Cresta de Gallo

Celosia cristata

Raquel Patro

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Cresta de gallo - Celosia cristata

La cresta de gallo (Celosia cristata), también conocida como Celosia argentea var. cristata, es una planta herbácea anual ampliamente cultivada por sus inflorescencias ornamentales que recuerdan la cresta de un gallo, característica que le otorga su nombre común. Perteneciente a la familia Amaranthaceae, la especie es valorada tanto en proyectos paisajísticos como en arreglos florales, siendo cultivada en diversas regiones tropicales y subtropicales alrededor del mundo.

El origen de la cresta de gallo sigue siendo un tema de debate entre botánicos y estudiosos de la flora. Evidencias indican que las especies del género Celosia son nativas de África tropical, donde crecen en estado silvestre y han sido cultivadas durante siglos, principalmente como hortalizas de hojas en algunas culturas tradicionales. No obstante, existen registros históricos que sugieren su introducción temprana en Asia, especialmente en la India y otras regiones del sudeste asiático, donde la planta suele estar asociada a usos religiosos y ornamentales. Algunas fuentes también señalan a América Tropical como un posible centro de dispersión, debido a su amplia propagación y cultivo en el continente. A pesar de estas diferentes perspectivas, el origen africano es el más ampliamente aceptado entre los especialistas.

En los ecosistemas donde prospera, la cresta de gallo crece en ambientes cálidos y soleados, prefiriendo suelos bien drenados y ricos en materia orgánica. Se adapta fácilmente a diferentes condiciones climáticas, siendo encontrada en pastizales, márgenes de campos agrícolas y áreas perturbadas. Su versatilidad y resistencia a la sequía han permitido su amplia dispersión global, convirtiéndola en una especie cosmopolita.

La delicada y curiosa textura de la cresta de gallo.
La delicada y curiosa textura de la cresta de gallo.

El nombre del género Celosia proviene del griego kelos, que significa «ardiente» o «en llamas», en referencia al aspecto flameante de las inflorescencias de algunas especies del género. Por su parte, el epíteto específico cristata hace alusión a la forma crestada y ondulada de las flores, que recuerda la cresta de un gallo. También se dice que su apariencia se asemeja a un cerebro, debido a sus circunvoluciones.

La cresta de gallo presenta un sistema radicular fasciculado, con raíces finas y superficiales, adaptadas para una eficiente absorción de nutrientes en suelos ricos en materia orgánica. El tallo es erecto, suculento y poco ramificado, pudiendo alcanzar alturas de entre 30 y 80 cm, dependiendo de las condiciones de cultivo y la variedad. Sus hojas son alternas, con forma elíptica a lanceolada, márgenes enteros y superficie glabra. La coloración del follaje varía desde el verde claro hasta el rojo bronceado, dependiendo del cultivar y la exposición a la luz solar. Sus nervaduras están bien definidas, lo que confiere un aspecto distintivo y ornamental al follaje.

No obstante, la característica más notable de la Celosia cristata es su inflorescencia terminal, que presenta una estructura gruesa y aplanada en forma de abanico, con bordes contorneados y superficie aterciopelada, asemejándose a la cresta de un gallo. Los colores de las inflorescencias varían entre rojo intenso, rosa, púrpura, amarillo, naranja y blanco crema, ofreciendo un espectáculo visual impresionante. Cada inflorescencia está compuesta por numerosas flores pequeñas y compactas, cuya disposición contribuye a la apariencia crestada característica de la planta.

Detalle de las flores de la cresta de gallo vistas de cerca.
Detalle de las flores de la cresta de gallo vistas de cerca.

La floración ocurre en primavera y verano, atrayendo a numerosos polinizadores como abejas y mariposas. Después del período de floración, la planta produce frutos del tipo cápsula, que contienen numerosas semillas pequeñas y oscuras. Estas semillas se dispersan fácilmente y mantienen su viabilidad por períodos prolongados, facilitando la propagación de la especie tanto en ambientes naturales como en cultivos controlados.

