Filodendro de Hoja Plateada

Philodendron sodiroi

Raquel Patro

Actualizado el

Filodendro de Hoja Plateada - Philodendron sodiroi

El filodendro de hoja plateada es una especie trepadora, herbácea y perenne que se distingue por su follaje ornamental. Es nativo de Brasil, Trinidad y Tobago, Guayana, Guayana Francesa, Surinam y Venezuela, en América del Sur, donde crece bajo el dosel de los árboles de las selvas ecuatoriales. Tiene un tallo ascendente parcialmente cubierto por las catáfilas adheridas de las hojas que ya se han desarrollado y raíces aéreas que se adhieren al tronco de los árboles y otras estructuras. A medida que la planta se adhiere a un soporte y crece, sus hojas gradualmente se vuelven más grandes.

Filodendro de Hoja Plateada - Philodendron sodiroi
Detalle de las nervaduras y pecíolo en la cara abaxial de las hojas. Foto de David Scherberich

Las hojas son verdes, coriáceas, brillantes, grandes (de 12 a 20 cm de longitud), con forma de corazón, y presentan manchas plateadas en el lado superior que les dan un patrón único. Tienen venas destacadas de color verde en relieve que contrastan de manera interesante con las manchas. El lado inferior de las hojas es de color verde claro con venas rojizas. Cada hoja está sostenida por un pecíolo largo, erecto, rugoso y rosado, que es alado cuando son jóvenes y que se vuelve más arrugado, achatado y sin alas con la edad. Las inflorescencias son eventuales, en forma de espádice, con una espata de color blanco a púrpura, que surge en tallos cortos y queda oculta bajo el follaje. Las discusiones entre botánicos y aficionados llevan a entender que el Philodendron sodiroi es una variedad de P. ornatum, ya que son plantas de una gran similitud, diferenciándose solo por las manchas en las hojas de P. sodiroi.

Filodendro de Hoja Plateada - Philodendron sodiroi
Tallo ascendente, base de pecíolos y catafilos restantes. Foto de David Scherberich

En el jardín, el filodendro de hoja plateada puede ser plantado en grupos en lugares con sombra parcial, preferiblemente protegidos bajo la copa de los árboles, donde se le permita trepar para lograr un efecto de selva tropical. Sin embargo, su cultivo en macetas o jardineras es más común, donde se pueden apreciar de cerca los patrones distintivos de su follaje, adornando diversos espacios en el hogar, como balcones, salas de estar, jardines de invierno y oficinas, siempre en ambientes protegidos del sol directo. Es una de las plantas favoritas de los «jardineros urbanos» y se ha popularizado con la tendencia de la «selva urbana». No obstante, sigue siendo poco común en el cultivo y crece de forma lenta a moderada, por lo que puede alcanzar precios elevados. En general, el filodendro de hoja plateada es de fácil cultivo y su mantenimiento es sencillo, que incluye la poda de hojas muertas y amarillas, así como la limpieza del polvo acumulado en las hojas con un paño limpio y húmedo o un rociado con agua fría.

Filodendro de Hoja Plateada - Philodendron sodiroi
Inflorescencia de tipo espádice. Foto de David Scherberich

Debe cultivarse en lugares con sombra parcial o luz filtrada y prefiere sustratos adecuados para los anturios, es decir, sustratos ligeros, fibrosos, drenantes y con buena retención de humedad. Evite exponer la planta al sol directo durante las horas más calurosas del día, ya que esto puede causar daños irreversibles en las hojas. El filodendro de hoja plateada crecerá mejor a temperaturas entre 16 y 27°C, con una humedad del aire superior al 60%. Por lo tanto, en áreas de clima templado o subtropical, es importante trasladar la planta a interiores o invernaderos húmedos durante el invierno. En épocas secas, se pueden utilizar platos con agua y piedras para mantener la maceta fuera del agua, o un humidificador eléctrico para aumentar la humedad en el ambiente.

No permita que el sustrato se seque por completo entre riegos, manteniéndolo húmedo pero no empapado. No tolera el frío intenso, las heladas ni la sequía. Proporcione un soporte adecuado para el desarrollo de la planta, preferiblemente uno que se mantenga húmedo para estimular el enraizamiento. La fertilización debe realizarse en primavera y verano con fertilizantes líquidos formulados para plantas de follaje, o con fertilizantes de liberación lenta, como basacote u osmocote, siguiendo siempre las recomendaciones del fabricante. Se puede propagar a partir de esquejes del tallo que se pueden enraizar en cualquier época del año.

Acerca de Raquel Patro

Raquel Patro es paisajista y fundadora de Planterista.com. Desde 2006 desarrolla contenidos especializados en plantas y jardines, ya que cree que todo el mundo, ya sean aficionados o profesionales, debería tener acceso a contenidos de calidad. Como geek, le gustan los libros, la ciencia ficción y la tecnología.