Cola de Mono

Cleistocactus winteri

Raquel Patro

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Cleistocactus winteri subesp winteri.

Originario de Bolivia, el Cleistocactus winteri, este cacto peludo más conocido como cacto cola de mono, encuentra su hogar en la provincia de Florida, ubicada en el departamento de Santa Cruz. Esta región es notable por su diversidad topográfica y climática, que ofrece un ambiente propicio para el desarrollo de una variedad de formas de vida, incluyendo esta especie única de cacto. El hábitat natural del cacto cola de mono se caracteriza por altitudes que varían de aproximadamente 1300 a 1500 metros sobre el nivel del mar, donde crece en laderas expuestas, rocosas y empinadas, creando raíces en fisuras y grietas y derramando sus ramas pendientes sobre las rocas, a menudo por encima del dosel del bosque.

El cacto Cleistocactus winteri con aspecto saludable, evidenciado por la textura aterciopelada y color uniforme.
El cacto Cleistocactus winteri con aspecto saludable, evidenciado por la textura aterciopelada y color uniforme. Foto de Vicki Ashton

La historia taxonómica del Cleistocactus winteri es compleja, marcada por varios cambios de nombre desde su primera descripción. Originalmente descrito como Winteria aureispina por Friedrich Ritter en 1962, el nombre tuvo que ser cambiado debido al cambio de clasificación de género, y preexistencia de Cleistocactus aureispinus Frič en 1928. A lo largo de los años, fue conocido por diversos sinónimos taxonómicos, incluyendo Winterocereus aureispinus, Hildewintera aureispina, Loxanthocereus aureispinus, Borzicactus aureispinus y finalmente, como Cleistocactus winteri por David Richard Hunt en 1988, con el nombre Cleistocactus aureispinus considerado ilegal por ya existir. La subespecie colademononis fue inicialmente publicada como una especie única, la Hildewintera colademononis en 2003, antes de ser renombrada por Hunt en 2005 como Cleistocactus winteri subsp. colademono.

El nombre del género Cleistocactus deriva del griego «kleistos«, que significa cerrado, una referencia a la naturaleza casi cerrada de las flores de esta especie de cacto. Ya el epíteto específico «winteri» homenajea a Hildegarda Winter, hermana de Friedrich Ritter. La subespecie colademononis, por su parte, es un tributo visual a su apariencia única que recuerda la cola de un mono, «cola de mono» en español.

El Cleistocactus winteri es un cacto columnar, inicialmente erecto y posteriormente pendiente y puede alcanzar hasta 2,5 metros de longitud. Sus tallos cilíndricos, de color verde claro y con diámetro variando entre 2 a 7 cm, están completamente cubiertos por espinas finas similares a pelos, confiriendo a la planta un aspecto suave y atractivo. Las flores de esta especie son zigomorfas, casi horizontales en relación al tallo, con una coloración rojo brillante, y miden aproximadamente 7-8 cm de longitud. Los frutos, de color rojizo, son más o menos esféricos, midiendo 8-12 mm de diámetro, y se abren longitudinalmente al alcanzar la madurez. Las semillas, negras y ligeramente curvadas, tienen entre 1.1-1.4 mm de longitud, y germinan con facilidad.

Detalle de los espinos peludos y las flores rojas del Cleistocactus winteri colademonis, o cacto cola de mono.
Detalle de los espinos peludos y las flores rojas del Cleistocactus winteri colademonis, o cacto cola de mono. Foto al centro de Douneika.

Dentro de la especie Cleistocactus winteri, existen dos subespecies con características distintas. La subespecie Cleistocactus winteri subsp. colademononis, el verdadero cacto cola de mono, que se caracteriza por sus largos y suaves espinos que no pinchan y se asemejan a cabellos blancos. Sus flores, de un rojo intenso, son particularmente decorativas.

Por otro lado, la subespecie Cleistocactus winteri subsp. winteri, conocida como cacto cola de rata dorado, comparte la forma columnar y el hábito de crecimiento pendiente, aunque más compacto, pero difiere en detalles morfológicos específicos, como la coloración y tamaño de los espinos, que son más cortos, firmes, espesos y de color amarillo, así como las flores que son ligeramente menores y adquieren tonalidades de salmón.

Ocurre aún una forma cristata del Cleistocactus winteri. Esta forma presenta un crecimiento anormal, resultando en tallos que se expanden de manera ondulada y aplanada, asemejándose a una cresta o ola marina. Esta mutación confiere a la planta una apariencia única y altamente ornamental, convirtiéndola en un destacado en cualquier colección. No obstante, son necesarios cuidados extras para mantener la mutación, principalmente en cuanto a la propagación, que debe ser realizada por esquejes.

