Mosca Blanca

Raquel Patro

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mosca branca

La mosca blanca es una de las plagas más conocidas en el mundo y está presente en prácticamente todas las regiones agrícolas. Técnicamente no se trata de una mosca, ya que es un hemíptero, misma orden de los pulgones y chinches, y no díptero que es la orden de las moscas comunes. Una regla práctica para no confundirse es el número de alas: los hemípteros tienen cuatro alas mientras que los dípteros tienen dos. Existen dos especies bastante conocidas como plagas, Bemisia tabaci, Bemisia argentifolii y Trialeurodes vaporariorum. La segunda es conocida por ser más destructiva y resistente a ciertos insecticidas.

La mosca blanca es muy pequeña, midiendo de 1 a 2 milímetros y tiene coloración de blanca a amarillo pálido, los ojos son negros y se destacan en el cuerpo del insecto. Cuando está en reposo, mantiene las alas cerradas, pareciendo haber solo un par. No se mueve rápidamente siendo de fácil captura, sin embargo, tiene gran capacidad de dispersión por la cantidad de huevos, 200 en promedio por hembra, y por la acción del viento como agente dispersante. Prefiere climas más secos, donde son mayores su longevidad y fertilidad.

Los daños causados por la mosca blanca son, además de la succión de savia que debilita las plantas, el depósito de toxinas que provocan crecimiento desuniforme de los tejidos vegetales. Además, al igual que los pulgones, la mosca blanca también secreta una sustancia azucarada que permite el desarrollo de fumagina, un tipo de hongo oscuro que impide la fotosíntesis en las plantas.

Otro daño, quizás el más importante en algunas culturas, es el hecho de que esta plaga sea transmisora de los virus Begomovirus y del VMDF (virus del mosaico dorado del frijol). La mosca blanca infesta muchas especies de plantas conocidas, como el tomate, frijol, soja, brócoli y diversas ornamentales. También se encuentra en malezas presentes en jardines, terrenos baldíos y cultivos comerciales.

El control de mosca blanca a gran escala se realiza mediante la aplicación de insecticidas, principalmente en cultivos como la soja y el frijol. En áreas más pequeñas como de hortalizas y ornamentales, se sugiere el control preventivo. La adquisición de plántulas sanas, erradicación rápida de plantas enfermas y restos culturales son acciones que evitan la infestación por mosca blanca. También podemos utilizar trampas de color amarillo, en lona, plástico, etiquetas, etc., untadas con aceite. Estas deben ser colocadas entre las plantas, a la misma altura de las plantas presentes en el lugar.

Existen diversos enemigos naturales de la mosca blanca, son varias especies de chinches, lixeiras, escarabajos y avispas. Hay, además, especies de parasitoides de los géneros Encarsia, Erectomecerus y Amitus. Realizando prevención y/o control químico racional, podemos mantener e incluso aumentar la presencia de estos enemigos naturales de la mosca blanca.

Acerca de Raquel Patro

Raquel Patro es paisajista y fundadora de Planterista.com. Desde 2006 desarrolla contenidos especializados en plantas y jardines, ya que cree que todo el mundo, ya sean aficionados o profesionales, debería tener acceso a contenidos de calidad. Como geek, le gustan los libros, la ciencia ficción y la tecnología.