El cáliz (Solandra grandiflora) es una enredadera o arbusto trepador, leñoso, con follaje y floración ornamentales, aún raro en cultivo. Es nativa de las Américas, principalmente de regiones tropicales a tropicales de altura de México, Caribe y América del Sur. Sus ramas son largas, como lianas, entremezcladas con nudos, de donde surgen ramificaciones y raíces adventicias, que ayudan a la planta en su fijación y absorción de nutrientes. Las hojas son ovales, verde brillantes, con pecíolos cortos, de textura coriácea a membranosa, glabras, simples, con cerca de 10 cm de longitud.
Florece en primavera, revelando flores grandes, solitarias, terminales, en forma de campana, de color amarillo crema a amarillo dorado, con rayos marrones y largos estambres. Las flores presentan la corola fusionada en su base y cuerpo, con las puntas recurvadas. Al final del día y por la noche, las flores emiten un perfume que recuerda al coco y es atractivo para los murciélagos, sus polinizadores. Los frutos que se forman son bayas, de color blanco a amarillo, con numerosas semillas pequeñas.
El cáliz prefiere mucho espacio y estructuras fuertes para que pueda desarrollarse en todo su esplendor. Inicialmente el follaje es erguido, y puede ser podado para que la planta quede tupida, densa, y así mantenerse con porte arbustivo. Con el crecimiento se vuelve trepador, apoyándose sobre el soporte que se le ofrezca. Así, utilícela para cubrir árboles muertos, cercas, enrejados, pérgolas, arcos o cenadores, con ataduras si es necesario.
Se trata de una enredadera grande, frondosa y pesada, por lo tanto evite su uso en soportes delicados. Admite podas drásticas de vez en cuando, para controlar su crecimiento, pero utilice guantes, evitando el contacto con la savia de la planta, que puede provocar irritación en la piel y mucosas. Es una especie que añade un toque tropical y salvaje al paisajismo, pero aún es difícil de encontrar en viveros. Puede ser plantada en macetas.
Curiosidad: El cáliz es utilizado por chamanes y pajes en rituales indígenas mágicos en América Central y del Sur, sin embargo, por ser más reservada para magia negra y otros objetivos oscuros y secretos, poco se sabe sobre sus usos. Posiblemente estas utilizaciones mágicas estén relacionadas con el alcaloide tropano, y su potencial alucinógeno y tóxico de esta planta. Tanto mayas como aztecas la consideraban sagrada.
Prefiere sol pleno, suelo fértil, bien drenable, enriquecido con humus e irrigado regularmente en los primeros años de implantación. Tolerante a cortos períodos de sequía. No tolera heladas. Fertilice mensualmente durante el crecimiento vegetativo y la floración. Se multiplica por esquejes, acodos y semillas.