El Enebro Rastrero (Juniperus horizontalis) es una planta arbustiva, dióica, leñosa y postrada, perteneciente a la familia de las coníferas. Llama la atención por su disposición horizontal y follaje azulado, de fina textura. Su tronco es liso y brillante, generalmente retorcido y ramificado. Las ramas son postradas y rastreras, extendiéndose por el suelo y cayendo en cascada en terrenos inclinados. Las hojas son escamosas y diminutas, aromáticas y densamente dispuestas en pares opuestos sobre las ramas.
Los conos formados en las plantas femeninas son pequeños y globosos, sin importancia ornamental, y tardan alrededor de dos años en madurar. Existen muchas variedades de este enebro, que difieren en tamaño, hábito más o menos postrado y principalmente en diferentes tonalidades de color, que van desde el azul verdoso hasta el verde lima, incluyendo opciones variegadas de blanco crema. Entre estas cultivares, podemos mencionar ‘Wiltonni’, ‘Blue Chip’, ‘Bar Harbor’, ‘Blue Acres’, ‘Emerald Spreader’, ‘Glacier’, ‘Green Acres’ y ‘Golden Carpet’.
En paisajismo, el enebro rastrero se destaca como una cobertura escultórica y única, que se combina muy bien con otras coníferas y en jardines rocosos, complementando la textura de las plantas florales y proporcionando un fondo de color bastante neutro. Ayuda a dar naturalidad a los arreglos de piedras, uniendo y suavizando las formas con sus ramas azuladas.
Este enebro también se utiliza en áreas arenosas de jardines costeros y taludes, donde es útil para contener la erosión. También es una opción muy interesante para el arte del bonsai, debido a sus hojas densas y naturalmente pequeñas, así como su crecimiento bajo y horizontal.
Debe cultivarse a pleno sol en un suelo bien drenado, enriquecido con materia orgánica e irrigado regularmente durante el primer año de implantación. Después de estar bien establecido en el suelo, se convierte en una planta bastante resistente a la sequía. Sin embargo, el enebro rastrero no tolera suelos húmedos o encharcados. Se adapta a una amplia variedad de climas, prosperando tanto en el frío como en el calor, siempre que no sean extremos.
En inviernos fríos, el enebro rastrero tiende a adquirir una tonalidad marrón en las hojas. Tolera las podas para contener o dar forma. Se multiplica por semillas, pero más comúnmente por esquejes de brotes, para preservar las características de la cultivar.