El Arbusto de Jengibre (Tetradenia riparia) es una especie dioica altamente floreciente, originaria de Sudáfrica y cultivada en regiones de clima subtropical a templado en diversas partes del mundo, debido a sus cualidades ornamentales y medicinales. Sus ramas crecen de manera irregular, con ramificaciones delgadas, lisas y de color marrón. Sus hojas son gruesas, de forma ovalada a cordiforme, pubescentes, de color verde claro, con bordes dentados y un aroma distintivo.
Las inflorescencias aparecen en invierno en densas espigas terminales, con flores pequeñas, generalmente blancas, pero que pueden adquirir tonos rosados o morados. Las plantas masculinas producen inflorescencias más sueltas y de aspecto delicado, mientras que las femeninas tienen formas más compactas, ideales para diversos efectos paisajísticos. Las flores son perfumadas y atraen a insectos polinizadores.
El efecto de la floración del Arbusto de Jengibre es muy llamativo y a menudo se destaca aún más debido a que pocas plantas están floreciendo al mismo tiempo que él. Por lo tanto, fácilmente se convierte en el punto focal en el jardín sin competencia. Aproveche esta característica y plántelo de forma aislada en áreas de interés o cree macizos o hileras con esta especie.
Su uso en jardines rocosos o en jardinería de xeriscape (jardín de bajo requerimiento de agua) puede ser muy relevante, ya que rompe la monotonía y agrega variación estacional al jardín. También es ideal para jardines de hierbas aromáticas y medicinales.
El Arbusto de Jengibre debe cultivarse a pleno sol o en semisombra, en un suelo fértil, bien drenado, enriquecido con materia orgánica e irrigado regularmente durante el primer año de establecimiento. No tolera suelos encharcados, ya que es muy sensible a ellos. Prefiere suelos más secos, especialmente en invierno, donde responde con floraciones intensas.
Los lugares con inviernos fríos y lluviosos al mismo tiempo no son adecuados para su cultivo, al igual que en áreas permanentemente cálidas donde no florecerá. Requiere estaciones marcadas para florecer. Requiere poco mantenimiento, se recomienda fertilizarla antes del período de floración y realizar podas de formación y renovación de follaje después de la floración. Aproveche esta oportunidad para hacer esquejes de las ramas, que enraízan con facilidad. Tetradenia riparia crece rápidamente y puede florecer incluso en el primer año de establecimiento.