A partir de la cresta de gallo se han seleccionado y desarrollado diversas variedades y cultivares populares, clasificadas entre altas, con una altura aproximada de 90 cm, y enanas, que generalmente no superan los 25 cm. Entre los cultivares más conocidos, la serie ‘Bombay’ es una de las más populares en el mercado de flores de corte, destacándose por la robustez de sus tallos y la durabilidad de sus inflorescencias, que presentan colores intensos como rojo, naranja, amarillo y púrpura. Por otro lado, la serie ‘Century’ reúne cultivares de porte mediano, con flores voluminosas en tonos vibrantes y crecimiento vigoroso, siendo ideal para borduras y jardines tropicales.

Para quienes buscan variedades compactas, la serie ‘Kimono’ ofrece plantas más pequeñas, alcanzando entre 10 y 30 cm de altura, con flores en diversas tonalidades, convirtiéndose en una excelente opción para macetas y jardineras. Otra opción apreciada es la serie ‘Chief’, compuesta por cultivares de porte alto, frecuentemente utilizadas en arreglos florales secos, ya que sus inflorescencias conservan el color y la textura por un largo período. Además, los híbridos ornamentales de cresta de gallo continúan siendo desarrollados para ampliar la paleta de colores y mejorar la resistencia de las plantas a las variaciones climáticas.

Diferentes colores en la cresta de gallo.
Diferentes colores en la cresta de gallo.

Curiosamente, la cresta de gallo posee una importancia cultural y funcional que va más allá del paisajismo. En algunas regiones de África, India y América del Sur, esta planta se cultiva como alimento, siendo considerada una Planta Alimenticia No Convencional (PANC). Sus hojas y brotes se consumen cocidos o salteados, funcionando como una fuente nutritiva rica en proteínas, hierro, calcio y vitaminas A y C. Además, sus semillas pueden utilizarse en la alimentación, siendo comparadas con el amaranto debido a su alto contenido proteico.

En el contexto medicinal, diferentes partes de la planta se emplean en la fitoterapia tradicional para tratar problemas digestivos, inflamaciones e incluso trastornos sanguíneos. Estudios indican que los extractos de la cresta de gallo presentan propiedades antioxidantes, antimicrobianas y antiinflamatorias, pudiendo ser útiles en la protección contra daños celulares y en el fortalecimiento del sistema inmunológico.

En India, ha adquirido significados culturales y religiosos profundos. En la tradición hindú, sus flores son frecuentemente utilizadas en ofrendas y rituales religiosos, especialmente en templos dedicados a deidades como Lakshmi y Ganesha. Además de las ofrendas en los templos, la cresta de gallo se emplea durante festivales y celebraciones religiosas, como el Navaratri, uno de los eventos más importantes del calendario hindú. Durante esta festividad, que rinde homenaje a diferentes formas de la diosa Durga, las flores de Celosia se colocan en altares y se utilizan en decoraciones rituales, simbolizando fuerza y buena suerte. En algunas regiones de la India, se cree que la planta posee propiedades purificadoras y que sus flores ayudan a alejar las energías negativas, por lo que se cultiva cerca de casas y templos como un amuleto de protección.

Parterre recién implantado de cresta de gallo.
Parterre recién implantado de cresta de gallo.

En paisajismo, la cresta de gallo es una elección llamativa debido a sus inflorescencias exuberantes y esculturales, que añaden textura y colores vibrantes a los jardines. Su forma única y su paleta cromática, que varía entre tonos de rojo, naranja, amarillo, rosa y púrpura, permiten composiciones audaces en parterres, borduras y macizos florales, creando contrastes impactantes con follajes verdes o plateados. También puede cultivarse en macetas y jardineras, decorando balcones, patios y terrazas.

En proyectos tropicales y contemporáneos, su presencia es valorada por el efecto ornamental prolongado de sus flores, mientras que en arreglos florales, tanto frescos como secos, sus flores aportan un toque sofisticado y exótico. Además, su capacidad para atraer polinizadores como mariposas y abejas añade valor ecológico al paisajismo, haciendo que los espacios sean más vibrantes y biodiversos.