Diferencias entre las subespecies y formas de Cleistocactus winteri. A la izquierda, C. winteri colademonis, al centro C. winteri winteri y a la derecha, C. winteri cristata
Diferencias entre las subespecies y formas de Cleistocactus winteri. A la izquierda, C. winteri colademonis (foto de Dornenwolf), al centro C. winteri winteri (foto de Adam Fagen) y a la derecha, C. winteri cristata (Foto de KM)

El cacto cola de mono con su forma única y exótica, ofrece una gama de posibilidades en el paisajismo, transformando espacios comunes en escenarios interesantes. Su naturaleza epilítica (litófita), es decir, su capacidad de crecer en superficies rocosas lo convierten en una elección ideal para jardines de rocas y proyectos de xeriscaping. Su adaptación a ambientes áridos y su apariencia pendiente permiten que se destaque en composiciones con piedras, agregando textura y movimiento al diseño, principalmente en paredes rocosas, donde puede derramar sus tallos.

Una de las aplicaciones más populares del Cleistocactus winteri en el paisajismo es en macetas y cestas colgantes, donde sus tallos largos y pendientes pueden ser exhibidos de manera dramática, cerca a la altura de los ojos. Este enfoque añade verticalidad y profundidad a espacios al aire libre e interiores. En balcones, patios o entradas de casas, cestas colgantes con el cacto cola de mono crean puntos focales de gran belleza. Por las mismas razones, esta especie es muy buscada para jardines verticales de bajo mantenimiento, principalmente aquellos más expuestos y con baja disponibilidad de riego.

Para entusiastas de cactos y suculentas, el Cleistocactus winteri es un añadido valioso a colecciones debido a su forma peculiar y flores vistosas. En jardines temáticos que exploran la flora de regiones áridas o desérticas, este cacto es una adición indispensable. En mini-jardines de suculentas, bandejas, troncos y jardineras elevadas, trae además del color y textura únicos, el elemento pendiente que suaviza los bordes rígidos y geométricos de los recipientes, además de crear contraste con las otras especies.

Canteiro com Cleistocactus winteri, com outras suculentas.
Canteiro com Cleistocactus winteri e outras suculentas. Foto de Lek Khauv

En cuanto a la exposición a la luz, este cacto prefiere estar bajo alta luminosidad, beneficiándose de sol pleno o media sombra diariamente (4 horas o más de sol directo). Sin embargo, en regiones de clima muy caliente, es preferible proporcionar luz solar indirecta o filtrada en las horas más calientes para prevenir posibles quemaduras en los tallos. En relación a la temperatura, el Cleistocactus winteri se adapta bien a una amplia variación, siendo ideal mantener entre 5°C y 30°C. Para regiones con inviernos fríos, se recomienda proteger la planta del frío extremo. La buena circulación de aire también es crucial para prevenir enfermedades fúngicas, especialmente en ambientes cerrados o durante el invierno.

El riego debe ser ajustado conforme la estación: riegue regularmente durante la primavera, verano y otoño, permitiendo que el suelo se seque completamente entre riegos, y mínimamente en invierno, manteniendo el sustrato casi seco. A la hora del riego, prefiera mojar en profundidad, hasta que salga agua excedente por el agujero de drenaje, que regar poco a poco. Es crucial utilizar un sustrato bien drenable para evitar el acumulo de humedad, recomendándose sustratos propios para cactos, añadidos de un poco de material fibroso, como fibra de coco o corteza de pino compostada. No utilice platillo bajo las macetas.

La fertilización debe realizarse con productos específicos para cactus y suculentas, siguiendo las instrucciones del fabricante para evitar la sobredosis. Evite utilizar abonos orgánicos, con la excepción de los líquidos, bien diluidos, que pueden ser un complemento interesante. Replante el cactus cola de mono cada dos años para renovar el sustrato y estimular el crecimiento de nuevas raíces saludables. El replanteo ayuda a mantener el sustrato aireado y drenable, además de reponer la materia orgánica que se ha degradado con el tiempo.

El cactus cola de mono se multiplica tanto por semillas como por esquejes. La siembra, ideal al inicio de la primavera, involucra esparcir las semillas superficialmente en un sustrato propio para semillas, como Carolina Soil, y mantenerlas húmedas en un área de luz indirecta. Utilizar macetas transparentes, que puedan ser cerradas ayuda a mantener la humedad y temperatura constantes. La propagación por esquejes, realizada a finales de la primavera o inicio del verano, requiere que los esquejes formen un callo antes de ser plantados en sustrato drenante, manteniendo una humedad ligera hasta el enraizamiento. Antes de cortar los esquejes, recuerde marcar la posición correcta con una cinta, evitando plantar los esquejes al revés después. Aunque menos común, el Cleistocactus winteri también puede producir brotes en la base, que pueden ser removidos cuidadosamente para la propagación.

Cápsula de semillas madura a la izquierda. Cuando las cápsulas se abren por sí solas, las semillas están listas para ser sembradas. Esqueje evidenciando la formación del callo a la derecha.
Cápsula de semillas madura a la izquierda. Cuando las cápsulas se abren por sí solas, las semillas están listas para ser sembradas. Foto de Dornenwolf. Esqueje evidenciando la formación del callo cicatrizal a la derecha. Foto de Strawberryfield

Acerca de Raquel Patro

Raquel Patro es paisajista y fundadora de Planterista.com. Desde 2006 desarrolla contenidos especializados en plantas y jardines, ya que cree que todo el mundo, ya sean aficionados o profesionales, debería tener acceso a contenidos de calidad. Como geek, le gustan los libros, la ciencia ficción y la tecnología.