La Bifrenaria harrisoniae es una orquídea natural, es decir, no es un híbrido ni un cultivar comercial. Tiene un crecimiento del tipo simpodial, es epífita y, ocasionalmente, rupícola. Esto significa que crece principalmente sobre las ramas de los árboles, aunque también puede encontrarse entre rocas. El nombre del género «Bifrenaria» proviene del latín, combinando Bi, que significa «dos», y Frenum, que se traduce como «freno». Este nombre es una alusión a los dos callos que se asemejan a tiras, uniendo las polinias al viscidio de la flor. Por otro lado, el nombre de la especie «harrisoniae» sirve como un homenaje a la Sra. Harrison, esposa de Arnold Harrison, un renombrado coleccionista de orquídeas del siglo XIX.
Naturalmente, la B. harrisoniae se desarrolla en los biomas de la Mata Atlántica y en el Cerrado, abarcando un área que va desde el sur de Bahía hasta Río Grande del Sur. Se adapta a altitudes que varían de 200 a 1.200 metros sobre el nivel del mar. Esta orquídea presenta pseudobulbos ovoides a piriformes, que son profundamente surcados y sostienen una hoja única, simple y plegada. Durante el verano, la planta florece, revelando un tallo floral corto, bracteado y semi-erecto, que exhibe de 1 a 3 flores. Estas flores, con un diámetro de aproximadamente 7 cm, son perfumadas y pueden durar de 15 a 20 días.
Sus pétalos varían de ovales a oblongos, mientras que el sépalo superior es menor y cóncavo. Predominantemente blancas, las flores también pueden presentar tonalidades amarillentas o amarillo-verdosas. El labelo, trilobado y cubierto por tricomas, muestra colores que van del rosa al rojo y marrón, con venas oscuras. Es importante resaltar que la Bifrenaria harrisoniae puede ser fácilmente confundida con la Bifrenaria tyrianthina, encontrada exclusivamente en Bahía y Minas Gerais. Sin conocer el lugar de origen, la distinción entre ellas se hace principalmente por características morfológicas. El estipe en la columna de las flores de la B. tyrianthina es ligeramente más estrecho que el de la B. harrisoniae, y el espolón ubicado en la base del labelo de la B. tyrianthina es más largo que el de la B. harrisoniae.
Para el cultivo ideal de la B. harrisoniae, se recomienda luz filtrada o incluso la exposición al sol pleno, con un sombreado ideal entre 40 a 50%. La planta aprecia el calor, prefiriendo temperaturas que varíen de 0 a 30°C. La humedad relativa del aire ideal para esta especie está entre 50 y 70%, acompañada de una ventilación moderada. Vale resaltar que no tolera las heladas. El cultivo en cajitas es el más indicado, ya que la planta se beneficia de raíces bien ventiladas. El sustrato utilizado debe ser propio para orquídeas epífitas, capaz de retener la humedad necesaria y, al mismo tiempo, proporcionar un drenaje eficiente.
En cuanto al riego, se aconseja realizarlo en días alternos o cada dos días, siempre verificando si el sustrato está seco. Durante el invierno, en el período de dormancia de la planta, es recomendable reducir la frecuencia de los riegos. Una sugerencia eficaz de fertilización incluye la aplicación foliar semanal de una solución que contenga 2g (1 cucharadita de café) de fertilizante NPK de Peter’s 20-20-20 por cada litro de agua.
Paralelamente, la fertilización orgánica del sustrato debe hacerse mensualmente, utilizando fertilizantes específicos para orquídeas y aplicándolos sobre la superficie del sustrato. Es importante evitar la fertilización durante el período de dormancia. La propagación de la Bifrenaria harrisoniae se realiza a través de la división de la planta, asegurando que cada nuevo retoño posea de 4 a 5 pseudobulbos sanos, conectados por el rizoma, con raíces íntegras y un nuevo brote de crecimiento. Por último, es esencial evitar la división innecesaria de la planta, con el fin de preservar su vitalidad.