La cresta de gallo prospera en condiciones de pleno sol, necesitando al menos 8 horas diarias de luz directa para un crecimiento óptimo. Aunque tolera sombra parcial, la exposición solar plena favorece floraciones más intensas y vigorosas. Originaria de regiones tropicales, se adapta bien a climas cálidos y húmedos, siendo capaz de soportar condiciones de sequía una vez establecida. No obstante, en climas más fríos, se cultiva como anual, ya que no resiste las heladas.

La forma de abanico de la inflorescencia vista de lado.
La forma de abanico de la inflorescencia vista de lado.

El suelo ideal para el cultivo de la cresta de gallo debe ser rico en materia orgánica, moderadamente fértil, con buena capacidad de retención de humedad, pero también bien drenado para evitar encharcamientos que puedan perjudicar las raíces. Los suelos con un pH ligeramente ácido a neutro (6,1 a 7,5) son los más adecuados para su desarrollo.

Para mantener la cresta de gallo saludable, es importante realizar riegos regulares, manteniendo el suelo constantemente húmedo, pero sin encharcar. Una vez establecida, la planta demuestra cierta tolerancia a la sequía, aunque períodos prolongados sin agua pueden afectar la calidad y duración de las flores. El riego debe dirigirse al suelo, evitando mojar las hojas y flores para prevenir el desarrollo de enfermedades fúngicas.

La fertilización debe realizarse periódicamente para asegurar una floración abundante. Se recomienda la aplicación de un fertilizante balanceado, rico en macronutrientes NPK, durante la fase de crecimiento activo. La incorporación de materia orgánica, como compost o estiércol bien descompuesto, al suelo antes de la siembra también contribuye al suministro de nutrientes y mejora la estructura del suelo.

Arreglo floral con cresta de gallo y crisantemos.
Arreglo floral con cresta de gallo y crisantemos.

El mantenimiento incluye la eliminación regular de las flores marchitas para estimular nuevas floraciones y prolongar el período de floración. Además, se recomienda proteger las plantas de vientos fuertes, que pueden dañar los tallos y comprometer la estética de la planta. En regiones con inviernos rigurosos, la cresta de gallo se trata como anual, por lo que es necesario replantarla cada año. En cualquier caso, es importante renovar los parterres cada dos años o anualmente, ya que con el tiempo las plantas pierden vigor.

La cresta de gallo es generalmente resistente a plagas y enfermedades. Sin embargo, cuando se cultiva en interiores o invernaderos, puede ser susceptible al ataque de ácaros, moscas blancas y pulgones. Para minimizar estos problemas, es fundamental garantizar una buena circulación de aire y monitorear regularmente las plantas para la detección temprana de infestaciones. La planta también puede verse afectada por la pudrición radicular si el suelo no tiene un drenaje adecuado o si hay exceso de riego. Condiciones de hacinamiento, lluvias frecuentes y alta humedad pueden provocar la descomposición de las flores. Además, en algunas regiones, la cresta de gallo puede ser dañada por ciervos.

La propagación de la cresta de gallo se realiza principalmente por semillas. Estas pueden sembrarse directamente en el jardín después de que haya pasado el riesgo de heladas o iniciarse en un ambiente protegido, aproximadamente de 6 a 8 semanas antes de la última helada de primavera. Las semillas deben plantarse superficialmente, ya que necesitan luz para germinar. Manteniendo una temperatura entre 20°C y 25°C y una humedad adecuada, la germinación ocurre generalmente dentro de 1 a 2 semanas. Después de la germinación, las plántulas deben aclararse o trasplantarse para garantizar un espacio adecuado para el desarrollo de cada planta.

Cresta de gallo de tonalidad rosa salmón.
Cresta de gallo de tonalidad rosa salmón.

Acerca de Raquel Patro

Raquel Patro es paisajista y fundadora de Planterista.com. Desde 2006 desarrolla contenidos especializados en plantas y jardines, ya que cree que todo el mundo, ya sean aficionados o profesionales, debería tener acceso a contenidos de calidad. Como geek, le gustan los libros, la ciencia ficción y la tecnología.