El Bulbophyllum rothschildianum es una fascinante orquídea epífita, que se encuentra principalmente en bosques de baja y media altitud en el sur de Yunnan, en China, en Assam, en el noreste de la India y también en Birmania. Esta especie es conocida por ser una orquídea rizomatosa, poseyendo pseudobulbos ovoides a aplanados, los cuales sostienen una única hoja apical cada uno. Las hojas de esta orquídea son firmes, carnosas y presentan un color verde-brillante. Además, el Bulbophyllum rothschildianum tiende a emitir raíces aéreas fuera del sustrato, contribuyendo a su aspecto curioso y único.
La inflorescencia del Bulbophyllum rothschildianum es basal y emerge de un largo tallo floral, que ora se presenta erecto, ora decumbente. Se caracteriza por ser del tipo umbela, con pocas flores que exhiben una apariencia inflada, de color amarillo crema, pero ampliamente moteadas de rojo carne. Los pétalos superiores de esta orquídea son fimbriados, mientras que los inferiores se unen formando una forma que recuerda a un globo, asemejándose a un zapato con la punta afilada. Su labelo es corto y de un tono rojo marcado. La floración del Bulbophyllum rothschildianum ocurre principalmente en la primavera o en el otoño, y sus flores son fragantes, aunque su aroma puede no agradar a todos, siendo menos desagradable en comparación con otras plantas del mismo género.
El Bulbophyllum rothschildianum es, sin duda, una orquídea que merece un lugar destacado en cualquier colección. Esta especie puede ser cultivada en macetas de barro o cestas, optando por una forma pendiente, o incluso tutorando los tallos florales para que queden bien erectos. El aspecto salvaje y exótico de esta orquídea despierta gran interés entre los admiradores. Además, es frecuentemente utilizada en la producción de híbridos, siendo cruzada con otras especies de orquídeas, donde comúnmente añade un toque de exotismo y sus formas diferenciadas.
Para su cultivo ideal, el Bulbophyllum rothschildianum debe mantenerse bajo media sombra o luz difusa, en sustrato de drenaje rápido, propio para orquídeas epífitas. El riego debe ser realizado con regularidad, y esta especie aprecia particularmente el calor constante y la humedad típicos de los trópicos. Es imprescindible, especialmente en el sur del país, donde el clima es subtropical, el cultivo en invernaderos climatizados. La planta prefiere rangos de temperatura entre 12 y 33º Celsius. Es importante resaltar que, a pesar de sus necesidades de humedad y calor, es crucial que la orquídea tenga acceso a buena ventilación para efectuar los intercambios gaseosos de manera eficiente.
Otro aspecto fundamental en el cultivo del Bulbophyllum rothschildianum es el trasplante bianual, que es importante para la renovación del sustrato, especialmente cuando este está compuesto por materiales de rápida descomposición. El riego debe ser frecuente, manteniendo el sustrato húmedo, especialmente durante el verano. En invierno, es posible permitir que el sustrato se seque un poco entre riegos. La fertilización regular en el período vegetativo y durante la floración con abonos específicos para orquídeas es recomendada, pero en dosis más suaves, considerando la sensibilidad de esta planta. La fertilización debe ser suspendida durante el invierno.
Esta orquídea puede ser propagada a través de la división de la mata, un método eficaz y comúnmente utilizado. Es importante asegurar que cada división contenga al menos tres pseudobulbos sanos con raíces y un brote guía. El momento ideal para realizar esta división es justo después del período de floración, cuando la planta está entrando en su fase de crecimiento activo. Tras la división, cada nueva planta debe ser plantada en su propio macetero, utilizando un sustrato apropiado para orquídeas epífitas, y cuidados como los aplicados a la planta madre deben ser seguidos.