El corazón sangrante rojo (Clerodendrum x speciosum) es un arbusto escandente y tropical, originario de la hibridación de dos otras especies de clérodendron, el corazón sangrante (Clerodendrum thomsonae) y el clérodendro rojo (C. splendens). El cruce entre estas dos especies originó una planta rústica, de floración espectacular, con flores similares a las de el corazón sangrante, pero con cálices coloreados y racimos más densos. Su follaje es largo, de textura semi-leñosa, y puede ser fácilmente conducido como enredadera, a través del tutorado adecuado. Las hojas son verdes oscuras, ovaladas, opuestas, con nervaduras bien marcadas y márgenes ligeramente ondulados.
Las inflorescencias surgen en la primavera y verano, y son del tipo panícula, terminales, con numerosas flores rojas y tubulares, con largos estambres, envueltas por un cáliz blanco, persistente, matizado de rojo o rosa oscuro. De la misma forma como las plantas que le dieron origen, el corazón sangrante es muy atractivo para colibríes y mariposas.
A pesar de ser esencialmente un arbusto, este clérodendro es más comúnmente adquirido y utilizado con el objetivo de ser una elegante enredadera. No obstante, es necesario realizar el tutorado de las ramas, que se arquean y cuelgan naturalmente, pero pueden ser flexionadas y atadas sobre un soporte adecuado. A pesar de vigoroso, el corazón sangrante es una planta relativamente ligera, que no engrosa demasiado el tallo, pudiendo ser conducida sobre soportes no tan robustos, como rejas, celosías y cercas, así como sobre árboles, columnas, cenadores, muros, arcos, pórticos, etc.
El corazón sangrante rojo es especialmente interesante para suavizar construcciones, cuando es tutorado cerca del edificio. El verde oscuro de sus hojas es bastante atractivo y sirve como telón de fondo, proporcionando un contraste interesante para otras plantas. Puede ser plantado en macetas y jardineras, decorando también ambientes internos bien iluminados.
Debe ser cultivado bajo media sombra o sombra filtrada, en suelo fértil, drenable, enriquecido con materia orgánica e irrigado regularmente. Tolera el sol pleno, pero prefiere el frescor y humedad de la media sombra. En áreas de clima templado, con frío intenso en invierno o tras alguna helada, este clérodendro pierde sus hojas, rebrotando con vigor en la primavera. Disminuya los riegos en invierno.
Fertilice el corazón sangrante rojo mensualmente con un abono líquido propio para el período vegetativo, sea crecimiento o floración. Aplique anualmente abonos orgánicos, como tierra vegetal y estiércol curtido, al final del invierno para mejorar las condiciones del suelo. En el mismo período, realice una poda, eliminando ramas secas y enfermas, y tras la floración, eliminando las viejas inflorescencias, para un mejor aspecto de la planta. Las podas de formación estimulan el densificado de la planta, principalmente cuando se deja crecer como arbusto. No produce semillas viables. Se multiplica por separación de los brotes que surgen espontáneamente alrededor de la planta madre y por esquejes, puestos a enraizar en sustrato mantenido húmedo, en lugar protegido, como un vivero o invernadero.
