La Edelweiss Brasileña (Sinningia leucotricha) es una planta herbácea y tuberosa con follaje y floración ornamentales, originaria de Paraná, en el sur de Brasil. Posee una raíz tuberosa principal con la parte superior expuesta sobre el suelo, de corteza marrón y rugosa, con forma redonda que crece lentamente año tras año, sin dividirse, alcanzando increíbles 30 cm de diámetro en plantas más maduras. Las raíces secundarias, más delgadas, desempeñan un papel importante al fijar la planta y absorber agua y nutrientes del suelo.
Estas raíces son fundamentales ya que esta especie es originaria de pendientes empinadas con pocos recursos y a menudo expuestas a la acción del tiempo. Por lo general, desde la parte superior de la raíz principal surge un solo tallo erecto con pocas ramificaciones y dos pares de hojas desarrolladas y opuestas, además de otras más pequeñas. Los especímenes de mayor diámetro suelen emitir múltiples ramas, formando un conjunto hermoso que se asemeja al caudex de algunas suculentas. Tanto los tallos como las hojas están cubiertos por una densa pilosidad larga y suave, que le confiere a la planta un aspecto lanudo, plateado y único. Justo después del desarrollo de los tallos y las hojas, aparecen las flores tubulares, de color salmón a rojo, atractivas para los colibríes.
Según el clima en el que se cultiva, la Edelweiss Brasileña puede ser caducifolia o perennifolia. Por lo general, en climas templados a subtropicales, pierde sus tallos y hojas en invierno y vuelve a brotar en primavera, floreciendo poco después. En climas más cálidos, tiende a conservar sus hojas durante hasta dos años antes de volver a brotar, sin entrar en dormancia. Algunos jardineros logran dos floraciones consecutivas cortando los tallos tan pronto como termina la floración para estimular el crecimiento de nuevos tallos y una floración subsecuente.
Debe cultivarse a pleno sol o en semisombra, en un sustrato fértil, bien drenado e irrigado a intervalos espaciados. La Edelweiss Brasileña no tolera el encharcamiento y perece rápidamente debido a enfermedades fúngicas y bacterianas en estas condiciones. Es interesante cultivarla en sustratos diseñados para suculentas, debido a las particularidades de la especie.
Aunque puede ser plantada directamente en el jardín, es más común plantar la Edelweiss Brasileña en macetas para observar de cerca todas sus características curiosas. Se multiplica fácilmente por semillas, que son diminutas y deben sembrarse tan pronto como se cosechan, en un sustrato arenoso y mantenido húmedo. La propagación vegetativa de esta especie es aún muy difícil, ya que no emite brotes nuevos desde las raíces y las estacas suelen ser difíciles de enraizar.