Alocasia melo

Alocasia melo

Raquel Patro

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Alocasia melo

La Alocasia melo, también conocida como Alocasia rugosa, es una planta herbácea de follaje ornamental que ha ganado popularidad en todo el mundo principalmente como planta de interior y entre coleccionistas. La especie es una de las raras plantas endémicas del estado de Sabah, en la isla de Borneo, Malasia, donde crece en suelos ultramáficos, ricos en metales pesados y con baja fertilidad. Estos suelos específicos influyen en la distribución y las adaptaciones de la planta en su hábitat natural.

El nombre del género Alocasia proviene de la palabra Colocasia, un género cercano dentro de la misma familia, Araceae. El término Alocasia fue creado con la adición del prefijo griego  «a-«, que en este contexto indica distinción o negación. Es decir, Alocasia significa literalmente diferente de ‘Colocasia‘. El epíteto específico ‘melo’ deriva de la similitud de las hojas gruesas, casi circulares y con textura arrugada, a la cáscara de un melón cantaloupe.

Esta planta herbácea de pequeño tamaño alcanza entre 25 y 35 cm de altura. Su tallo es corto, erecto y tiene aproximadamente 3 cm de diámetro. Las hojas, generalmente en número de cuatro, tienen bases que se superponen. El pecíolo mide entre 14 y 19 cm de longitud, es de color verde pálido, liso y presenta manchas esparcidas de color borgoña en la porción inferior. Las hojas tienen forma ovada a suborbicular, y miden de 18 a 25 cm de longitud y 15 cm de ancho, de color verde-azulado profundo en la superficie superior y verde pálido en la inferior. Las hojas son coriáceas y peltadas, con el punto de fijación cercano al centro.

Alocasia melo
Save Foto de Cerlin Ng

Las hojas de la Alocasia melo tienen una textura rugosa y abullonada, lo que es una de sus principales características distintivas. Una hoja abullonada presenta una textura arrugada o inflada entre las nervaduras, con apariencia de burbujas o ondulaciones elevadas. Este aspecto ocurre porque las áreas entre las nervaduras principales de la lámina foliar se proyectan hacia arriba, mientras que las nervaduras permanecen más hundidas, creando un relieve pronunciado y tridimensional. Este aspecto confiere a las hojas de la Alocasia melo una apariencia robusta, casi artificial, con un patrón fuertemente esculpido y de alto relieve, lo que también le ha otorgado el nombre popular Alocasia ‘Rhino Skin’, piel de rinoceronte en inglés.

La inflorescencia de la Alocasia melo consiste en un espádix rodeado por una espata, característica de la familia Araceae. Las flores presentan tonalidades blancas o crema y a menudo quedan ocultas entre los pecíolos de las hojas. Cuando ocurre, la inflorescencia muestra flores unisexuales dispuestas en el espádix, con las femeninas localizadas en la base y las masculinas en la parte superior, caracterizando a la planta como monoica. La espata es de color blanco a marfil, con puntitos de color burdeos, y una constricción cerca de la mitad de la base.

La floración ocurre esporádicamente y, en condiciones de cultivo interno, se considera rara. La polinización es realizada por insectos atraídos por la termogénesis floral, un proceso inusual en el cual la inflorescencia genera calor para atraer polinizadores, como moscas de fruta, que son atraídas para aparearse, alimentarse y depositar huevos en la zona femenina de la inflorescencia. Tras la polinización exitosa, se desarrollan frutos del tipo bayas, que contienen las semillas.

Florescimento da Alocasia melo
Save Florescimiento. Foto de Peter Zika

Su identidad taxonómica todavía se discute dentro del grupo de las llamadas «joyas del bosque» o jewel alocasias, que engloba especies de Alocasia de pequeño porte con follajes gruesos, textura marcada y coloración exuberante. Esta especie se utiliza en la creación de nuevos híbridos interespecíficos, con fines ornamentales, tales como:

