La Areca Anaranjada (Areca vestiaria) es una palma monoica originaria de las Islas Célebes y Molucas, en Indonesia. Presenta una gran variación morfológica dentro de la misma especie, con ejemplares de estipe único y otros formando matas. Existe una variedad en particular con follaje marrón y palmito rojizo, muy apreciada en la decoración de interiores. El estipe de esta palma es liso, elegante, de color pardo, con anillos bien marcados, que son cicatrices dejadas por la caída de las hojas.
La región del palmito está cubierta por la vaina de las hojas, de un hermoso color naranja. En la base de la planta, también se pueden observar raíces adventicias curiosas. Las hojas son pinadas, arqueadas, de color verde y tienen aproximadamente dos metros de longitud. Los folíolos son irregulares y anchos, a menudo unidos en ejemplares más jóvenes. Florece en racimos ramificados y colgantes que aparecen en la base del palmito, con numerosas flores pequeñas y amarillas. Los frutos resultantes son ovoides, de color rojo a naranja cuando maduran y son bastante ornamentales.
Al igual que otras palmas, la areca anaranjada agrega inevitablemente un toque tropical al jardín. Sin embargo, se destaca gracias al palmito de color naranja vibrante, diferenciándose de otras palmas y generando un interés especial. Plante la areca anaranjada a lo largo de caminos, formando hileras de manera formal o informal, o cree un punto focal con una sola mata, siempre dejando el palmito colorido al alcance de la vista. En condiciones de cultivo ideales, presenta un crecimiento rápido. Los ejemplares jóvenes, plantados en macetas o en jardines de invierno, son una opción maravillosa para la decoración de interiores.
Debe cultivarse a la sombra parcial, en un suelo fértil, bien drenado, enriquecido con materia orgánica e irrigado durante el primer año de implantación. La areca anaranjada teme la luz solar intensa del mediodía, especialmente cuando es joven, por lo tanto, cultívela bajo la luz filtrada de otros árboles o exponiéndola al sol directo solo por la mañana o por la tarde. En climas más frescos y húmedos, es posible verla prosperar a pleno sol.
La areca anaranjada no tolera la sequía ni el frío extremo, creciendo bien en climas subtropicales pero mejor en los trópicos. Resiste a la salinidad en áreas costeras, siempre protegiéndola de vientos fuertes que puedan dañar sus hojas. Se propaga por semillas y por división de matas. Las semillas deben obtenerse de frutos recién cosechados y despojados. Plante inmediatamente para no perder la capacidad de germinación. La germinación ocurre aproximadamente 30 días después de la siembra.