Escobillón Rojo es el nombre popular de las plantas del género Callistemon. Este género posee 34 especies catalogadas, siendo que la gran mayoría de ellas es originaria de Australia. El nombre del género Callistemon tiene origen en el griego antiguo, donde «kallos» significa «bello» y «stemon» significa «estambre». Esta denominación es una referencia directa a los estambres vistosos y coloridos que caracterizan las inflorescencias de estas plantas, asemejándose a cepillos de botella.
Los escobillones rojos presentan porte arbustivo o de arbolito, alcanzando de 3 a 7 metros de altura. Sus hojas son en general pequeñas, lanceoladas a lineales, verdes, sésiles, perennes y aromáticas, que van tornándose bronceadas con el tiempo.
Sin embargo, es en las inflorescencias donde reside el encanto de este árbol. Tienen un formato cilíndrico con numerosos estambres, similares a los cepillos utilizados para lavar botellas y biberones. Muy atractivas para los colibríes, las flores surgen esparcidas durante todo el año y abundantes en primavera. En verano, dan lugar a los frutos, pequeños, leñosos y bien adheridos a las ramas.
Curiosamente, el escobillón rojo posee un mecanismo de dispersión de semillas bastante peculiar. Los frutos leñosos retienen las semillas por largos períodos, liberándolas solo cuando las condiciones ambientales son favorables, como después de un incendio. Este mecanismo es una adaptación a las condiciones ambientales de Australia, donde los incendios forestales son comunes y forman parte del ciclo natural de renovación de los paisajes.
En el paisajismo, el escobillón rojo se destaca como árbol aislado, principalmente en el borde de lagos, donde sus ramas colgantes pueden tocar el agua graciosamente. También se presta para la formación de setos, no compactos, pero muy vistosos si se podan regularmente. Otras composiciones pueden ser hechas, dada la versatilidad de esta planta de aspecto exótico y belleza singular.
Su rusticidad y bajo mantenimiento, aliados a su crecimiento moderado, hacen del escobillón rojo el árbol de elección en muchos proyectos paisajísticos. Las especies más populares en el paisajismo son C. viminalis y C. citrinus, pero hay muchas variedades e híbridos con flores de coloración roja y algunas rosadas y blancas también.
El cultivo del escobillón rojo en macetas también es posible, siempre que se proporcione un recipiente grande y bien drenado. Esto permite que la planta desarrolle un sistema radicular saludable y soporte su copa y flores exuberantes. Debido a su crecimiento moderado y la capacidad de adaptación a podas, son una opción interesante para bonsaístas. La poda regular de las raíces y las ramas, junto con el entrenamiento adecuado, puede resultar en hermosos ejemplares de bonsái con inflorescencias impresionantes.
Además de su uso ornamental, algunas especies de Callistemon también poseen propiedades medicinales. En la medicina tradicional aborigen, la planta se utiliza para tratar muchas enfermedades, y principalmente infecciones por virus, bacterias, hongos, además de infestaciones parasitarias.
Deben ser cultivadas bajo sol pleno, no siendo exigentes en cuanto a la fertilidad del suelo. En general, se adaptan muy bien a suelos encharcados o secos. El riego debe ser regular, especialmente durante los períodos más calurosos, pero evitando el encharcamiento constante del sustrato. Aprecian el frío subtropical o mediterráneo y toleran las heladas y el clima tropical.
Otra ventaja de los escobillones rojos es su resistencia a plagas y enfermedades. Estas plantas son generalmente saludables y requieren poca intervención para mantenerse vigorosas. Podas radicales no son toleradas. Abonados anuales estimulan una intensa floración. Se multiplican por semillas y por esquejes de ramas semileñosas. Los pequeños frutos deben ser recolectados y almacenados en bolsas de papel, en invernadero cálido y seco hasta la liberación de las semillas.