  • Alocasia ‘Dragon Moon’ (cruce de Alocasia baginda ‘Silver Dragon’ × Alocasia melo): presenta hojas con textura marcada y nervaduras plateadas intensas, combinando la estructura robusta de la A. melo con la coloración clara y metálica de ‘Silver Dragon’.
  • Alocasia ‘Green Bold’ (cruce de Alocasia reversa × Alocasia melo): se destaca por hojas gruesas de color verde profundo y nervaduras contrastantes, además de un crecimiento vigoroso y hábito compacto, ideal para el cultivo ornamental en macetas.
  • Alocasia ‘Java Miracle’ (cruce de Alocasia azlanii × Alocasia melo): híbrido raro con hojas de color púrpura oscuro y textura ligeramente arrugada, que combina la belleza iridiscente de la A. azlanii con la rusticidad de la A. melo.
  • Alocasia ‘Maharani’ (cruce de Alocasia reginula ‘Black Velvet’ × Alocasia melo): muy popular, presenta hojas de tono gris-verdosas con textura aterciopelada y venas prominentes, combinando el aspecto exótico de la A. melo con el terciopelo mate de laA. reginula.

La Alocasia melo es a menudo confundida con la Alocasia maharani, y para diferenciarlas es importante observar características específicas de las hojas. La Alocasia melo tiene hojas de color verde oscuro en la superficie superior y verde pálido en la inferior, con venas oscuras que resaltan contra la lámina foliar. En cambio, la Alocasia maharani presenta hojas con tonalidades de verde grisáceo en la superficie superior y una coloración rojiza o purpúrea en la inferior, con venas más claras. Además, la Alocasia melo tiende a tener una textura foliar más espesa y rugosa en comparación con la Alocasia maharani que tiene un aspecto aterciopelado.

En el paisajismo, la Alocasia melo se utiliza principalmente en jardines tropicales de pequeño tamaño o en proyectos que buscan resaltar texturas y contrastes de follajes. Su estatura reducida y hábito compacto la hacen ideal para parterres sombreados en áreas protegidas del jardín, donde se puede utilizar como punto focal entre plantas de follaje más ligero o con coloración contrastante. Por ser una planta de apariencia robusta y de gran presencia visual, también puede emplearse de forma aislada en macetas ornamentales dispuestas en lugares de paso o en espacios de contemplación.

Alocasia melo en el jardín.
Save Alocasia melo en el jardín. Foto de Cerlin Ng

En la decoración de interiores, la Alocasia melo ha ganado protagonismo como una de las especies más deseadas para uso decorativo en ambientes interiores de alto nivel. Su porte contenido y su follaje estructurado la hacen ideal para su uso en macetas de cerámica, de cemento alisado o incluso en piezas de diseño contemporáneo, donde su textura puede dialogar con materiales rústicos y superficies industriales. El color de sus hojas, que varía entre el verde metálico y el gris azulado, proporciona un contraste sofisticado cuando se posiciona cerca de paredes claras, elementos de madera natural o superficies neutras.

Además, su apariencia exótica y el estatus de rareza entre las plantas ornamentales la colocan como una elección recurrente en proyectos de diseño biofílico, donde elementos naturales son integrados en ambientes corporativos, comerciales o residenciales, buscando bienestar y sofisticación estética. Su presencia transmite una sensación de densidad vegetal sin sobrecargar visualmente el espacio, siendo una planta de gran impacto incluso cuando se utiliza de manera aislada en un único punto del ambiente.

La Alocasia melo también puede componer espacios minimalistas, siendo utilizada junto con piedras decorativas, substratos a la vista y soportes metálicos que refuerzan su estética contemporánea y escultural. Su uso es particularmente indicado en espacios con iluminación difusa, como salas de estar, oficinas y áreas de recepción que valoran la integración entre arte, diseño y naturaleza.

Ella prefiere luz difusa, sin exposición directa al sol, que puede causar quemaduras foliares y deshidratación. En el jardín, debe ser cultivada en lugares de sombra parcial a sombra, especialmente en regiones tropicales y subtropicales. Cuando se cultiva en interiores, debe ser posicionada cerca de ventanas bien iluminadas, pero protegida de la luz solar directa por cortinas translúcidas o filtros de luz natural.

