Campanilla

Campanula persicifolia

Raquel Patro

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La Campanilla (Campanula persicifolia) es una planta perenne, herbácea y muy florífera, originaria de regiones alpinas de Europa y oeste de Asia. Presenta tallo erecto, poco ramificado, dispuesto en matas, poco densas, a partir del rizoma. Las hojas son verdes brillantes, con dientes redondeados en los márgenes, espatuladas en la base y lanceoladas a obovadas y más estrechas a lo largo del tallo.

Florece desde finales de la primavera hasta el verano, mostrando inflorescencias en racimos terminales, con flores grandes y en forma de campana abierta, terminando en cinco puntas como una estrella. Pueden ser azules, blancas, lilas o rosadas, según la variedad cultivada. El fruto que sigue es del tipo cápsula con venas bien aparentes.

Variedad de flores dobles. Foto de Takashi M.

Las campanillas añaden delicadeza y encanto al jardín. Sus flores azuladas combinan perfectamente con jardines al estilo inglés «Cottage«, informales y con un aura campestre y romántica al mismo tiempo. Para un efecto más interesante, conviene plantarlas en grupos, formando macizos de flores o en bordes mixtos.

Versátil, se utiliza comúnmente para cubrir el tallo deshojado de arbustos y rosales. En Brasil, se ve más frecuentemente como planta en maceta, para decorar el hogar por unos días, que en el jardín. Los tallos erectos y floridos también son excelentes como flor cortada, en la confección de ramos y arreglos florales.

Debe ser cultivada bajo sol pleno o media sombra, en suelo fértil, drenable, enriquecido con materia orgánica e irrigado regularmente. No tolera el calor fuerte del verano, por este motivo se trata como anual incluso en las regiones más frías de Brasil.

Por su preferencia por el clima frío, es posible cultivar campanillas solo en lugares frescos, de altitud, como en las regiones serranas del sur del país. Tras la floración, se pueden cortar las flores viejas, estimulando así un nuevo florecimiento. Se multiplica por división de matas, esquejes y por semillas.

Las semillas germinan entre 14 y 28 días, necesitan luz y sustrato mantenido húmedo. Justo después de la germinación pueden ser cubiertas con una fina capa de sustrato y deben ser trasplantadas a bolsas cuando tengan dos hojas verdaderas. Las plántulas deben ser pellizcadas durante el desarrollo, para que produzcan matas más densas.

Acerca de Raquel Patro

Raquel Patro es paisajista y fundadora de Planterista.com. Desde 2006 desarrolla contenidos especializados en plantas y jardines, ya que cree que todo el mundo, ya sean aficionados o profesionales, debería tener acceso a contenidos de calidad. Como geek, le gustan los libros, la ciencia ficción y la tecnología.