La espiguilla (Poa annua) es una especie de gramínea herbácea, cespitosa y de rápida propagación, conocida por componer pastizales, céspedes ornamentales y como una desafiante maleza en ciertas situaciones. Originaria de Europa, esta gramínea ha encontrado su camino en casi todos los continentes, adaptándose a una variedad de hábitats, desde campos de golf de renombre hasta jardines residenciales.
La espiguilla es nativa de Europa, pero se ha naturalizado en muchas otras regiones, incluyendo Brasil. Esta especie cosmopolita tiende a prosperar en lugares con sombra y suelos fértiles y frescos. Su capacidad de adaptación es tan notable que se ha registrado incluso en lugares remotos como las Islas Shetland del Sur en la Antártida y las islas subantárticas de Australia. El nombre Poa proviene del griego, refiriéndose a un tipo de hierba forrajera, mientras que annua es una palabra latina que significa ‘anual’ o ‘con duración de un año’. Este nombre refleja su ciclo de vida típico, aunque existen biotipos de la especie que son perennes.
Sus tallos son cilíndricos, ligeramente comprimidos, con nudos bien marcados, y pueden crecer tanto erectos como rastreros. Las hojas, finas y suaves, a menudo presentan arrugas transversales, con láminas foliares planas de 2,8 a 10 cm de longitud. La lígula es un aspecto distintivo – membranácea y oblonga, difiriendo de otras gramíneas del mismo género, como la grama-azul (Poa pratensis), que posee una lígula cuadrada. Sus raíces son fuertes, fibrosas y abundantes. La floración comienza en invierno y se extiende por la primavera. Su inflorescencia es del tipo panícula, abierta, piramidal, con ramas inferiores dispuestas en pares, y las espiguetas, conteniendo 3 a 5 flores, se desarticulan en la maduración, un mecanismo clave en la dispersión de sus semillas. La espiguilla se distribuye fácilmente por el viento, pero también por contacto con herramientas, insumos contaminados, equipos, vehículos y calzado de las personas que circulan por el jardín.
Aunque a menudo se considera una maleza, la Poa annua tiene sus usos. Es un forraje eficaz y ayuda en la fijación de suelos, especialmente en áreas donde la capa superior y fértil del suelo ha sido removida. En países de clima templado, como en Estados Unidos, donde se conoce como grama-azul anual, se cultiva como césped, ofreciendo tapetes densos y de alta calidad, principalmente para campos de golf.
La espiguilla prefiere suelos ricos en materia orgánica, con buena fertilidad. Prospera en condiciones de humedad constante, preferiblemente en suelos que no son ni secos ni encharcados, y en lugares que ofrecen sombra parcial, aunque es capaz de tolerar una variedad de exposiciones a la luz solar. La planta se desarrolla mejor en temperaturas suaves, típicas de climas templados, y es bastante versátil en relación al pH del suelo, creciendo bien en suelos ligeramente ácidos a neutros.
Además, la Poa annua a menudo se beneficia de disturbios en el suelo, como aquellos causados por actividades de jardinería o movimiento de tierra, que pueden exponer semillas a condiciones ideales para la germinación. La planta también es notable por su capacidad de competir con otras especies por recursos, especialmente en céspedes o jardines, donde puede establecerse rápidamente en áreas perturbadas o donde otras plantas han sido removidas.
En céspedes y jardines, la espiguilla puede convertirse en un problema, particularmente en regiones de clima más frío, como en el sur de Brasil durante el invierno. Su tendencia a formar matas puede interferir en la uniformidad y estética de céspedes ornamentales. Además, suele infestar parterres y caminos, ocupando desde espacios entre adoquines hasta espacios estrechos a lo largo de muros. Controlar la Poa annua requiere un enfoque amplio. En áreas de producción de céspedes, la aplicación de herbicidas pre-emergentes a principios del invierno puede prevenir la germinación de las semillas. Sin embargo, una vez germinada, la eliminación es más desafiante. Diferentes productos, en una secuencia de aplicaciones, puede ser necesario para erradicar gradualmente la infestación. En campos de golf y jardines residenciales donde el uso de defensivos es limitado o prohibido, la remoción manual puede ser la única opción viable.
