Una suculenta delicada, el Collar de Delfines encanta a niños y adultos con sus hojas características, que recuerdan a delfines saltando sobre las olas. A pesar de que muchas fuentes consideran al collar de delfines como una especie, Senecio peregrinus, en realidad es un híbrido, y su nombre correcto es Senecio ‘Hippogriff’. Se deriva de la hibridación entre el collar de perlas (Senecio rowleyanus) y la planta vela (Senecio articulatus). Los padres de este hermoso híbrido son originarios del sur y suroeste de África, por lo que podemos considerar su hábitat de manera similar.
En altura, el collar de delfines no supera los 15 centímetros, pero si se cultiva como planta colgante, sus ramas pueden superar fácilmente un metro de longitud. Su follaje es muy característico, de color verde claro a ligeramente grisáceo y tiene la forma de delfines suculentos, que actúan como ventanas que permiten la máxima entrada de luz y reducen el exceso de transpiración al mismo tiempo, al igual que muchas especies de suculentas que tienen hojas parcialmente transparentes.
En condiciones de mayor luminosidad, preferiblemente con sol directo durante algunas horas al día, la planta presenta un follaje más denso, mientras que bajo luz difusa, las hojas están más espaciadas y eventualmente pueden abrirse, perdiendo la forma de delfines y adquiriendo la forma de pequeñas mantarrayas. Las ramas son reptantes y delgadas, similares a las del collar de perlas, son delicadas y fáciles de romper con fuerza mecánica. Florece en otoño e invierno, produciendo delicadas inflorescencias compuestas por flores blancas que forman pequeños mechones con aroma a canela.
El collar de delfines se puede utilizar como cobertura de suelo, pero su curioso follaje se valora más en macetas, cestas o jardineras colgantes, donde sus delicadas ramas con delfines saltando se pueden apreciar de cerca en balcones o interiores naturalmente bien iluminados. Cultivado de forma individual o en combinación con otras suculentas, inevitablemente sorprende y admira a sus espectadores.
Debe ser cultivado en semisombra o luz filtrada abundante, en un suelo perfectamente drenante y con riegos espaciados. Las condiciones ideales de luz para la especie incluyen una iluminación indirecta abundante durante todo el día, con algunas horas de sol directo por la mañana. La exposición al sol caliente del mediodía y de la tarde puede provocar quemaduras en sus hojas. Al igual que otras suculentas, el collar de delfines prefiere que el sustrato se seque entre riegos, pero puede contener un poco más de materia orgánica de lo común para suculentas, ya que aprecia un poco más de humedad.
Sin embargo, ten cuidado, el collar de delfines es igualmente sensible al exceso de agua y a la consiguiente reducción de la aireación del sustrato, lo que provoca la pudrición de las raíces y la muerte de la planta. Durante el invierno, es importante reducir los riegos, manteniendo el sustrato ligeramente más seco. No tolera las heladas ni el frío intenso, por lo que debe llevarse a interiores durante los inviernos más rigurosos. Es tolerante a cortos períodos de sequía.
Puedes obtener macetas densas estimulando la formación de raíces en varios puntos del tallo mediante esquejes de las ramas y estimulando la ramificación de la planta mediante la poda de las puntas de las ramas. Se multiplica fácilmente mediante esquejes de segmentos del tallo, que se colocan enraizando en el sustrato o en agua, o mediante la propagación por esqueje, sujetando las ramas con grapas sobre el sustrato para que desarrollen nuevas raíces en contacto con la tierra. Después de que los segmentos enraícen, lo que puede llevar de dos a tres semanas, puedes separar las plántulas de la planta madre y plantarlas en su ubicación definitiva.
