La estrofantina (Strophanthus gratus) es una enredadera leñosa, escandente, semicaduca, florífera y ornamental, ampliamente conocida por sus poderes tóxicos y medicinales. Nativa de varios países del oeste de África, contiene sustancias como la ouabaína, que dependiendo de la dosis, puede ser un medicamento para personas con insuficiencia cardíaca, o un potente veneno, utilizado para envenenar las puntas de flechas y lanzas usadas en la caza, por los pueblos africanos.
De crecimiento vigoroso, puede alcanzar 25 metros de longitud y 15 cm de diámetro de tronco. Es ramificada, y las ramas, de color marrón a purpúreo, están llenas de lenticelas. Sus hojas son opuestas, simples, enteras, coriáceas, glabras y de forma ovada o elíptica a obovada. Florece a finales de la primavera y principios del verano, exhibiendo inflorescencias del tipo dicásio (cima dicotómica), con flores en forma de campana, pentámeras, de sépalos purpúreos y pétalos blancos o rosados, muy perfumadas.
El fruto consiste en dos folículos elipsoides, divergentes y bivalvos, conteniendo numerosas semillas fusiformes y con largos filamentos. Requieren obligatoriamente de polinización cruzada para formarse y tardan un año en madurar completamente.
Una enredadera vigorosa, con follaje brillante, ideal para cubrir pérgolas, cenadores, cercas, enrejados, arcos, entre otras estructuras. Además de servir como enredadera, la estrofantina también puede ser conducida como arbusto, mediante podas de formación, no superando así dos o tres metros de altura. También puede ser plantada en macetas y jardineras.
En el paisajismo suele elegirse por el exotismo de sus flores, así como por su delicada e intensa fragancia. Ideal para regiones de clima tropical a ecuatorial. Curiosidad: Las semillas de la planta contienen altas concentraciones de glucósidos, que son utilizados por la industria farmacéutica. Convirtiéndose así en un producto de exportación para los países africanos.
Debe cultivarse bajo sol pleno o media sombra, en suelo fértil, enriquecido con materia orgánica, bien drenable y regado regularmente. Es sensible al frío intenso y aprecia el calor y la humedad tropicales. Es recomendable realizar el tutorado de la planta sobre el soporte, además de podas de formación, siempre con la protección de guantes y ropa de mangas largas. Se multiplica por semillas y más comúnmente por esquejes puestos a enraizar en primavera.