Detalle de las hojas esculturales: bulladas y rugosas.
Save Detalle de las hojas esculturales: bulladas y rugosas. Foto de nikokin

La Alocasia melo exige un ambiente cálido y húmedo, con temperaturas estables entre 18 °C y 30 °C. Por debajo de 15 °C, su metabolismo se reduce considerablemente, pudiendo entrar en dormancia parcial. No tolera heladas ni caídas bruscas de temperatura, siendo inviable en áreas sujetas a frío intenso sin protección térmica. El clima ideal es el húmedo-equatorial, con alta humedad relativa del aire por encima del 60%.

En el jardín, requiere suelos bien drenados, ricos en materia orgánica, con textura ligera a media y pH ligeramente ácido, entre 5,5 y 6,5. Debe evitarse suelos compactados o con tendencia a inundarse, que favorecen el apodrecimiento de los rizomas. En macetas, el sustrato debe ser aireado, con mezcla de turba, perlita, corteza de pino y carbón vegetal, permitiendo buena retención de humedad sin perjudicar la aireación de las raíces.

La adición de humus de lombriz puede contribuir a la nutrición continua y saludable de la planta. La plantación debe realizarse en épocas cálidas del año, idealmente al inicio de la primavera, con cuidado de no enterrar en exceso los rizomas. Las regaduras deben ser frecuentes, manteniendo el sustrato ligeramente húmedo, pero nunca encharcado. Se recomienda esperar a que el sustrato se seque parcialmente entre un riego y otro. El agua utilizada debe ser de buena calidad, preferiblemente libre de cloro o sales en exceso.

Espata de Alocasia melo
Save Foto de nikokin

La fertilización debe ser equilibrada, con formulaciones del tipo NPK 10-10-10 o 20-20-20, aplicadas mensualmente durante el período de crecimiento activo. El uso de fertilizantes orgánicos líquidos, como extracto de algas, bokashi o biofertilizantes de compostaje, puede alternarse con fertilizantes minerales.

Se recomienda la remoción periódica de hojas viejas, secas o dañadas, lo que estimula la emisión de nuevos brotes y mantiene el aspecto ornamental de la planta. La limpieza de las hojas puede realizarse con un paño húmedo o un baño de ducha, sin el uso de productos químicos, para remover el polvo acumulado y favorecer la respiración foliar. El replantío o cambio de maceta debe realizarse cada dos años, preferentemente al inicio de la primavera, utilizando un recipiente ligeramente mayor y renovando parte del sustrato.

A Alocasia melo no se adapta bien a los vientos fuertes y la maritimidad, debido a la salinidad del aire y del suelo, que afectan su desarrollo. En regiones con clima seco o con aire acondicionado, la baja humedad puede causar deshidratación foliar, siendo necesario el uso de humidificadores o bandejas con agua para mantener un microclima húmedo alrededor de la planta.

La especie muestra sensibilidad a algunas plagas comunes en interiores, como ácaros, cochinillas y pulgones. El exceso de humedad en el sustrato puede favorecer la aparición de hongos y la pudrición del rizoma, especialmente por Phytophthora y Pythium, que causan pudrición radicular. El control debe ser preventivo, con sustrato bien drenado, fertilización equilibrada y uso de biofungicidas a base de tricoderma o extractos naturales.

Alocasia variegada
Save Alocasia ‘Maharani’ Variegada (Híbrido entre Alocasia reginula ‘Black Velvet’ × Alocasia melo). Foto de

La multiplicación de la Alocasia melo es predominantemente vegetativa, por división de rizomas. Esta técnica debe ser realizada preferiblemente en el inicio de la primavera. Los rizomas deben ser cuidadosamente separados con herramientas esterilizadas, garantizando que cada sección contenga al menos una yema activa. Después del corte, se recomienda el uso de fungicida o carbón molido en el área de la herida antes de plantar en un nuevo sustrato. La propagación por semillas es técnicamente posible, pero rara debido a la dificultad de floración y polinización controlada, y su germinación puede ser lenta e impredecible, siendo poco utilizada en la práctica comercial.

Acerca de Raquel Patro

Raquel Patro es paisajista y fundadora de Planterista.com. Desde 2006 desarrolla contenidos especializados en plantas y jardines, ya que cree que todo el mundo, ya sean aficionados o profesionales, debería tener acceso a contenidos de calidad. Como geek, le gustan los libros, la ciencia ficción y la tecnología.