La begonia maculata (Begonia maculata), también llamada ala del ángel, es una planta herbácea, de follaje y floración ornamentales. Es nativa del sureste de Brasil, encontrándose en la Serra do Mar vegetando dentro del bosque, en lugares más o menos abiertos, preferentemente sobre y entre rocas húmedas, acompañadas de musgos, en áreas a nivel del mar y hasta 1000 metros de altitud. Presenta un tallo erecto y poco ramificado y sus hojas tienen forma de ala, con textura entre carnosa y coriácea.
Comúnmente, sus hojas son de color verde oliva tanto en la cara adaxial como en la abaxial. Pero en la famosa cultivar ‘Wightii’, el reverso de las hojas se presenta de un intenso color rojo vino. Sin embargo, se debe considerar que esta especie muestra una gran variabilidad genética natural y puede presentar, como se ve, hojas solo verdes a rojizas, así como manchas rojizas más o menos intensas y extensas en el reverso de las hojas, independientemente de cruzamientos o selección genética. Las hojas de la begonia maculata también están salpicadas de puntos y pequeñas manchas redondeadas, de color plateado a perlado, que le confieren aún más gracia. Florece en primavera y verano, exhibiendo racimos colgantes de flores blancas a rosadas.
Es una de las favoritas del estilo «Urban Jungle», lo que tiene mucho sentido. Adecuada para cultivos en interiores bien iluminados, presenta un follaje de un colorido espectacular que recuerda a las plantitas que nuestra abuela cultivaba. Así, con su atractivo vintage, ha ganado adeptos y admiradores en Brasil y en el mundo, y alcanza precios altos en el mercado. Rústica, la begonia maculata requiere un mantenimiento sencillo, que incluye la eliminación de hojas secas y enfermas y el replanteo anual.
Debe cultivarse bajo abundante luz filtrada, o semisombra, recibiendo el suave sol de la mañana. Un aparador cercano a una ventana orientada al este será su lugar preferido. Prefiere sustratos ricos en materia orgánica, permeables y drenables. Como sugerencia, puede utilizar una mezcla de fibra de coco, carbón molido y tamizado, arena y compuesto orgánico de buena calidad. Riegue regularmente la planta, de modo a mantener el sustrato húmedo, sin encharcar. Espere a que la superficie del sustrato se seque entre riegos.
La begonia maculata puede tolerar cortos períodos sin riegos, y se recupera de eventuales marchitamientos, pero evite que estos se vuelvan frecuentes. Abone mensualmente con fertilizantes solubles de buena calidad, en la proporción NPK 10.10.10. Alternativamente, también pueden utilizarse abonos orgánicos como bokashi o de liberación lenta, como Osmocote o Basacote. Aprecia el calor y la humedad tropicales, pero puede vegetar bien en regiones subtropicales a templadas, siempre que esté protegida del frío invernal. Tenga cuidado también con la humedad relativa del aire, procurando mantener el entorno de la planta por encima del 45%. Se multiplica fácilmente por esquejes de ramas y hojas puestas a enraizar en cualquier momento en agua o sustrato preparado.
