que la convierte en una opción ideal para fincas y chacras. En proyectos de jardines verticales o colgantes, la Golondrina se comporta como una auténtica estrella, desbordándose con gracia sobre los bordes de jardineras y creando cascadas de flores delicadas.

Para jardines de bajo mantenimiento en condominios o áreas corporativas, su asociación con ornamentales resistentes como la vinca, verdolaga de flor y gazanias garantiza belleza durante todo el año con riego mínimo. Es adecuada para jardines de bajo mantenimiento porque resiste suelos pobres y sequías moderadas. En patios residenciales, puede cultivarse en macetas, siempre que reciba buena luz indirecta. Su presencia también contribuye a atraer insectos polinizadores, como abejas y mariposas, debido a la producción constante de néctar.

Euphorbia en Maceta - Jardín Botánico de Curitiba - Foto de Raquel Patro
Save Euphorbia en Maceta – Jardín Botánico de Curitiba – Foto de Raquel Patro

Aunque no se utiliza ampliamente como planta ornamental principal o punto focal, la Golondrina puede complementar composiciones con especies tropicales o nativas de pequeño porte. Se recomienda su uso junto a gramíneas ornamentales, Tradescantias o pequeñas suculentas para crear contrastes sutiles en el jardín. Debido a que puede ser anual o perenne según las condiciones climáticas, también sirve como cobertura viva temporal en arriates recientemente establecidos.

La Chamaesyce hypericifolia se desarrolla mejor a pleno sol, pero tolera la semisombra en climas más cálidos. Prefiere regiones de clima tropical y subtropical, estando adaptada a temperaturas medias entre 18 °C y 32 °C. No tolera bien las heladas ni el frío intenso, pudiendo sufrir daños si la temperatura desciende por debajo de 10 °C. Los vientos fuertes pueden romper los tallos más frágiles, por lo que se recomienda cultivarla en lugares protegidos. Es una especie tolerante a ambientes urbanos y puede crecer cerca del mar, siempre que no haya salinidad excesiva en el suelo.

La Golondrina requiere suelos ligeros, bien drenados y ricos en materia orgánica para su óptimo desarrollo. El pH ideal está entre 6,0 y 7,2, siendo importante evitar sustratos compactados o demasiado arcillosos. En macetas, se recomienda un sustrato compuesto por tierra vegetal, arena gruesa y humus de lombriz en partes iguales. Los riegos deben ser regulares para mantener el suelo ligeramente húmedo, evitando el encharcamiento; la Euforbia es moderadamente tolerante a períodos cortos de sequía, pero sensible al exceso de agua, lo que puede provocar la pudrición de las raíces. Es preferible utilizar agua de buena calidad y libre de sales para evitar la acumulación salina en el sustrato.

Floración continua y abundante con efecto de neblina.
Save Floración continua y abundante con efecto de neblina.

La plantación de los esquejes debe realizarse en hoyos de plantación con un espaciamiento mínimo de 20 cm entre plantas para garantizar una buena aireación y desarrollo. Se recomienda una fertilización orgánica semestral con compost o estiércol bien descompuesto y una fertilización mineral ligera (NPK 10-10-10) cada tres meses durante el periodo vegetativo. Las podas pueden realizarse para eliminar ramas secas, controlar la forma del macizo y renovar la planta. La aplicación de acolchado (mulching) ayuda a mantener la humedad y suprimir el crecimiento de malezas.

La Chamaesyce hypericifolia presenta relativa resistencia a la herbivoría debido a la presencia de látex tóxico, lo que desanima el consumo por parte de conejos o ciervos. Sin embargo, la Euforbia puede ser atacada por pulgones y cochinillas en ambientes muy húmedos o con poca ventilación. El control preventivo incluye la inspección regular de las hojas y la aplicación localizada de aceite mineral o jabón insecticida cuando sea necesario. Las enfermedades fúngicas son raras si se mantiene una buena drenaje del sustrato y un manejo adecuado del riego.

La propagación del «mosquitinho» se realiza principalmente por semillas, que deben recolectarse después de la maduración de las cápsulas y sembrarse superficialmente sobre sustrato húmedo y bien drenado. La germinación es más efectiva en primavera o a principios de verano, bajo temperaturas suaves entre 20 °C y 28 °C; se recomienda mantener el sustrato ligeramente húmedo hasta la emergencia de las plántulas. El trasplante al lugar definitivo debe realizarse cuando las plántulas alcancen aproximadamente 5 cm de altura. El ciclo hasta la floración es rápido: las plantas pueden comenzar a florecer entre dos y tres meses después de la germinación en condiciones ideales.

En un macizo mixto de un Jardín de estilo Cottage.
Save En un macizo mixto de un Jardín de estilo Cottage. Wagner Park – Foto de

La propagación de la Golondrina se realiza exclusivamente mediante esquejes de ramas herbáceas, ya que las variedades comerciales generalmente son estériles y no producen semillas viables. El enraizamiento de los esquejes ocurre rápidamente en un sustrato bien drenado y bajo temperaturas suaves, normalmente entre 15 y 20 días. Una de las grandes ventajas de esta especie es su rápido crecimiento: tras el trasplante del plantón, la Golondrina comienza a florecer en tan solo 4 a 6 semanas, alcanzando su plenitud ornamental aproximadamente entre 8 y 10 semanas. Para quienes cultivan en casa, es posible mantener las plantas madre (matrices) en un ambiente protegido durante el invierno y realizar esquejes en primavera, recordando siempre utilizar guantes debido a la savia lechosa que puede causar irritación en la piel.

La especie tipo Chamaesyce hypericifolia se utiliza más en la medicina tradicional que en el paisajismo y, una vez que produce semillas, puede multiplicarse por siembra. Las semillas deben recolectarse después de la maduración de las cápsulas y sembrarse superficialmente sobre un sustrato húmedo y bien drenado. La germinación se da mejor en primavera o principios de verano, bajo temperaturas suaves entre 20 °C y 28 °C; se recomienda mantener el sustrato ligeramente húmedo hasta la emergencia de las plántulas. El trasplante al lugar definitivo debe realizarse cuando las plántulas alcancen aproximadamente 5 cm de altura. El ciclo hasta la floración es rápido: las plantas pueden comenzar a florecer entre dos y tres meses después de la germinación en condiciones ideales.

Acerca de Raquel Patro

Raquel Patro es paisajista y fundadora de Planterista.com. Desde 2006 desarrolla contenidos especializados en plantas y jardines, ya que cree que todo el mundo, ya sean aficionados o profesionales, debería tener acceso a contenidos de calidad. Como geek, le gustan los libros, la ciencia ficción y la tecnología.