La Alternantera, científicamente conocida como Alternanthera brasiliana, se destaca no solo por sus notables propiedades medicinales y ornamentales, sino también por su papel ecológico. Originaria de las regiones tropicales de América, especialmente a lo largo de la costa atlántica, esta planta herbácea y erecta prefiere hábitats húmedos como áreas de restinga y bosques ribereños. Contribuye a la biodiversidad local, ofreciendo refugio y alimento para varias especies de insectos y pequeños animales.
Es nativa desde México hasta el estado de Santa Catarina en Brasil, mostrando una gran capacidad de adaptación a diferentes climas tropicales. El nombre del género Alternanthera deriva del latín alternans (alternancia) y anthera (antera), refiriéndose a las anteras alternas estériles del género. El epíteto específico brasiliana homenajea a Brasil, uno de sus lugares nativos predominantes.
Caracterizada por un follaje erecto y ramificado, que es pubescente en la juventud y se vuelve glabro con el tiempo, la alternantera exhibe hojas opuestas, lanceoladas y acuminadas. Estas hojas presentan colores intensos, variando entre rojo vibrante y tonalidades profundas como el vino, lo cual es un reflejo de la presencia de pigmentos como las antocianinas. Contribuyendo a un crecimiento compacto, que rápidamente cubre el suelo, la planta también ayuda en la prevención de erosión en áreas inclinadas.
Durante el invierno y principios de la primavera, la planta florece, exhibiendo inflorescencias blanco-crema en formato de pompón, de menor importancia ornamental. Produce pequeños frutos marrones con una única semilla, frecuentemente ocultos por los desechos florales. La planta es conocida por una variedad de nombres populares, incluyendo Hoja Loro, Hoja Rubí, Terramicina, Sanguinaria, Coqueta, Mosaico, Hierba de Metal y Lancetilla, variando conforme a la región y la cultivar. Algunas de las cultivares más populares son ‘Brazilian Red Hot’, ‘Little Ruby’, ‘Purple Knight’, ‘Purple Prince’ y ‘Snow Queen’.
En paisajismo, la alternantera es una cobertura de suelo excepcional, proporcionando bellos contrastes con otras plantas de colores verdes, grisáceos o variegados. Sus tonos vinosos son particularmente atractivos en parterres, tanto en masas, en grandes manchas homogéneas, como en una composición colorida, mezclada con otras especies. La combinación de sus hojas coloridas con plantas de texturas y formas distintas puede crear un efecto visual impresionante en jardines y espacios públicos.
La alternantera es adecuada para áreas accidentadas y taludes, adaptándose también a los jardines verticales, creciendo y formando hermosas manchas rojas, siempre que haya riego. Es rústica, de rápido crecimiento y requiere pocos cuidados. Se recomiendan podas durante la formación y después, para la renovación y control del follaje. A pesar de ser perenne, pierde su belleza con el tiempo y necesita renovación de los parterres.
Además de todas sus cualidades como ornamental, también es una planta medicinal destacada, imprescindible en el huerto casero. Vea el cuadro a continuación. Debe ser cultivada bajo sol pleno o media sombra, en diversos tipos de suelo, pero preferentemente ricos en materia orgánica y con buena humedad. Planta típicamente tropical, la alternantera no tolera el frío intenso o la sequía prolongada. Los colores rojizos se estimulan bajo el sol pleno. Así, en condiciones de menor luminosidad puede tornarse verde.
Se multiplica por semillas y esquejes de los tallos, puestos a enraizar en la primavera tanto en bolsas con sustrato preparado como en agua. Realice la poda de beliscamiento durante la formación de las plántulas y de los parterres, para estimular el espesamiento de la planta. Además, la técnica de beliscamiento ayuda a promover una floración más abundante y prolongada, aumentando el valor ornamental de la planta.